Luces Cámara Y ACCIÓN

#24 Vete a Joder a otro lado Working

Grabiela...

Cárcel Nacional.

- ¡Camina!.- me agarró bruscamente del hombro obligandome a caminar por aquél sombrío pasillo. Miré mi uniforme naranja.

- ¿Acaso no ves que estoy caminando?.- la miré de reojo. Tenía los puños apretados de lo arta que estaba de ésa mujer.

- Una palabra más y te rompo la boca.- gruñó.

Me volteo safandome de su agarre.

- Quiero que lo intentes.- le susurré serca de su rostro.- Me importa un carajo quién seas. ¡¡ME IMPORTA UN CARAJ....- De una sola bofetada me lanzó al suelo haciéndome reír.

- ¡No me provoques niña!.- Me agarró del cabello.- levántate..

Me le quedé mirando con una sonrisa retadora. Sentí un sabor metálico en mi boca. Al parecer me partió el labio..Ja.

- ¿Estás sorda?.- se agachó a mi altura.- ¿Ho es que quieres que te ayude?.

- A lo mejor.- le susurré con la mandíbula apretada.

- Mira.., con gente cómo tú e lidiado el resto de mi vida. No marcarás la diferencia.- me agarró más fuerte del cabello para que me levantara.- Así me gusta. -To tuve más remedio que acceder.

Empezamos a caminar por el pasillo. Habían demaciadas puertas metálicas con rendijas en lo alto. Todos asomaban sus cabezas para mirar a la nueva.

Sólo me dedicaba a escuchar las sandeces que decían:

- Es una niña..

- Tiene cara de perra...

- Tráigame a ésa, le enseñaré a comportarse..

- Se la comerán viva..

- Pobre niña...

- Al final todos se joden..

- A la MIERDA, ¡traigamela!. La voy hacer mujer...

- Ven muñeca, aquí todos somos familia...

Nos detuvimos frente a una puerta metálica.

Mira dónde vine a parar..

Hay Axel, mira lo que estoy pasando por tu culpa. Te juro que cuando salga de aquí te sacaré los ojos.

La oficial me hizo a un lado sacando unas llaves de su bolsillo. Abrió la puerta dándome un empujón haciéndome entrar.

- ¡Escuchen todas!.- me quitó las esposas.- Tengan cuidado con ésta zorra. No es de fiar..

Me dedicó una última mirada y se fué dándole seguro a la puerta. Me quedé parda unos segundos mirando por dónde se fué. ¿Me quedaré aquí?. Volteo mi rostro lentamente mirando dónde mierda me había metido.

Era un cuarto pequeña, con quince literas, musgos en las paredes, una pequeña cocina de hornilla. Y ni olvidar el repugnante baño con la puerta rota. Todas las mujeres aquí dentro me miraban con burla, otras con pena, las demás con asco y otras con rabia.

Ésto es una pesadilla.

- ¡Por favor no manden a más nadie al carajo!. - gritó una mujer.- Ya no cabemos. REPITO.. ¡Ya no cabemos!.- Las demás comenzaron a reír a carcajadas.

Ésto si que no lo aguanta nadie. Que asco de vida, con razón lloré al necer.

Busqué con la mirada una cama disponible. Y si que la encontré. El problema, no tenía sábanas ni nada. Sólo un colchón con aspecto demoníaco. Me senté en él abrazando mis piernas de lo frustrada que estaba. Cierro los ojos para tratar de calmarme.