#27 Nuevo individuo

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Abro los ojos cómo platos mirando con horror a Brayan. Estaba parado frente a mí. Pero no me estaba mirando, estaba mirando al hombre que estaba a mi lado. Estaba mirando a Gerard. Rápidamente me alejé de Gerard arreglando mi vestido y mi cabello.

— Brayan yo puedo expli...

— ¡¡Tu te callas!!.— dí un respingo por lo alto que me gritó. Nunca me había gritado de ésa manera.

— ¡¡Cómo te atreves a tocarla!!.— se acercó a zancadas hasta Gerard agarrándolo de la camisa.- ¡¡Cómo te atreves!!.

— Brayan espe...— lo agarré del brazo tratando de que lo soltara pero el se zafó de mí en un movimiento brusco haciéndome aún lado. Me le quedé mirando con la respiración agitada y el seño fruncido por su comportamiento.

— ¡¡¿Acaso no te acuerdas de lo mierda que fuiste con ella cuando más te necesitan imbécil?!!.— Brayan le metió un puñetazo.

— ¡Bryan que estás haciendo espera!.— me acerqué a él tratando de que se alejara. Soltó a Gerard y me agarró del brazo.

— ¡¿Por qué Stella?!.— soltó mi brazo poniendo sus manos en la cabeza. — ¡¿Por qué?! ¡JODER!. ¡¿ACASO NO TE ACUERDAS CUANDO ÉSE IMBÉCILES TE TRAICIONÓ LLEVÁNDOSE EL PREMIO DEL ACTOR?!. ¡¡¿ACASO NO TE DISTE CUENTA CUANDO INTENTÓ BURLARSE DE TÍ OFRECIÉNDOTE DINERO?!!.

No dije nada. Me quedé mirando a un punto fijo sin saber que hacer. Porque sé que tenía razón, se que todo lo que está diciendo es verdad y que yo debería de hacerle caso y tomar distancia. Pero es tan difícil...es tan difícil alejarme de él cuando lo tengo en todos lados. Cuándo lo veo en todas partes y no me lo puedo sacar de la cabeza.

Y me da rabia. Me da rabia ése algo que siento por el cuál no me atrevo a ponerle un nombre. Porque no sé lo que es, lo odio y lo quiero a la vez de distintas formas y en lugares diferentes casi y nunca al mismo tiempo. Es insoportable

— Stella...— miré a Gerard en el suelo. Me miraba cómo si estuviera esperando a que yo dijera algo. Pero no lo hice. No me atrevería hacerlo. No caería tan bajo. — ¡Estoy dejando que me golpee por respeto a tí...

— Pues eres un imbécil si dejas que te golpeen. Y menos..— lo miré de reojo.— Por respeto a mí.

— ¿Después de lo que hicimos?.— frunsi el seño por lo que dijo, lo miré con desprecio.

— ¿Qué fué lo que hicimos?.— caminé hacia él quedado a su lado. Bajé la cabeza para poder mirarle a los ojos.— Responde. ¿Qué. es. lo. que. hicimos?.

Sonrió tristemente.

— No puedo creer lo que estoy escuchando de tí Stella.— me miró cómo si no me conociera.— ¿No significa nada para tí?.

Reí.

¿Un polvo?

— Por un pequeño malentendido la gente mostrará lo que realmente siente por tí.— me puse a su altura.— Éso fué lo que pasó. Me engañaste al igual que lo hizo yo, pero a diferencia de mí nunca te engañé con otro hombre. Siempre estuve ahí para tí, así que no me vengas con ése rostro de niño arrepentido que se arrepiente de sus actos. Me vale verga.— el apretó su mandíbula, ví el arrepentimiento en sus ojos, pero ya no más. No puedo quererlo. Es imposible. Y aunque me duela decir todo lo que estoy diciendo, es la verdad. Porque......me di cuenta de que Caperucita nunca pudo amar un lobo. Nunca pudo ver el amor en tal animal. Porque todo era puro cuento.

Me levanté de su lado arreglando mi vestido, reuniendo todas las fuerzas que me quedaban para no mirar atrás y estropearlo todo. No quiero amarlo, no quiero que ame. Su amor me lastima, me rompe en pedazos y yo trato de reunirlos todos para seguir adelante. Así que con un suspiro empecé a caminar hacia la puerta..

Luces Cámara Y ACCIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora