48. Conociendo la derrota

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Cuando Ruslana se levantó del sofá sin avisar tomando camino hacia la cocina, Chiara vió la oportunidad perfecta para hablar con ella a solas. Esperó unos cuantos minutos y enseguida se levantó bajo la atenta mirada de Violeta que prefirió no decir nada ante las intenciones de la ojiverde, los comentarios anteriores de Alex la habían dejado pensativa.

Caminó despacio y se detuvo cuando la miro de espaldas con un vaso sobre sus labios.

–Ruslana.-la voz de Chiara demasiado cerca de ella la asusto provocando que se atragantara con el agua que estaba tomando.

–Lo siento, no quería asustarte.-sobó delicadamente su espalda y el cuerpo de Ruslana se olvidó del motivo por el cual tosía. Dejó el vaso sobre la mesada y se giró para quedar cara a cara con Chiara.–¿Mejor?.-asintió con las mejillas sonrojadas a causa del nerviosismo.–¿Estás bien?

–Sí, no fue nada.

–Me refiero al hecho de tener a Violeta y Naiara en tu casa.-la pregunta tan directa la tomó por sopresa, no pensó que Chiara fuera a darse cuenta de ello.

–Supongo que sí, no me molesta tenerlas aquí.-mintió por compromiso pero el semblante de Chiara se volvió mas serio.

–No me mientas, no me gusta que me mientan.-su corazón se encogió ante el regaño y se frustro consigo misma por lo complicado que era para ella decir lo que realmente sentía.

–¿Cómo sabes que miento?

–Evitas el contacto visual.-Ruslana se sonrojó ante la observación y bajó la cabeza, pero Chiara sostuvo su mentón para levantarla de nuevo.

–Tienes razón. Si me molesta tenerlas aquí, especialmente porque quería pasar más tiempo contigo.-se permitió abrirse y al notar el brillo en los ojos de Chiara, no pudo evitar perderse en ellos.

–Gracias por tu honestidad.-Ruslana se felicitó a si misma con la promesa de no ocultar más sus sentimientos ante Kiki.–La pasé muy bien hoy, me gusta estar contigo.

Ruslana sentía que estaba en un sueño ahora mismo. La intensidad en la mirada de Chiara la estaba matando, y la confesión reciente la tenía sonriendo como idiota.

–Entonces... ¿si te gustaría tener otra cita?.-se agradeció internamente por no haberlo dicho en plural, sus palabras y su cerebro estaban desconectados.

–Por supuesto que sí.-respondió con obviedad sonriendo tímidamente. Fue su turno de bajar su cabeza, y el turno de Ruslana de levantarla nuevamente. Chiara fue la primera en bajar la mirada hasta sus labios y todo el cuerpo de la pelirroja le ordenaba que actuara. Se acercó lentamente tomando su cuello en busca de alguna desaprobación, pero la mirada de Chiara jamás se movió de lugar, al contrario, relamió sus labios en espera del acto. Sus respiraciones entremezcladas, el fuerte latido de sus corazones y sus mejillas rojas fue la respuesta de Ruslana, y cuando estaba por cerrar los ojos una exaltada Naiara aparecía en escena.

–¡Chiara!.-ambas chicas se separaron bruscamente por el susto de haber sido descubiertas, pero cuando Ruslana dirigió su mirada hasta Naiara se dió cuenta de que la chica ni se había percatado de lo que había estado por ocurrir, en cambio, detrás de ella la acompañaba Violeta que tenía la mirada perdida en el suelo, y podía jurar que ella si lo había visto todo.–Recordé algo, y necesito preguntártelo para salir de la duda.-Chiara no despegaba su mirada de Ruslana, importándole poco lo que ocurría a su alrededor.–¡Chiara!

–Sí, dime.-se obligo a si misma a cambiar la dirección de su mirada, y cuando recayó en Violeta se dió cuenta de como miraba a Ruslana como si quisiera lanzarse sobre ella.

–¿Recuerdas cuando me hablaste sobre una pelirroja?.-una confundida Chiara asintió mientras trataba de recordar.–Dijiste que te gustaba su cabello, y que era muy atenta contigo.-las mejillas de Kiki se volvieron rojas recordado ahora sí a la persona de la que hablaba.–¿Era una de ellas?

–Sí.-confesó, y notó como Violeta cambiaba el fuego de su mirada por uno más pacífico ante ella. La miraba de manera atenta como si esperara algo de ella.

–Bueno, ¿y quién de las dos era?.-Ruslana la escuchaba hablar, pero realmente su mente repetía en bucle lo vivido hace unos momentos, nada de lo que dijeran podría bajarla de su nube. En cambio, Violeta la observaba con un brillo de esperanza en sus ojos, cómo si la respuesta fuera demasiado importante para ella, es por ello que no logró entender como todo eso se apagó en cuestión de segundos cuando respondió.

–Hablaba de Rusli.-la mencionada levantó la mirada al escuchar su nombre salir de los labios de Chiara y todo su cuerpo experimentaba las sensaciones mas agradables que alguna vez pudo llegar a sentir.

Violeta estaba mareada, su cabeza le daba vueltas y comenzaba a sentir una presión en su pecho....¿era eso la derrota? Sin esperar una palabra más salió disparada de la casa de Ruslana dando un portazo inconscientemente provocando que todas se sobresaltaran.

–¿Esta bien?.-una preocupada Chiara fue hasta la puerta, la abrió pero no había rastro de Violeta por ningún lado de la calle.

–Iré a buscarla, no debe haber ido tan lejos.-las demás asintieron.–Creo que mejor nos retiramos de la pijamada, chicas, que pasen buena noche.-Naiara se despidió de un corto abrazo y salió sin mirar atrás.

Kivi/Ruski INSTAGRAMWhere stories live. Discover now