IMPOSTOR (SUNSUN)

I

SUNOO

¿Alguna vez has tenido en tu vida a una persona que simplemente te altera los nervios? Realmente no tienes ninguna explicación de por qué te hace querer quitar la pintura de las paredes, simplemente lo hace. La mera existencia de esta persona te irrita hasta el punto de la rabia que te hierve la sangre y te encrespa los dedos de los pies cada vez que lo tienes cerca. Tengo a una de esas personas: el agente especial Park SungHoon. Como es innegable que es atractivo, tal vez el que te encrespe los dedos de los pies sea un mal ejemplo. No quiero darle ese crédito. Además, recibe suficientes elogios de la especie femenina. Por la forma en que las mujeres acuden a él, pensarías que nunca habían visto a un hombre de metro noventa y dos, cabello oscuro, ojos oscuros como la noche, hasta que él entra en la habitación. No voy a decir que es un cretino, a pesar de que cumple con todos los criterios de definición, porque a menos que sea una situación de vida o muerte, normalmente no maldigo. No soy un mojigato. Simplemente creo que las palabras deben tener un significado apropiado. En lugar de cretino, él es equivalente a "te comiste la última papa frita y me dejaste la bolsa vacía". Eso es una verdadera molestia. ¿Quién decidió lo que diríamos para transmitir nuestra molestia? Tenían un trabajo, y me fallaron. Nos fallaron a todos. Necesitamos nuevas palabras de maldición, porque esto es lo que él me hace: me molesta tanto, que necesito nuevas palabras para cuantificarlo. Es tan... es un... un vello intimo atorado en tu zipper mientras la página de internet no carga. De acuerdo, tal vez necesito una lección de insultos, pero hasta que se inventen nuevas palabras, me centraré en obtener la promoción que merezco. Para asegurarme de que mi jefe entiende lo en serio que voy al respecto, me desperté una hora antes, fijé mi cabello con dos manos llenas de gel y me puse a trabajar antes de que alguien más llegara. No le voy a dar al director la opción de negarme la oportunidad de trabajar en el campo y fuera del escritorio. Si se niega, voy a señalar cómo he estado diez minutos antes, todos los días, durante los últimos tres años en este departamento, y voy a destacar todos mis logros, así como recordarle que fui yo principalmente quien cerró el caso de extorsión de Mitchell. Eso debería haber sido suficiente para que me ascendieran. También lo habría sido, si no hubiera sido por el agente Park, la perdición de mi existencia, quien se deslizó en el último momento, de esa manera varonil que tiene, con una pista de una fuente anónima que cerró el caso herméticamente.

—Buenos días, Lee —saludo al conserje, mientras me apresuro hacia la oficina de mi director, hacia mi promoción.

—¿No hay buenos días para mí? —La voz suave que puede excitar a todas las chicas dentro de un radio de doscientos kilómetros mientras a mí me apaga exactamente al mismo tiempo, exhorta desde detrás de mí. Mis botas se detienen en seco. Cuando me giro, no veo más que a Park SungHoon, en carne y hueso, con unos vaqueros y una camiseta negra que abraza sus bíceps en el pasillo.

—¿Por qué estás aquí tan temprano? —cuestiono mientras él cierra la distancia. Él nunca llega temprano. Los agentes se visten para mezclarse con su entorno, por lo que hoy debe estar trabajando en las calles. Entonces, ¿por qué no está en la calle? Sus labios perfectamente arqueados se levantan en una media sonrisa.

—Me alegro de verte, Sunnie —No es bueno verme; está mintiendo. Puedes escuchar las falsedades goteando de la forma demasiado amistosa en que dice mi nombre, agregando una sílaba adicional allí.

—Igualmente —le respondo, dándole mi mejor sonrisa falsa.

—¿También recibiste el mensaje de Namjoon? —pregunta.

—Por supuesto —Casualmente, llevo mi mano a mi bolsillo para agarrar mi teléfono, subrepticiamente buscando un mensaje misterioso que debería haber recibido. Y ahí está, perdido en mi meme diario de citas inspiradoras, un mensaje del director Kim Namjoon, que me pide que llegue temprano. Odio las sorpresas, y esto es un fastidio, pero compongo mis rasgos para no regalar mi confusión interna a SungHoon. Sus ojos se deslizan sobre mi cara como si mi mentira estuviera escrita sobre ella, y luego asiente, lento y presumido. No me gusta su asentimiento. Continuamos el corto viaje a la oficina de Namjoon, y SungHoon llama una vez, me mira y luego abre la puerta.

