CAPÍTULO 25

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El momento de que los alfas regresaran al trabajo llegó, Louis y Liam estaban completamente recuperados.

Liam informó que la omega amiga de Zayn había terminado sus declaraciones, ahora era el turno de Trisha.

La pobre chica estaba sola, fue raptada de un pub donde trabajaba como mesera, Grace es una omega muy hermosa y encantadora.

Cuando Niall escuchó la historia se conmovió y le ofreció un puesto en las clínicas. La chica aceptó gustosa y estaba muy agradecida, Liam igual brindó su apoyo por el cariño que sentía a Zayn, le ayudó con la renta de un departamento que se ubicaba cerca de ellos.

Ahora los tres omegas y el pequeño alfa se encontraban en casa de Niall mientras sus alfas estaban en las oficinas.

Louis abrazó por un largo rato a Harry, le dejó muchos besos con la perfecta excusa de que así no lo iba a extrañar, además, lo marcó con su aroma y muy feliz le obsequió una fina pulsera de oro con el dije de un libro con diamantes. —Es para recordarte que me encanta tu aroma, cariño. —Le dijo y besó sutilmente su cuello.

Harry se ruboriza por completo, y agradeció con un casto beso sobre sus labios, el alfa sonrió. —Eres todo un atrevido, Styles. Me encanta, amor. —Harry suspira feliz y se abraza a su torso.

Después de eso, el alfa salió de casa junto a su hermana.

Harry empezaba con la promoción de sus postres, Niall no mintió cuando dijo que sería su mejor cliente, el omega encargó un total de 6 pasteles para enviarlos al personal de la clínica como agradecimiento a su labor y aprovechó para hacer promoción a su amigo adjuntando unas tarjetas y un número de referencia para hacer pedidos.

El otro día Louis le obsequió un celular, no ha puesto mucho de sí para aprender a manejarlo y no es que no lo desee es que nunca tuvo uno y le es difícil ponerse al corriente con toda la tecnología.

—Niall deja de comer tanto betún te hará daño. —reprendió el ojiverde con cariño.

—¿Yo? —pregunta con rastros de su fechoría en la comisura de sus labios.

—Si amigo, yo sé que te encanta, pero debes cuidarte, ¿sí?

—Bien, pero si mi bichito sale con carita de dulce de leche será tu culpa por no dejarme comer, la verdad yo no entiendo por qué tanto problema con que coma un poquito de más. No es como si yo quisiera acabar con todo de una vez, no claro que no.

Niall hablaba seguro. —Porque yo debo establecer mis límites y cuidar a mi bebé para que crezca sano y fuerte, así como estos actores que la hacen de superhéroes de mis películas favoritas, mi sabor favorito de betún es el de chocolate, una vez comí de fresas, pero en realidad no fue mi agrado. Ahora quiero comer fresas con chocolate, no mejor con crema.

Harry y Zayn únicamente sonreían.

El parloteo de Niall parecía no tener fin. —Cuando yo era más pequeño, mi mamá no me dejaba comer muchas cosas azucaradas porque decía que me volvía como un pequeño correcaminos; sin embargo, yo no creo que eso…

Emy balbuceaba sentado en el piso jugando con una paleta, se quedó viendo a Niall y a los gestos que hacía al hablar, dio una carcajada al escuchar lo rápido que el omega hablaba. Harry acarició su cabeza dejando un tierno beso en su pequeño.

Niall lo vio enternecido. —Ven. —señaló al cachorro—. El pequeño alfa está de acuerdo conmigo, ¿verdad amor lindo?

Emy se sonrojó, se apoyó en sus manitas para ponerse en pie y se fue a esconder a las piernas de Harry.  Su mami le regala una sonrisa que muestran sus hoyuelos y Emy la devuelve, lo toma en brazos y él se recuesta en su pecho.

CENIZAS (LT) Where stories live. Discover now