𝐈𝐗

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Juli's point of view 🎀

Todo, había escuchado todo, y le di una patada a Matías para que lo supiese, porque aunque me había gustado su preocupación, siempre me hizo sentir mal, y estaba tal vez estropeando una futura amistad. Me moví en mi asiento, giré la cabeza de modo que nadie pudiese ver derramar alguna lágrima y me intente dormir.

Ya no era solo por el hecho de que se preocupara por mi, sino también por el hecho de sentirme culpable por la comida y por alejarme al estar mal. ¿Por qué no puedo salir de este sufrimiento, de estas páginas grises, de esta nube? ¿No se cansará nunca de llover, no se quedara sin páginas, no moriré de agotamiento?

Sé que puede sonar bobo el hecho de que me duela que se preocupen por mi, pero como te explico qué es una punzada en el corazón, que me quita las ganas de vivir y no me deja pegar ojo. Esto tiene una razón, y obvio como en todo, son mis padres.

Ellos nunca se preocuparon por mi, siempre que alguien se preocupaba porque no iban a las reuniones, o porque yo no tenía juguetes en navidad, ellos me hacían sentir mal, me decían que solo quería llamar la atención, y siempre les creí, hasta hoy en día. Intento deshacerme de esos pensamientos, pero no puedo, no me es capaz, su voz no sale, se ha quedado de ocupa, y no tiene en su agenda una salida. ¿Alguien les puede echar? Gracias.

Me dormí, por suerte, y dormí otra hora y media por qué Matias me despertó, suave, pero me despertó.

-Ay Mati, que queres, estaba durmiendo boludo.
Él me observo, sabia que buscaba pistas de si había llorado o no, y mis ojos ya descansados no le daban ninguna, y mi rímel waterploof igual.
-La cena nena, venga, sentate y ahora te la paso.

más comida?
pero si comimos hace nada

Al segundo ya me estaba pasando una bandeja igual de grande y con más calorías. Mi cabeza pensaba como salir de esta, pero no sé si estaba colapsando o algo que nada se me ocurrió.

-Mati no tengo tanta hambre.
-Comé un poco solo vale? De la otra no tocaste casi nada, como si te comes la tarta o las papas o lo que quieras, pero por favor, un poco.

de esta no sales ilesa

-Mati no me gusta nada, déjame dormir.
-No, ni te vas a levantar hasta que comas algo, ni te vas a dormir o escuchar música - me dijo ya serio, para cambiar a un tono de preocupación- come algo por favor.
Yo lo mire, ya comenzaba a captar la atención de los de adelante y los de atrás y a los lados, le miré suplicando que no me hiciese eso, pero no la entendió y me tocó comer.

Me toco comer, comer, comer.

Comí, con asco en mi interior, con arcadas, pero Mati me hizo acabar la bandeja entera. Si entera, entera. Luego le dije de ir al baño, y me dejo. Lo vomite todo, perdón.

Volví, y me esperaba el postre, el postre, se me había olvidado. Me lo comí, y no me dejo ir al baño.

Lo tonto es que le tenga que pedir permiso, pero me callo por que se que lo hace con la mejor intención. Amamos a Matias Recalt, hoy y siempre, y yo la primera chicas.

Me dormí, y esta vez ya fue la última, ya que cuando Mati me despertó, con ayuda de Juani, era para avisarme de que íbamos a aterrizar. Que yuyu.

Le agarre la mano, con la otra abrace mi mochila, y me daba igual hacer el ridículo, tener una cara de orto o lo que fuese, yo solo quería, necesitaba apretar algo, y la mano de Matias, perdón, pero es de flojo, es todo huesos, por lo que o apretaba la mochila o se quedaba sin mano.

-No me rompas la mano boluda o te arranco los pelos - me susurro antes de que el avión comenzase a descender, parecía que me leía la mente, pero por muy bajito que lo dijese, Juani alcanzó a escuchar.
-Vaya, Mati, amenazando a menores.