—Los mentirosos primero —dice en voz baja para que solo yo pueda escuchar. Mis ojos se disparan a los suyos. Por supuesto, está intentando que lo llame... Tendré que pensar una palabra más tarde. Me estiro la chaqueta del traje y paso a la oficina de Kim Namjoon, donde él está sentado con una camisa de vestir blanca y fresca, detrás de su escritorio cuidadosamente organizado.

—Buenos días, señor Kim —lo saludo. Su cabeza se levanta de su monitor y pasa una mano a través de su cabello apenas plateado.

—Siéntense —nos instruye. Me siento en la silla de cuero acolchado que está al lado de SungHoon, y sin un saludo o buenos días, Namjoon revela por qué Park y yo fuimos convocados a su oficina esta mañana —¿Están familiarizados con Highlands? —Asiento, SungHoon también. Todos están familiarizados con la ostentosa comunidad asentada en las estribaciones de las Montañas Rocosas, escondida detrás de una puerta de hierro. Highlands son una clase propia de pueblo. Un pueblo de parejas homo. Nunca he estado allí, pero he visto fotos de algunas de las mega mansiones que adornan cada parcela de tierra disponible —Bien —Deja caer un abultado archivo de caso en su escritorio —Caso 2902, el caso Jeon Jungkook —SungHoon se cruza de brazos.

—¿Jungkook? ¿Está encerrado en una ciudad elegante? —Kim sacude la cabeza.

—No, pero fuentes cercanas a él dicen que quien está lavando su dinero vive en esa colina —Recojo el archivo y hojeo los papeles. Jeon Jungkook es el jefe de la delincuencia organizada más esquivo que jamás haya visto esta ciudad. Los federales lo han estado persiguiendo durante bastante tiempo y no estamos más cerca de atraparlo. Así de bueno es escondiendo sus huellas.

—¿La fuente sabe quién? —pregunto.

—Lo tenemos ubicado en un callejón sin salida, y ustedes dos irán encubiertos —Intento no regodearme. Puedo ver esa promoción en mi camino una vez que descubra al que esté lavando dinero para la mafia y cierre este caso. Fácil.

—¿Encubiertos cómo? —pregunta SungHoon.

—Bueno... —Sus palabras se detienen, y no me gusta el sonido de esto —Los meteremos en secreto en ese callejón sin salida haciéndose pasar por recién casados —La pregunta en la punta de mi lengua se enrolla en mi garganta, y casi me ahogo.

—Espere. ¿Qué? —pregunto, mi cerebro luchando por absorber esta información.

—¿Quieres que Kim y yo pretendamos estar casados? —se burla SungHoon, como si fuera la peor idea del mundo.

—A muchas personas les encantaría estar casadas conmigo —me enderezo, mirándolo fijamente por encima de la nariz.

—Estoy seguro —Los ojos de SungHoon vagan por mis rasgos, y siento que está evaluando los bienes que están a punto de quedar encadenados a él. No puedo evitar preguntarme cómo califico. En una escala de uno a diez, soy un sólido seis, diría. Tal vez un siete hoy en este traje. Frunzo el ceño, despejando el ridículo pensamiento. ¿A quién le importa cómo califico con él? Y no debe estar bien, porque frunce el ceño y se enfoca de nuevo en Namjoon —No puedes estar hablando en serio.

—Oh, lo estoy —Namjoon tira de su corbata, sus ojos hacen ping-pong entre Park y yo —Comenzarán este fin de semana. Hanbin repasará historias y detalles con ustedes esta tarde —Se levanta —Será pan comido. Ustedes dos son los mejores en el departamento, y no confiaría esto a nadie más —Bueno, eso es bueno y todo, pero no es él quien tiene que casarse con el Capitán América por aquí. Sin embargo, soy un profesional y no soy lo suficientemente estúpido como para sabotear esta tarea antes de que empiece por estar en desacuerdo con el hombre que decide si me ascienden —Sunoo —llama Namjoon antes de salir de su oficina —Sé feliz. Te vas a casar —Asiento. Mi promoción se reduce a esta asignación básica, por lo que me aseguraré de que se realice sin problemas.