70. ¿Qué somos?

853 52 6
                                    

Ruslana soltó inmediatamente su celular cuando noto la silueta de la chica que le robaba los suspiros acercándose. Bebió de su botella de agua fingiendo no estar esperando.

–Ruslana.-la llamó en un tono determinante que la alerto por unos segundos. Dejo la botella a un lado de ella y bajo la mirada espectadora de Naiara, Chiara continuo.–¿Qué somos?.-justo cuando estaba por pasarse el agua comenzó a toser sin control.

Naiara le hizo una seña de emergencia a Violeta que se encontraba en la otra esquina del salón sin entender que estaba pasando.

Ruslana sintió unas fuertes palmadas en su espalda cero amistosas e inmediatamente supo que no se trataba de Chiara pero que le ayudaron un poco a recobrar la postura.

–De...¿de qué...¿de qué hablas, Kiki?.-preguntó como pudo ante la mirada inocente de la ojiverde. A su lado, sentía como Naiara hacía señales al aire pero prefirió centrar toda su atención en la chica frente a ella.

–Es solo que...estoy confundida. Me dijiste que yo te gustaba, pero creo que todo sigue igual entre nosotras.-Ruslana no estaba segura de si el tono de su voz era de reproche, pero la seriedad de Chiara hizo que aquella idea ocasionara que su corazón comenzara a latir con más fuerza.

–Kiki, ¿tú...-trataba de buscar el mismo valor que salió de quien sabe donde cuando le confesó sus sentimientos por primera vez. El pánico que se había apoderado de ella, el brillo en los ojos de Chiara, el silencio que le pareció eterno y el cómo la terminó por atraer en un reconfortante abrazo mientras escondía su cara en su cuello con una sonrisa. Ese recuerdo aún permanecía vivo en el cuerpo de Ruslana, y cada vez que lo recordaba le generaba miles de sensaciones agradables que desde ese día deseo que se pudieran repetir, sin embargo, el miedo a arruinarlo fue más grande para ella, y es por eso que prefirió no dar ningún otro paso y esperar que por obra del destino las cosas se fueran dando con naturalidad, lo cual fue una terrible idea puesto a que las citas disfrazadas con salidas de amigas, los abrazos más largos de lo normal, las miradas cómplices y las veces en que sus manos se encontraban por si solas, nunca pasaron a ser nada directo.–¿Tu quieres que eso cambie?.-Chiara estaba segura de su respuesta, lo noto cuando vio que estaba a punto de responder hasta que una cuarta persona se unió a la escena.

–¡Chicas!.-Ruslana rodó los ojos con frustración tomando nuevamente la botella para aplastarla.–Tengo una idea.

–Dinos, Violeta.-pidió Naiara siguiéndole la conversación. Por supuesto, pensó Ruslana, todo aquello había sido solo una falsa invitación para sacar ventaja sobre Kiki a costa de ella. Ahora estaba más que segura.

–Deberíamos componer las cuatro juntas.-propuso tocando suavemente el hombro de Chiara que nos despegaba su mirada de la otra pelirroja que seguía desquitándose con la botella.

–Es una buena idea.-sonrió en dirección a Violeta y la chica le respondió gustosa de la misma manera.

–Vamos entonces.-le tendió su mano y Chiara lo pensó unos segundos antes de finalmente tomarla.

Cuando Violeta estaba por avanzar, la ojiverde se detuvo y giró su cuerpo en dirección a una Ruslana que aun permanecía sentada con la mirada perdida.

–¿Rusli?.-la nombrada levantó la cabeza chocando con la unión de sus manos y la mirada triunfadora de Violeta.

–Dime, Chiara.-ignoró por completo la presencia de la otra chica notando como la ojiverde luchaba internamente ante lo que quería decir. Sonrió enternecida sin esperarse que sus palabras la fueran a dejar sin aire después.

–Mi respuesta es sí.

Kivi/Ruski INSTAGRAMWhere stories live. Discover now