Capítulo 5

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—Maddie. —Will la llamó. Ella se acercó a la cama de él y se sentó a su lado. Los dormitorios estaban en silencio, con todos ya dormidos excepto ellos dos.

—¿Si?

—¿Qué pasa con Cuatro?

—¿A qué te refieres? —preguntó ella confundida. Era obvio que sabía a qué se refería el chico, pero prefirió hacerse la tonta. Sin embargo, él lo notó.

—Vamos Maddie. Veo como te mira. Él y Eric. No despegan su mirada de ti en cuanto entras en la sala de entrenamientos, están siempre pendientes de que estés bien... eso no es normal en ellos. Ya lo sabes.

—Es solo que... no sé. Cuatro es muy majo y me parece buen chico aunque quiera aparentar que es duro. Eric, por otro lado, es borde. Mucho. —Eso hizo reír al chico a su lado. A estas alturas, él le había hecho un hueco a su lado y ella se había tumbado con él. Ambos apoyados en sus codos y de lado, mirándose el uno al otro.

—Prueba a hablar con él. No creo que te mate con eso. Espero que no, por lo menos. Es muy difícil encontrar una mejor amiga.

La chica sonrió sorprendida y con ternura al chico. Ella nunca había tenido un mejor amigo. Lo más parecido a un amigo que había tenido fue su hermano, y no siempre sentía que podía contarle sus secretos.

Will, sin embargo, se había vuelto como su hermano postizo en ese poco tiempo que llevaban juntos. Desde el primer momento, fue como si una conexión los uniera en un lazo de hermandad. Él no podría vivir sin ella, y ella no podría vivir sin él.

—Te quiero, Willy. —Murmuró abrazando al chico.

—Y yo a ti, Maddie.

⚔️

Lanzamiento de cuchillos. Una de las mejores habilidades de Tris y de las peores de Al. Maddie había podido notarlo la primera vez que vio al chico lanzar el cuchillo. Su postura era mala, y eso hacía que su puntería fuera todavía peor. Eric pareció no quitarle el ojo de encima al pobre chico. Ella sabía lo que eso significaba.

Suspiró antes de tirar otro cuchillo a la diana y dar en el medio.

—Felicidades, Maddie. —Chris la felicitó.

—Gracias, a ti tampoco se te da mal. —Dijo mirando los cuchillos clavados en la diana de la chica.

—Ponte frente a la diana. —Se oyó la voz de Eric interrumpiendo la conversación.

Al caminó al centro de la diana mientras Cuatro agarraba unos cuchillos, básicamente obligado por Eric.

Tris se interpuso, antes de que siquiera el primer cuchillo fuera lanzado, provocando una mueca preocupada de su hermana.

—Tris, no.

Pero ella la ignoró, parándose frente a la diana en la que Al estaba antes parado.

Cuatro lanzó los cuchillos, tratando de no darle a la rubia, aunque no pudo evitar hacerle un pequeño corte en la oreja.

—Ganas puntos por valentía, pero los pierdes por abrir la boca. Entrenamos soldados, no rebeldes.

Y con eso dió por terminado el entrenamiento. Maddie se acercó a Eric y Cuatro.

—¿Por qué has hecho eso?

—¿Disculpa?

—¿Por qué obligarlos a ponerse delante de una diana?

—La valentía es una cualidad que entrenamos en osadía, iniciada.

—Y sin embargo, cuando la usamos, nos quitas puntos. No lo entiendo.

—Ni tienes por qué hacerlo. Solo debes seguir órdenes.

La chica quiso decirle algún que otro insulto, pero se calló. Cuatro le había advertido que tratara de evitar problemas con Eric. Así que, dándoles una última mirada a Eric y a Cuatro, quién se encontraba pendiente de la conversación, salió de ahí, bajo la atenta mirada de ambos.

Virago | DivergenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora