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Muchos lugares parecen haberse quedado congelados en el tiempo, ya sea a propósito o abandono, para Jungkook no era ninguna de las dos opciones el que su casa siga teniendo la misma apariencia fría y asquerosamente cara que ha tenido desde que comenzaron a vivir ahí a sus cinco años.

Pasar por el gran portón y llegar hasta la puerta de entrada tiene la misma sensación que dirigirse a un juzgado para recibir una sentencia. Sus ganas de estar en el lugar eran nulas, pero entre más rápido terminara esto sería mucho mejor para todos; en especial para él. Tocó el timbre de la puerta y solo pasaron unos segundos para que la ama de llaves lo recibiera.

-¿Podría anunciarme con mi madre? Debo hablar con ella.- pidió cortésmente. Mientras la mujer iba a hacer lo pedido, dio un rápido vistazo a su alrededor; esa casa en verdad nunca parece tener algo de vitalidad.

-Su madre lo recibirá en el estudio.

"En verdad nada h cambiado" pensó. Agradeció a la mujer y se dirigió al muy bien conocido estudio de su madre, incontables veces estuvo ahí y no por cosas buenas principalmente. Paredes café oscuro, decoración que parece ser robada del Vaticano y el insoportable aroma a perfume de mujer; estar ahí en verdad es asfixiante.

-¿Y esta repentina visita?- pregunta la mujer que mantiene su vista en unos papeles en sus manos. Resignado tomó asiento en una de las sillas frente al escritorio.- Debes haber entrado en razón al fin, supongo.

Jungkook sonrió divertido.- Supones muy mal madre, vengo a terminar ese acuerdo que hicimos.

Al fin llevando su vista hacia su hijo, la mujer bufó para después sonreír complacida.- Creí que eras lo suficiente talentoso como para ganar el primer lugar, ¿ya no?

-Lo soy, pero si alguien intenta dar sobornos de por medio no es justo, eso es trampa madre.- la sonrisa de la mujer se esfumó, volviendo a la expresión fría que usualmente tenía.

-Veo que ese hombre no ha cambiado aún con sus problemas económicos, otra vez me delató, hablando de problemas económicos.- la mujer se apoyó sobre sus codos en el escritorio y sonrió cínica.- ¿Sin nuestro trato como terminaras la universidad? Dinero no tendrás para tu práctica.

Primer lugar en la exposición final o estudiar una ingeniería, ese era el trato que hicieron hace cuatro años cuando Jungkook dejó en claro que no pensaba estudiar algo que no fuera escultura. La mujer propuso el trato de que ella financiaría su estudio y aceptaría que se dedicara a eso, solamente si quedaba en primer lugar en la exposición final, de lo contrario si Jungkook quedaba en segundo lugar o un puesto más bajo, tendría que estudiar la ingeniería que la mujer quisiera.

Ahora si Jungkook rompía el trato, aunque técnicamente la mujer ya lo había hecho al intentar sobornar a la universidad, ella está en todo su derecho de no financiar más a Jungkook, desde lo que faltaba de la universidad hasta el departamento en donde vivía desde hace dos años cuando ya no soportó quedarse en esa casa.

-Me enteré por otro medio, pero él también me llamó para explicar lo sucedido.- el pelinegro buscó en el bolsillo de su chaqueta un sobre que dejó caer sobre el escritorio frente a la mujer.- Ahí tienes la hipoteca del departamento de los últimos dos años, cada centavo.

La mujer, incrédula, abrió el sobre encontrándose con un cheque que sin dudas cubría los gastos dados en todo ese tiempo.- ¿Cómo conseguiste este dinero?

-Cuando me iba a mudar, hablé con hyung de esto y me contó del soborno que también intentaste con él, ya que su galería de arte va tan bien que se ofreció a pagar todo en tu lugar, ni él ni yo confiamos en tu palabra en cuanto al trato.

-Si no ganabas tenías este plan como respaldo, ¿no?- cuestiona la mujer. El disgusto en su rostro es claro, más ver a su hijo sonriendo complacido sonriendo con la situación.- Eso es jugar sucio.

-Aprendí de la mejor.

[...]

-Hyung~- apenas cruzó por la puerta del estudio, es recibido por el rubio como si fuera un cachorrito.- ¿Cómo te fue? ¿No te hizo brujería?

Sin dudas Jimin nunca fallaba en animarlo.- No lo hizo, contenta no quedó pero yo sí.- pasó sus manos por la cintura del menor pegándolo a su cuerpo y abrazándolo.- Estoy bien, no te preocupes, bebé.

Sin romper el abrazo, los guio a ambos hasta el sofá donde el rubio se negaba a soltarlo.- Sigo sin estar convencido.

-¿Por mi mamá?- el menor negó- ¿Por el trabajo?

-Aún falta para la graduación, un trabajo hará que te abrumes.

Hay una cosa que Jungkook no le dijo a su mamá, pero que Jimin sí sabía de primera mano. Namjoon estaba más que dispuesto a ayudar a su hermano menor, no tiene ningún problema con darle el dinero que necesite hasta que acabe la graduación, pero para Jungkook la cosa no se sentía bien del todo. No quiere ser una carga para su hyung, por lo que desde el inicio dijo que si sucedía lo de hoy, él trabajaría en la galería de arte del mayor. Namjoon se negaba a que le pagara el dinero, al final accedió a no aceptarlo como préstamo pero tampoco deseaba que lo mantuviera hasta estar completamente listo para trabajar; su hyung le daría dinero pero él se lo ganaría.

Al menor no le agradaba mucho la idea que el mayor tuviera que lidiar con los proyectos finales y ala vez con un trabajo, le preocupaba que llegara a agotarse mucho.

-Estaré bien, abrumado me pondré si mi consciencia no me deja tranquila con ello.- su novio seguía sin estar convencido, su cara refunfuñada no cambiaba aunque le asegurara lo contrario.- Jimin, estaré bien, solo necesito que estés a mi lado apoyándome, ¿puedes hacer eso, amor?

El rubio peleaba internamente para no sonreír como bobo y dejarse llevar cada vez que el mayor lo llamaba de esa manera; con algo tan simple lo ponía a su pies.

-Bien.- dijo a regañadientes.

Aunque, eso no evitaba que Jimin apoyara al mayor a su manera o mejor dicho, en una manera nueva que ninguno esperaba que sucediera.

positions ➵ kookminᵃᵈᵃᵖ ✔︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora