14- Edward Cullen. Parte 4

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Narra Omnisciente

Nuestra joven genio llegó agotada y adolorida a casa. 
La armadura había quedado con varias cosas rotas. Esos Cullen si que tenían fuerza.

Se sentó en el sillón después de quitarse la armadura y curar una de sus heridas y quedó pensando en lo que había ocurrido.

Narra T/N

Los vampiros existen. Los Cullen son vampiros y los hombres lobo igual.

Esto es fascinante y a la vez aterrador. Debería hablarlo con Steve, no sé si estás cosas son una amenaza para las personas. Si es así, los vengadores tendremos que encargarnos de ellos.

-Creo que tengo más heridas de las que pensaba- dije al sentir como mi cuerpo dolía en todos lados.

Iba a pararme para ir a buscar más vendajes cuando Viernes me habló.

-Señorita, hay alguien acercándose, al parecer es el Señor Edward Cullen- ¿Edward? ¿Qué hace aquí?

Me asomé a la ventana y lo vi acercándose, caminaba mirando el piso, con las manos en los bolsillos. De la nada levantó la cabeza, tal vez sintió mi mirada. De nuevo me miraba con lo que parecía dolor, temor, no sabría decirlo.

Tal vez vino a terminar lo que su familia y lobos no pudieron. Si es así, estoy perdida, estoy demasiado agotada. 

-Hola- habló fuerte cuando estuvo cerca de la puerta- Se que debes tener muchas preguntas, incluso debes estar asustada, pero te prometo que no vengo a hacerte daño, solo quiero ver si estas bien. 

Lo pensé un poco, a juzgar por la fuerza que mostraron hace unos minutos, él podría derribar la puerta fácilmente. El que esté pidiendo permiso me da un poco más de confianza en lo que dice. 

-Viernes, abre la puerta- se escuchó como siguió mi orden y la puerta quedó libre- pasa Cullen.

La puerta se abrió lentamente mientras yo me iba a sentar de nuevo al sillón. Edward entró con cautela, viendo todo a su alrededor. En cuanto su mirada se posó en mí, sus ojos demostraban arrepentimiento. 

-Discúlpame por eso- dijo haciendo referencia a mis múltiples heridas- no era nuestra intención lastimarte.

-¿No? Tus hermanos no pensaban los mismo- dije con sarcasmo.

-Lo sé, lo siento. Debíamos detenerte, descubriste lo que somos, no podíamos dejarlo así- se sentó en el sillón individual.

-No le iba a decir a nadie si eso pensaban, a menos que...- iba a continuar pero un dolor agudo me atravesó el cuerpo. Esa caída que provocó Alice si que me lastimó. 

-Estas mal, tengo que llevarte a mi casa, con Carlisle- habló el castaño con preocupación, a la vez que se acercaba.

-Alto ahí rarito- dije apuntándolo con el guante- ¿Piensas que voy a ir a tu casa después de lo que pasó?

-Mírate, estas muy herida, déjame ayudarte- suplicó- no debes temer, mi familia no te hará daño, solo queremos hablar contigo, mientras Carlisle puede curarte.

Iba a negarme de nuevo cuando otro dolor me atravesó todo el cuerpo.

-Esta bien colmillitos, dejaré que me ayuden- dije poniéndome de pie con su ayuda- vámonos rápido que me duele demasiado.

Salimos de la casa y nos subimos a mi auto, en todo momento tenía mi mano derecha cubierta por el guante de mi traje, en caso de tener que defenderme. 

Luego de unos minutos llegamos a una casa gigante, parecía del tipo de casa que nos gustan a papá y a mí. Edward me ayudó a bajar del auto y me sostuvo para ir caminando hasta la puerta. Esta se abrió antes de que lleguemos y salió una mujer castaña con sonrisa amable. Sin duda era Esme Cullen.

One Shots Marvel/Crepúsculo {ACTUALIZACIONES LENTAS}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora