Capítulo 7

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Ha pasado una semana desde mi incidente en el mar, Finnick ha insistido que debemos ofrecerles una cena a la familia de Jalandri porque me salvaron de ahogarme y yo no tengo cara para negarme porque claramente el mérito de que yo siga de pie en la cocina de Finnick es de Jaladri, ya que él me vio y sin pensarlo dos veces se aventó a las olas en medio de la tormenta para rescatarme.

En la tarde veo a través de mi ventana cómo está arribando el "reina marina", y se que llegó la hora de ir a casa de Finnick.

Al llegar todos me saludan como si tuvieran muchos años de conocerme, está el padre de Jalandri, su madre, sus dos hermanos y por supuesto dos miembros de la tripulación que presenciaron mi hazaña en el mar.

La cena fluye bastante bien, todos compartimos anécdotas del mar y nadie menciona el suceso solamente Finnick para agradecer el salvar a su prima la aventurera y ellos mencionan que me han puesto de apodo la sirena del mar, porque fue lo que Jalandri pensó cuando me vio, lo cual hace que todos se partan de risa, y yo pienso que al menos ese suceso a pesar de que para mi es muy doloroso ellos lo ven como humor y nada más.

Ellos se quedaran esa noche ahí en el distrito, no es necesario que se queden con nadie, estarán en el barco esperando el amanecer para zarpar hacia el distrito 5.

Cuando va a llegar el amanecer salgo a mirar el mar junto con Kai, camino un poco de aquí para allá pensando en todas las malas decisiones que he tomado y que tengo que dejar ir a Peeta así como a mi familia, debo entregarlos al mar para que ellos me esperen ahí, pero algo en mí no quiere soltar a Peeta aun. Me rindo después de un rato y me siento en la orilla, cierro los ojos tratando de encontrar el camino que voy a tomar, en eso escucho pasos a un lado mío.

-¿Eres de las que les gusta ver el amanecer? - abro los ojos y veo a Jaladri todo mojado sentándose a un lado de mi - ¿te molesta si me siento? - pregunta ya sentado

-La playa es libre - contestó un tanto hostil

-Excelente - bufa y añade - así que eres la Dysis aventurera -

-Eso dicen - quiero que se vaya necesito pensar y su presencia no me permite reflexionar

-Y...¿cómo te sientes? - me cuestiona con bastante determinación - no vas a volver a adentrarte en la marea, ¿verdad?-

-¿Qué? -

-Es que, sé que ...- veo que se cuestiona sobre si mencionarlo o no y se a que se refiere

-¿Hablas del incidente? - le cortó porque no me voy a andar con rodeos entre mas vueltas le de mas morbo le va a causar y la verdad tengo otras cosas por las cuales preocuparme

-Sí- se aclara la garganta - en la isla no somos ajenos a que la gente se quite la vida en el mar, sabes, muchos lo intentan, aunque no creo que sea la mejor solución -

-¿Ah no? - lo cuestiono - entonces ¿cuál es?, ilumíname - el tono de mi voz es de molestia y no intento disimularlo ni un poco

-No quiero molestarte - me dice

-Pues lo estas haciendo, porque no es algo que te importe - estoy apunto de irme pero el me toma de la mano - ¿Qué estas haciendo ? -

-Sí, tal vez no me importa, pero debes de saber esto - toma aire y suelta - veo que a Finnick le importas, tienes familia que te aman y no sé lo que se siente tener esa necesidad, pero sé que como familia sufres porque pierdes a alguien que amas solo porque no confío lo suficiente en que tú podías ayudarlo - sus palabras me frenan en seco

-¿A que te refieres ? -

-Mi hermano se ahogo "accidentalmente" en el mar hace un par de años, muchas noches yo nadaba intentando buscar un cuerpo que habíamos enterrado bajo tierra - suspira - pero no puedes salvar algo que ya no está, algo que ya no existe, pero ellos si se llevan una parte de ti y te dejan en soledad culpándote por no darte cuenta de que te necesitaban - cada oración que dice la siento como una punzada en el pecho

