Por ahí dicen que eres...
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Serie de cortos sobre cómo a Cris no le importaban los malos rumores que rodean a su nuevo interés romántico.
ꞈ ᝰ 🫐 𓈒᮫ Los datos en esta historia serán modificados con el fin de da...
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Y lo prometido es deuda, un día después de haber enviado ese tan "arriesgado" mensaje, Kaká terminó respondiendo de manera afirmativa a su propuesta, así que ahora Cris estaba ahí. Mirándose frente al espejo con angustia y sin poder alcanzar a decidir cuál de sus prendas debería de utilizar. Había invitado a Kaká, su rival, a comer a su hogar. Quizá era una propuesta demasiado repentina pero sabía perfectamente que los lugares con demasiada gente no solían ser del agrado del futbolista Brasileño, pese a poder ir a un restaurante, Kaká insistió en qué prefería algo mucho más simple que eso e incluso ambos podrían cocinar algo de cenar para los dos. Eso sonaba bien.
La cena era a las nueve de la noche y Cris llevaba desde las cinco sin poder decidir algo tan simple cómo sus prendas, se sentía nervioso. Terminó por vertir una camisa de vestir color azul marino, pantalones de vestir color negro y un collar de oro adornando su cuello descubierto por algunos de los botones desabrochados, todo acompañado de zapatos de vestir. Demasiado formal para la ocasión pero terminó siendo la única opción que le convenció.
La puerta fue tocada y miró la hora en su reloj, ya eran apenas las 8:40, aún faltaban un par de minutos pero no era del todo imposible la idea de la extrema puntualidad del brasileño. Caminó hacia la puerta y al abrir, su sonrisa se desvaneció.
—¿Sergio?
El español lo miraba con una gran sonrisa y levantó el brazo, mostrando un six pack de cervezas.
—Uh, parece que viste a tu suegra, ¿No te alegras de verme?—El español bromeó con una expresión confusa.—¿Puedo entrar?
—No. Es decir sí.—Cris se corrigió de inmediato, no sabiendo bien qué decía de contestar. Hacía tiempo que no veía a su amigo español y estaba contento por verlo, pero por alguna razón, sentía que sus planes iban a salir mal.
Al español pareció no importarle mucho y entró en su hogar, caminando hasta el living donde dejó el six pack descansar sobre uno de los muebles frente a los sofás, tomando una lata para empezar a beber. Cris lo siguió y miró en dirección a su teléfono, leyendo desde ahí la notificación de los mensajes de Kaká.
"Estoy en camino, hay un poco de tráfico así que creo que llegaré minutos después de las nueve."
Acompañado de un muy extraño sticker de pou triste en muy baja calidad. Rió y al estar por responder, Sergio se acercó invadiendo su privacidad y leyó el mensaje, cosa que hizo molestar un poco al portugués, quién no tuvo que luchar tanto para recuperar su teléfono.
—¿Tienes una cena hoy?—Preguntó lo obvio pero había un tono de casi burla en él.—¿Con Kaká?
Cris asintió con seguridad y Sergio no disimuló su risa, no lo entendía, no entendía la gracia en sus palabras.
