Madeline Prior es la hermana melliza de Beatris y Caleb.Es inteligente, valiente, sincera y tranquila.
Cuando cumple los 16 años, es el momento de elegir una facción definitiva, pero no sabe cuál elegir.
"-No sé si podré con esto, Tris. -Admite la...
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—¡Peter contra Tris! —La voz de Eric llama la atención de todos en la sala. La morena se gira a ver preocupada a su hermana.
—Tris. —La llama antes de que esta suba al cuadrilongo. —Recuerda, patada a la cara en cuanto dé el primer puñetazo. Sé rápida.
La rubia asiente con una sonrisa. Confiaba en su hermana. Sube con cuidado y mira de frente al chico, que lleva una sonrisa arrogante. La pelea empieza con un puñetazo de Peter que Tris no logra esquivar. Maddie hace una mueca al ver a su hermana. Sin embargo, vé cómo logra esquivar el siguiente golpe y le propina a Peter una patada en la cara, como ella le había dicho. El chico se tambalea hacia atrás, desorientado. Tris aprovecha para darle otra patada en la rodilla, haciendo que caiga al suelo. Pero se recupera rápido y se tira encima de ella, usando la misma estrategia que había derribado a Maddie días antes.
—Venga, Tris. Ataca sus costillas. —Susurra. Y como si su hermana pudiera oírla, obedece y le da un puñetazo que le derriba.
Minutos después, Peter gana la pelea, después de volver a inmovilizar a la rubia y darle patadas en las costillas hasta que se desmayó.
Maddie y Will corren a por Tris. Chris va detrás de ellos hacía la enfermería.
—¿Crees que estará bien? —Chris le pregunta a la morena.
—Por supuesto. Ella es fuerte. Te aseguro que mañana ya estará haciendo locuras suicidas otra vez.
Los tres ríen antes de retirarse de la sala, dejando a la enfermera trabajar.
Maddie se despide de sus amigos para subir a la azotea a descansar un poco.
—¿Está bien? —Una voz pregunta a sus espaldas. Ella se sobresalta, girándose a ver a Cuatro. —Perdón.
—Sí, ella estará bien. Solo necesita descanso.
Ambos se quedan ahí un rato más, admirando la puesta de sol en un silencio cómodo.
—La has ayudado mucho. —Maddie le mira, aunque él todavía tiene la mirada clavada en el horizonte. —En la pelea.
Ella se encoge de hombros. —No ha sido para tanto.
—Claro que sí. Sabías dónde atacarle y Tris ha podido salvarse de mucho más dolor.
La chica se queda en silencio, agradeciéndole por sus palabras.
—¿Cuatro? —Le llama. El chico se gira a mirarla, demostrando que la está escuchando con toda su atención. —¿Cuál es la siguiente prueba?
—Superación de miedos. La mayoría se enfrenta a cinco o seis de sus peores miedos y debe superarlos.
—Entiendo.
—En esta prueba es donde... —Parece pensarse si decirlo.
—¿Dónde qué?
—Donde cazan a más divergentes cada año.
—¿Cazarlos?
—Los llevan a Erudición y ya te puedes imaginar lo demás, ¿no?
Ella asiente, sintiendo un escalofrío subir por su columna. Su hermana y ella, sometidas al peligro de que Erudición acabe con ellas.
—Eric es el que se encarga de eso. —Añade.
<<Por supuesto que sí.>>
—¿Has hablado con él desde lo de ayer?
—No. —Admite con una pequeña sonrisa. —Sé que si lo hago solo conseguiré enfadarme y acabar discutiendo.
Él ríe y asiente. El primer día que la vió supo que ella no estaba destinada a Eric. Aunque a él tampoco. Ella era dulce y amable, todo lo bueno que ninguno de ellos era. No podía estar destinada a Eric y a él, ¿no? Ella no merecía sufrir por sus elecciones.