-Lo sé- admito - sé que dañe a Finnck y Annie, sé que fue egoísta de mi parte incluso con Kai y no lo volveré a hacer, pero la tristeza aun me atormenta y no puedo libérame de ella y es cuando me desespero -

-Pero ¿qué es eso que te tiene tan mal? -

-La soledad - confieso, me giro y veo como me observa con sus ojos verdes como la selva, evito su mirada y me enfoco solo en el amanecer creciente -

-Pero no estás sola, tienes a tu familia y tienes amigos -

-Sí, pero no son suficientes - no sé como explicar las cosas así que tendré que contarle todo para que me comprenda, como mi familia murió, como Peeta llego a mi vida y el como su partida termino de romper la parte de mí que tenia la esperanza de ser feliz de nuevo

-Bueno para eso tengo la solución - sonríe y me dice - te veo aquí en 1 hora, vamos a ir a Miko juntos necesitas hacer un cierre y despedirte de tus seres queridos, entregarlos al mar para liberarlos - la idea me asusta pero si me hará sentir mejor nada pierdo con intentarlo

-De acuerdo, ¿que necesito? - le pregunto

-Solo usa ropa cómoda - comienza a alejarse y regresa a su barco - y trae agua mucha agua-

-Oye pero no se iban a ir a ....-

-Por eso no te preocupes - me corta la frase - te veo en una hora

Una hora después estoy saliendo de mi casa justo para encontrarme con Jaladri que tiene un bote ya listo para adentrarse en el mar, se ve entusiasmado y es tan extraño porque es una persona con cara de pocos amigos, su semblante es duro y hasta puede percibirse hostil me causa tanto contraste que sea tan amable y abierto conmigo, tal vez es simplemente por la conexión que encuentra entre mi situación y la de su hermano.

Después del viaje en bote llegamos a Miko, nos adentramos en una tupida selva la cual tiene tanta vegetación que se siente y se ve diferente a la del Distrito 4, Jaladri me ayuda y me va guiando en cada paso que damos porque esta selva aunque bellísima es mortífera por donde la veas.

Al cabo de caminar cuesta arriba durante 45 minutos llegamos a un claro con una cascada, Jaladri toma una piedra blanca del rio y me la da.

-Esta piedra es mágica...-

-¿De que hablas?- le digo riéndome

-Es una piedra que cambia con el ph del agua, la cascada y el lago tienen distinta .... Eso no importa lo importante es que la vas a cargar de energía...- me pone la piedra en la mano – es un ritual que hacemos nosotros aquí para despedir a nuestro seres queridos, te ayuda a darle cierre

-Pero ... -

-Escúchame - me toma de la cara y me obliga a mirarlo - vas a pensar en tu familia, sus caras, el sonido de su voz, sus momentos más memorables junto a ti y después recordaras el dolor que sientes ahora, todos los pensamientos que has tenido, el sentimiento que te inundo el día que te encontré y es en ese momento en el que vas a meter la piedra en la cascada, cuando lo hagas se tornará azul, y es ahí cuando la podrás ir a soltar al mar y te libraras de esa carga -

-Pero si los dejo...-

-Ellos no se irán, sus recuerdos siempre quedaran, pero la tristeza se aliviara porque es lo que vas a soltar -

-¿También tengo que soltar a Peeta?- pregunto con un hilo de voz

-En especial a él, porque es gran parte de lo que te esta dañando -

Lo intento, realmente lo intento, pero no quiero meter la piedra en la cascada no quiero hacer que cambie de color, sé que lo hará si la meto porque es por cuestiones de ph que la piedra se torna de un color u otro pero algo en mí sabe que si lo hago ya no habrá vuelta atrás y creo que aun no estoy lista para soltar a Peeta.

Jaladri suspira y simplemente me dice que es normal y que puedo canalizar mis sentimientos en la piedra y eventualmente un día estaré lista para soltarla en el mar.

Regreso a mi casa con la piedra, pero ahora al menos tengo algo a lo que aferrarme y realmente si es más fácil sobrellevar esos momentos cuando siento que los deposito ahí, poco a poco, los días pasan y yo dejo de tener la necesidad de tomarla, porque me doy cuenta que estoy empezando a sanar. 

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⏰ Last updated: Mar 13 ⏰

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