Un nuevo año escolar comenzó con su habitual mezcla de emociones, pero este año fue diferente. Todo empezó con un encuentro casual en el pasillo con una chica de tu mismo grado, Gwen Stacy. En ese momento, no tenías ni idea de que ese encuentro efím...
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POV T/N:
Al día siguiente, me desperté con una mezcla de emoción y determinación que me recorrió todo el cuerpo. Los eventos de las últimas semanas habían sido una verdadera montaña rusa de emociones y situaciones inesperadas, y ahora que Gwen y yo éramos oficialmente pareja, nuestra relación había adquirido una nueva capa de intimidad y conexión. Sin embargo, a pesar de esta cercanía, la verdad sobre la doble vida de Gwen como Spider-Woman seguía pesando mucho en mi mente, como una sombra constante que no podía ignorar.
En la escuela, cada conversación con Gwen se había convertido en un delicado juego de palabras y gestos. Trataba de manejar nuestras interacciones con sumo cuidado, dejando pistas aquí y allá, y sondeando para obtener más información sin revelar que ya conocía su secreto. Era un baile sutil y complejo que requería tanto tacto como sutileza, y yo tenía que mantenerme alerta en todo momento. Cada vez que Gwen mencionaba a Spider-Woman en una conversación casual, me aseguraba de escuchar atentamente, analizando cada palabra y gesto con la esperanza de captar alguna señal que confirmara lo que ya sospechaba. Estaba casi cien por cien seguro de que Gwen era Spider-Woman, pero siempre existía la posibilidad de estar equivocado, y no quería arriesgarme a poner en peligro nuestra relación con una acusación precipitada.
Sin embargo, todos los indicios apuntaban a que tenía razón.
Mi curiosidad me había llevado a investigar más sobre Spider-Woman, y en el proceso, había notado varias coincidencias inquietantes. Por ejemplo, me di cuenta de que Spider-Woman llevaba los mismos zapatos de ballet que Gwen solía usar para sus clases de danza. Además, ambas tenían el mismo tipo de cuerpo y sus gestos eran sorprendentemente similares. Pero lo que más me llamaba la atención era el hecho de que Gwen siempre desaparecía en los momentos exactos en que Spider-Woman estaba luchando contra algún villano o enfrentándose a algún peligro. Esta sincronización perfecta no podía ser una mera coincidencia.
Cada vez que pensaba en estas evidencias, mi convicción se fortalecía. Recordaba cómo, en más de una ocasión, Gwen había aparecido con pequeños cortes o moretones, siempre con excusas vagas sobre cómo se los había hecho. Y aunque intentaba no ser demasiado obvio, empecé a prestar más atención a su comportamiento y a sus horarios. Observaba sus reacciones cuando se mencionaba a Spider-Woman en las noticias o en las conversaciones, buscando cualquier signo de nerviosismo o incomodidad. Todo esto me llevaba a la conclusión de que mis sospechas eran correctas.
Durante el almuerzo, mientras nos sentábamos juntas bajo un frondoso árbol que nos ofrecía una sombra reconfortante, noté que Gwen parecía perdida en sus pensamientos. Sus ojos se fijaban en un punto distante y su expresión era de una profunda introspección. Decidí que este era el momento perfecto para dirigir suavemente la conversación hacia un tema que me había estado rondando la mente. Con un tono calmado y reflexivo, le dije: "Sabes, Gwen, he estado reflexionando mucho sobre los héroes y los enormes sacrificios que tienen que hacer".