Enzo nos miro a los tres que estábamos entre risas, aunque la mía era nerviosa, por qué el puto cacharro de metal comenzaba a descender. Perdón por mi vocabulario, pero cuando estoy nerviosa, enfadada, con ansiedad, triste, con miedo, aterrorizada, fea, en mis días malos, cuando no me hace gracia, con sueño, con hambre, con dolor de cabeza o de oídos o estómago; hablo mal. O sea siempre.

-Ey Mati, déjala de amenazar porque la pobre morirá de susto. -dijo señalándome, todos, y digo todos los de nuestra zona, giraron a verme, y te aseguro, que estaba roja roja roja.
-Bueno, tomatito; aprieta mi mano que comenza lo fuerte. -dijoMati haciendo burla, pero antes de darle tal golpe, el avión comenzó a descender bastante, con alguna turbulencia, y estaba que moría. Llevaba el cinto desde todo el trayecto, pero sentía que volaba, que me iba a ir al otro lado.

-Mati, por si muero, te quiero, te quise y te querré.

Él me miro y comenzó a reírse basto, y yo no estaba como para darle golpe, pero lo hubiese hecho. Luego me miro, se puso serio, supongo al ver mi cara de orto, y miro hacia alante, donde volvió a reír.

Yo comencé a notar más turbulencias y al avión en descenso, como si estuviera en la feria y el aire me diese de golpe al caer, así con cada turbulencia.
Apreté más mis objetos y la mano de Mati hasta que sentí un escalofrío, miré por la ventana, todo iba bien, mire a la gente del avión, poca gente estaba preocupada, pero mi mirada comenzó a ser blanca y sentía que el cuerpo se me iba, pero no quería desmayarme allá, delante de tanta gente nueva.

-Mati. -le dije llamando auxilio, sabía que era el único que me podía ayudar en esos momentos.
-Pasa algo? -su tono paso de ser gracioso a serio.
-Me estoy mareando, me desmayo. -le conteste inmediatamente, dramatizando un poco.

Él me miro preocupado, y me dio unas bofetadas flojas, que me devolvieron un poco a la realidad, y luego me dio agua y una oreo. Todo esto en 2 minutos. Matías = Flash.

-Ya estás mejor?
-Mejor mejor.

Volví a la realidad donde aún habían turbulencias, pero solo tuve que abrazar a Mati y a mis cosas, y en poco ya estábamos.

Estábamos en España, en otro continente, donde podía comenzar mi vida desde 0, y ahora con Mati a mi lado.

Note como el avión tocaba suelo y pude respirar un poco más tranquila, no del todo, a eso ya llegaría el momento en el que esté en mi hotel de Barcelona, tranquilita.

-Venga levántate boluda, que ya no hay casi gente.
-Ya voy estúpido.
Le di un codazo y él me lo devolvió con una patada, y ahí es donde intervino el mayor de los tres, los tres que quedábamos al avión.
-Déjense de peleas hermanos Recalt, y bajemos antes de que nos encierren.
-Mi peor pesadilla puede ser - le conteste yo, provocando la risa de los dos hombres.
-A mi no me digas Enzo, es ella la lenta. -intervino Mati, para echarme la culpa.
-Asumí tus responsabilidades gil.
Ataque gratuito le llamo yo, y lo mío es la revancha.
-Bueno no comiencen, toma Julieta, te baje tu valija.
-Gracias Enzo. -le dedique una sonrisa y salí del avión a paso rápido por no quedar atrapada de verdad.
-No corras tanto! Era broma! -escuché gritar a Matías- joder Enzo ya asustaste a la nena, como se me pierda por el aeropuerto. -le escuché decir ahora más bajo.
Me reí un rato, pero lo dejé de hacer al escuchar su voz grave contestarle.
-No es una nena, Julieta es una mujer.










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hellooooooo!!!
do you miss meeee? (no creo bro)
bueno que tal mi gente latinaaaaaaa
(Abraham Mateo yo?)!!!!
yo aquí, escribiendo cuando puedo por los exámenes y por qué necesito escapar de la realidad jejejejj (me rio por no llorar brotherrrr)
y eso, espero que os guste, que me comentéis cada mínimo detalle que signifique algo o que tal vez no, da igual, y que si os gusta y lo disfrutáis que votéis!!!!
















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a tu lado - Enzo VogrincicWhere stories live. Discover now