16

324 33 13
                                    

P.V Ohm

Miré de reojo el lugar donde ella estaba, charlando tranquilamente con algunas compañeras, como si no hubiera causado un escándalo en público hace unos días y nos hubiera atacado a Nanon y a mí. Su sonrisa hipócrita me resultaba tan irritante.

—No te molestes tanto en disimular —se burló Perth a mi lado.

—Es que me molesta tanto verla...

—Tranquilo, solo es cuestión de tiempo para que...

Antes de que Perth pudiera terminar la frase, ella, cuyo nombre ni siquiera recuerdo, se acercó a nosotros. Así que, poniendo mi mejor sonrisa, dije en voz alta.

—Mi novio va a venir a traerme el almuerzo. ¿No es adorable?

—Oh, amigo, estoy muy celoso —aseguró Perth, siguiéndome el juego.

Ella nos miró sin ocultar su desagrado, haciendo una mueca de asco que no pasó desapercibida. Era tan satisfactorio ver cómo poco a poco caía en mi trampa.

—Estoy planeando llevarlo a una cita esta noche. Aún no he decidido si en la playa o en un lugar más íntimo y privado.

—¿Algo más privado?

Rodé los ojos ante el obvio doble sentido de sus palabras y me reí.

—No creo que deba hablar de eso, pero no es mala idea ¿eh? Puede que lo tenga en cuenta.

Cuando ella pasó cerca nuestro con pasos ruidosos, fue cuando Perth se acercó.

—¿Estás seguro de que él va a venir? —susurró.

Yo asentí, aunque por dentro me moría de nervios. ¿Y si se arrepentía a último momento? ¿Y si no venía? Todo lo que tenía planeado se derrumbaría antes de siquiera empezar.

Hoy en la mañana pasé a ver a Nanon en su trabajo y, "accidentalmente", dejé mi almuerzo allí, así que le mandé un mensaje hace poco asegurando que me moría de hambre y no tenía dinero para comprar otra cosa. Sé que fue una exageración, pero en momentos de desesperación uno hace lo que sea necesario.

Los minutos pasaron, lentos e interminables, hasta que vi la figura de Nanon pasando entre los cubículos llenos de gente trabajando. Puedo decir con total seguridad que entre todas las personas, él era el que más destacaba. Resultaba completamente imposible apartar la mirada de él.

—Acá esta tu almuerzo, señor olvidadizo —dijo, dejando el almuerzo frente a mí—. Es mejor que me vaya para no interrumpirte en tu trabajo.

Diablos, no. Todavía no.

Antes de que pueda dar unos pasos lejos de mi, agarre su mano, deteniendolo. Por un momento se me ocurrió sentarlo en mis piernas, pero vamos, seguía en el trabajo, no sería muy apropiado. Aunque la última vez vi a unos compañeros comerse la boca al lado de la fotocopiadora.

——Gracias por el almuerzo, mi amor, lo que tú preparas siempre es exquisito —afirmé con una sonrisa, asegurándome de decirlo bien alto

Algunos compañeros, los más curiosos, se giraron para mirarnos. Todo estaba saliendo a la perfección.

La cara de confusión de Nanon no tenía precio, hasta me ví tentado a reírme, pero aguante lo mejor que pude.

—¿Qué? —fue lo único que logró decir, con una mezcla de sorpresa y desconcierto en su voz.

—Te quiero mucho —dije, como si no lo hubiera escuchado.

Me levanté de la silla y le planté un beso en los labios. Bueno, admito que en un principio iba dirigido a su mejilla, pero ¿por qué desaprovechar la oportunidad?

Detrás de nosotros, se escuchó el ruido de algo caer al piso, y la loca esa se acerco a nosotros, separándome de Nanon de forma brusca. Puse mi mejor cara de sorprendido.

—¿Qué estás haciendo?

—¿Qué están haciendo ustedes? ¿No les da vergüenza? ¡Están en el trabajo!

—Solo me trajo mi almuerzo, ¿por qué te molesta tanto?

—Ustedes... Ustedes...

Vamos, solo un poco más.

Agarré firmemente la mano de Nanon y lo acerqué hacia mí una vez más.

—¿Te molesta que Nanon este conmigo y no con Samanta? —susurré, para que solo ella escuchara.

—¡Ustedes dos me dan asco! —gritó finalmente —¡Son lo peor, una basura!

Y como cereza del pastel, me dio una cachetada. El director general salió apenas escuchó tanto alborotó, y sorpresa, todos saben que él tiene novio ¿Cómo? No estoy seguro, el hombre mantiene su vida bastante privada, pero el chisme puede todo dicen.

A ella la regañaron fuertemente frente a todos por el escándalo que estaba armando en el trabajo, mientras que a mí me dejaron salir antes para evitar más problemas. ¿Qué podía salir mejor? Nada.

Aunque bueno, aún tenía que aclarar las cosas con un chico en particular que caminaba a mi lado, con la mirada fija en mí.

—Me besaste —dijo una vez que estabamos lo suficientemente lejos.

—Sí, yo... No te enojes, déjame explicarte primero, ¿Sí?

Nanon frunció el ceño, mostrando su confusión, pero no se negó a escuchar mi explicación. Su expresión fue cambiando de perplejidad a una mezcla de diversión y enfado.

—¿Y no se te ocurrió un plan mejor que hacerme pasar por tu falso novio? ¿Otra vez?

—Excelente plan, ¿No crees?

—Eres el peor —aseguró con una sonrisa —. Debo irme a trabajar ahora, nos vemos.

Se dio la vuelta dispuesto a irse, pero de repente se detuvo, quedando inmóvil en su sitio durante unos segundos, y cuando pensé que seguiría su camino, regreso hacía mi, dándome un beso en los labios que duro apenas unos segundos.

—Nos vemos después, novio falso.

Y después de decir eso, se fue, dejándome ahí parado como un bobo con una sonrisa enorme en el rostro.

La casa estaba en silencio para cuando llegué, el cielo ya estaba oscuro en ese entonces, ya que en lugar de regresar a mi casa directamente pase por una plaza cercana para distraerme un poco

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

La casa estaba en silencio para cuando llegué, el cielo ya estaba oscuro en ese entonces, ya que en lugar de regresar a mi casa directamente pase por una plaza cercana para distraerme un poco. Todavía no podía sacarme de mente lo ocurrido: como bese a Nanon, como él me beso. De tan solo pensarlo me daban ganas de repetirlo, muchas muchísimas veces. ¿Se supone que las cosas terminen así?

Pase directamente a mi habitación, con la misma sonrisa tonta que cargué toda la tarde, sin embargo, apenas prendí la luz de mi habitación fue como si todo se congelara. Mi sonrisa desapareció al instante cuando mis ojos se posaron en todas esas fotos adornando las paredes de mi cuarto. En todas ellas salía Nanon y Samanta. Eran las fotos que yo había tomado cuando empezó todo esto. Las fotos en las que salía Nanon discutiendo con Samanta.

Wrong (OhmNanon)Where stories live. Discover now