contato íntimo

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Warning: contenido con insinuaciones sexuales

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—¡Toma! ¡Gané otra vez!—Gritó un muy animado Ricardo, levantándose del largo sofá del living del hogar de Cris, alzando los brazos con emoción.

Era domingo, desde la primera vez que Ricardo visitó su hogar, sus visitas habían comenzado a ser frecuentes los fines de semana, habían pasado dos meses y ya se sentían en tanta confianza.
Jugaban FIFA desde hace dos horas, Ricardo, quién en un principio declaró no saber jugar era el que llevaba más paridos ganados. Ambos eran competitivos, quizá demasiado.

—Felicidades.—Dijo Cris con una sonrisa, mirando al brasileño sentarse nuevamente.

—Si ganaras estarías como yo. No te sientas molesto.—Bromeó y encogió sus hombros, recargando su espalda en el respaldo del sofá.—¿Otra partida?

Cris suspiró y negó con la cabeza.

—Hay que descansar, llevamos horas sentados aquí.

El brasileño asintió y dejó su control a un lado, poniendo sus manos sobre su abdomen mientras veía al portugués levantarse del sofá y caminar en dirección de la cocina.

—¿¡Quieres algo de beber?!—Gritó Cris desde la cocina.

—¡Sí!

Cris regresó al living con dos latas de cervezas, sentándose a su lado y entregándole la fría lata. Ricardo miró a la lata con duda y luego a Cris, quién la abrió y bebió, tomando el control de la televisión para poder mirar algún canal.

—¿Todo bien?—Preguntó Cris al sentir su mirada sobre él.

—Yo no bebo...

Cris arqueó la ceja, soltando una pequeña risa.

—¿Ni en la final?

—Bueno, bebí pero, sólo bastaron unas caipiriñas y ya no recuerdo mucho de lo que ocurrió.

—Bueno, ¿Por qué no sólo me acompañas con esta? Y luego voy por agua para ti.

Aquella propuesta convenció a Ricardo, quién asintió y abrió la lata, brindando con el portugués.
Luego de la primera lata, continuaron con otra, después otra... Y otra.
Hasta que Ricardo terminó sintiéndose algo mareado, ambos miraban Los Simpson en la televisión y reían con algunos chistes tontos, llegaron al punto donde la distancia era casi nula, sus hombros y brazos chocaban. Ricardo se atrevió y dejó caer su cabeza sobre el hombro del portugués.

—¿Tienes sueño?—Preguntó Cris, quién era el que estaba aún en sus cinco sentidos.

Negó con la cabeza, abrazando su brazo con el suyo. Continuaron bebiendo y mirando a la televisión con normalidad, Ricardo ya llevaba su sexta cerveza y ya sentía que sus ojos comenzaban a cerrarse.

—Llévame a tu cuarto.—Murmuró con seguridad cerca del oído de Cris, acción que le hizo estremecer.

Cristiano asintió con la cabeza de inmediato, ayudándolo a levantarse. Caminaron hacia su habitación y Ricardo luchaba por mantenerse de pie, una vez que llegaron, Ricardo se dejó caer sobre la gran cama matrimonial, sábanas suaves, blancas e impregnadas del olor del perfume del futbolista portugués. Cris se acercó y se encargó de quitar los molestos zapatos del brasileño.

—Acuéstate conmigo.—Pidió, palmeando en sitio a su lado.

Cris mordió su labio inferior con duda y caminó hacia la cama, recostandose a un lado pero manteniendo distancia con el brasileño. Se sentía nervioso.

Ricardo tomó la mano del portugués y la estiró un poco de manera en que su brazo acabó rodeando su cuerpo. Su espalda chocaba contra el pecho de Cris. Estaba abrazando a Ricardo, era cómo un sueño.

La mano del portugués permanecía inerte sobre el abdomen de Izecson, su respiración chocaba contra la nuca y unos cuantos mechones del ya mencionado, sus cuerpos estaban muy juntos. Pensar en eso no le hacía sentirse más relajado.
Ricardo se movió un poco, de manera en que su parte trasera chocó contra la entrepierna del portugués, quién no pudo evitar suspirar ante su accionar.

—Se siente bien.

—Estás ebrio.—Dijo Cris, aún sin moverse.

—¿Tú también necesitas estarlo?

Cris tomó eso cómo una especie de desafío o provocación, llevó la mano que abrazaba al brasileño a su cadera, moviéndolo de manera en que volvieron a ejercer contacto sobre la ropa el cual fue un poco más fuerte, arrancándole un jadeo al más alto.
Su mano se dirigió a su rostro, lamiendo un poco sus dedos para proceder a meterla dentro de la camisa del número 22, dirigiéndose a uno de sus pectorales en donde comenzó a tocar con sus húmedos dedos uno de sus pezones. Lo oyó gemir y suspiró cerca de su oído.

Movió un poco más su entrepierna, restregandola en su parte trasera, sintiendo cómo comenzaba a ponerse duro. Se acercó y dejó un beso en su nuca. Luego de un par de segundos llenos de suspiros y jadeos provenientes de ambos, Cris dejó de moverse y dejó de atacar sus pezones, pero su mano continuaba sobre uno de ellos, apretando con algo de suavidad, logrando sentir la respiración agitada del centrocampista.

—¿Cris?...—El brasileño lo llamó entre suspiros, dándose la vuelta para poder mirarlo a la cara y esto hizo que el portugués sacara su mano de su camisa.

—Ricky...

El nombrado se acercó al rostro del portugués, dejando un beso sobre sus labios.

—Tócame...—Dijo el brasileño en medio del beso, llevando su mano a la entrepierna del contrario, acariciando y apretando con suavidad por encima de la ropa, sintiendo lo duro de su extensión desde sus ajustados pantalones de mezclilla.

Cris obedeció entre un gemido, llevando sus dos manos por debajo de su camisa, alzandola para dejar descubierto su pecho y abdomen, acercándose para empezar a besar su pecho y uno de sus pezones mientras que maltrataba el otro con sus dedos, haciéndolo gemir y estremecerse, dejando sus caricias de lado.

—Cris... Cris...

Gemía su nombre en repetidas ocasiones.



Gemía su nombre en repetidas ocasiones

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Los Chismes  ❛❛Criská❜❜Where stories live. Discover now