Manhattan, Nueva York, EEUU
Marzo 2023El viernes era sin ninguna duda el día favorito de June, y sobre todo a esa hora, cuando por fin salía del colegio.
La sonrisa de la pequeña se agrandó y sus ojos se iluminaron al ver a Lorenzo en la puerta del colegio esperando su salida.
Además había llevado consigo la bicicleta nueva que él mismo le había comprado a la niña hacia apenas una semana.
June corrió ilusionada hacia el argentino en busca de uno de esos abrazos llenos de mimos y besos que él siempre le daba.
-¿Cómo fue el colegio vida mía?
-Súper bien. -Le respondió la pequeña desde los brazos del hombre a la vez que, hábilmente, se quitaba su mochila para que ahora fuera Lorenzo el que la cargase. -¿Podemos ir al parque a montar en la bici?
-Podemos ir donde querás, pero antes hay que ir a casa a por mamá y a por la merienda.
-¿Pero puedo ir a casa con la bici no?
-Si, pero con cuidado. -El hombre dejó a la pequeña en el suelo para cargarse la mochila de esta a la espalda. -Y sin correr mucho eh.
-Que si. -Le respondió June sin tardar mucho más en subirse a su bicicleta nueva para ir en esta a casa.
Desde hacía un mes, que Miriam y Lorenzo habían comenzado una relación seria, era muy habitual presenciar escenas cotidianas de June con el argentino.
El hombre estaba muy implicado con el cuidado de la pequeña, y Miriam lo agradecía enormemente, era un respiro tener otra persona para ayudarte en el día a día con una niña.
Tras el recorrido de 15 minutos con Lorenzo andando siguiendo a June montada en bicicleta ambos llegaron al apartamento en el que madre e hija vivían desde hace 4 meses.
-Mamá. -June entró a la casa como un terremoto una vez Lorenzo abrió la puerta principal.
-Shhh... Que mamá aún está durmiendo la siesta. -Le riñó el hombre al ver que Miriam seguía dormida en el sofá en la misma posición en la que la había dejado hace poco más de media hora.
-Pero hay que despertarla para ir al parque...
-June cariño, la mamá está cansada. -Lorenzo se agachó a la altura de la pequeña acariciándole las mejillas con cariño intentando que entendiera el porque no podía despertar a su madre. -Vamos a dejar que duerma hasta que despierte, y mientras vos y yo preparamos de merendar lo que querás.
-¿Podemos hacer tortitas con chocolate?
-Por supuesto que sí amor mío.
Tras quitarse las zapatillas de la calle para estar más cómodos y ponerse cada uno su delantal, Lorenzo cogió a June para subirla en la encimera y que la pequeña lo ayudase desde ahí como siempre hacían.
-¿Un día que tenga cole podemos hacer también tortitas para llevarlas en mi tupper del almuerzo?
-El jueves próximo y así las llevás de almuerzo el viernes. -Respondió el hombre recibiendo un enérgico asentimiento por parte de June acompañado de una sonrisa.
-Sabes que el día que me hiciste el sandwich de unicornio mi profe me dijo que era super cool y yo le dije que me lo habías preparado tú. -Confesó la niña sacándole una sonrisa al hombre.
-¿Y estuvo rico?
-Si, porque era de queso. -Respondió la pequeña mirando ligeramente a su madre para asegurarse que seguía dormida y no la iba a oír. -Es que a mi me gusta mucho el queso, pero a mamá no le gusta y entonces no tenemos en la nevera porque no compra.
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Eres mi debilidad [Miriam²]
FanfictionNueva York cuenta con más de 8 millones de habitantes, pero el destino es caprichoso, y de entre millones de personas decidió juntarlas a ellas.