3Đ {Jimsu}

9º

Yoongi se sentía incómodo, no sabía cómo actuar, las cosas no debieron de ser así, estaba matándolo Joder, se estaba volviendo loco. Camino paso a paso hacia el otro salón, sabía que no debía pero necesitaba la otra parte del trabajo, había estado ignorando a Jimin las últimas semanas y unos días, no tenía ganas de escuchar alguna mierda proveniente de Park.

—Hola,—Fue lo único que pudo articular de la mirada incómoda cuando se topó con Jimin antes de llegar a su destino.

—¿Hola?, es enserio Yoon, me ignoras y ahora me vienes con un maldito "hola" qué pasa contigo.—declaró Jimin molesto.

—Solamente estaba ocupado, lo siento, estoy mudándome por cuestiones personales.—murmuro no sabía porque tenía que darle explicaciones a Jimin, pero ahí estaba él haciéndolo.—Cosas que pasan.

El pelinaranja lo miró con la ceja alzada soltando un suspiro, para tomarlo de la mano y guiarlo hacia un lugar más alejado. Haciendo a Yoongi mirarlo confundido, estaba nervioso no sabía que pasaría, pero esto era asfixiante.

El pelimenta iba hablar cuando Jimin junto sus labios nuevamente acercándolo a él, mientras que las manos de Yoongi iban hacia el cuello del contrario, las manos de Jimin se posicionaban en su cintura, sujetándola mientras se ahogaban suspiros entre sus labios, la sensación era ardiente. Sus labios chocaban con descontrol mientras que sus lenguas se emparejaban, sus salivas estaban mezcladas, mientras el sabor de sus bocas explotaba de manera gloriosa en sus cinco sentidos. Las manos de Jimin viajaron hacia su parte trasera, y cuando se separaron el pelinaranja le dio una sonrisa.

—Te extrañe, el culo de tu hermana no es tan estrecho cómo el tuyo bebé.—Dijo Jimin haciendo caer en la realidad al pelimenta.

Un golpe fue dado en el rostro del contrario.—Eres un imbecil, ¡eres más que un imbecil!—murmuro Yoongi forcejeando para alejarse del cuerpo del contrario.

Jimin se dio cuenta de su error a la hora de expresarse hacia Yoongi, intentó acercarse pero el chico blanquito no se lo permitió.

—Hey, bebé no era lo que quería decir, espera déjame explicar las cosas, quiero que me entiendas ósea si tu agujero es genial y, te juro que cuando estoy con alguien pienso en ti.— otra manera mal dicha de hablar de Park, para tratar de aclarar la situación.—Yoon te quiero.—murmuro al ver que el pelimenta arreglaba sus ropas desordenadas e intentaba alejarse, mientras que Jimin aún lo sostenía del ante brazo.

—¡Suéltame!, suéltame carajo, no debí ver a buscarte, no debí, no debí pensar que ibas a cambiar, solamente dame el maldito trabajo y esto se acabó, no quiero saber más de ti, no quiero volver a verte Park Jimin.—murmuro en sollozos, mientras intentaba alejarse.

—No, no espera déjame explicarte las cosas bien, sé que no me quisiste hablar por lo qué pasó y también por mi manera infantil de esparcir rumores sobre ti, se te dije que te iba dejar en paz, pero ¡joder! No puedo yoon, me tienes cómo un loco pensando en ti, me tienes mal, y si soy un idiota que no puede expresarse, pero yo quiero que sigamos follando,—mencionó para ver el rostro del chico blanquito negar mientras su mirada seguía fija en él.—quiero que me entiendas esto es difícil, podríamos salir a escondidas y mantener un trato entre nosotros, hasta que sabes me sienta listo ¿lo entiendes verdad? Somos coreanos, deberías entenderlos las leyes que nos enseñaron son así y entonces difícil.

Yoongi soltó una carcajada que se sentía tan amarga como la hiel, para luego tomar la mano de Jimin.—no quiero ser solamente un agujero para que te desahogues, si no me quieres de verdad, realmente lo entenderé, más que por el trabajo, tú y yo no tenemos que tener ningún contacto, quiero que sepas que si no eres lo suficiente para gritarle al mundo que me quieres, no deseo tener nada contigo, porque si crees que vas a venir a destruirme cómo venganza cómo los demás, quiero decirte que yo no te necesito a ti, cómo tú lo crees.—murmuro soltándose de la mano del pelinaranja, soltando una risita.—Ah, y jimin,— dijo quedándose parado un momento en la puerta, mientras que el chico lo miraba.—No estamos en Corea, esos pensamientos no son válidos aquí, si no me quieres está bien, pero no me voy a malgastar por un niño que no sabe que realmente quiere y solamente piensa con la polla.