IMPOSTOR (SUNSUN)

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SUNOO

Me he convertido en una mariposa social. Mi capullo solitario se ha evaporado, y me he sumergido totalmente en este papel. Mis mañanas las paso caminando con los chicos, charlando sobre tonterías, mientras SungHoon finge ir a su trabajo. Estoy viviendo esta vida falsa como si fuera realmente mía. Y odio decirlo, pero estoy empezando a disfrutarlo. Como mis días se dedican a tratar con gente inesperada, para mantener la fachada, incluso preparo la cena, porque no puedo permitir que Jake aparezca y me vea preparando una comida congelada en mi cocina gourmet. Además, realmente me encanta esta cocina, así que ¿por qué no usarla? Hemos estado aquí dos semanas, y hasta ahora, no tengo nada que mostrar aparte de las pantorrillas tonificadas de caminar y una atracción cada vez mayor y problemática hacia SungHoon. Hemos establecido una rutina. Cuando llega a casa del "trabajo", nos comemos la cena que he preparado, y luego él limpia la cocina. Insiste en que, si voy a cocinar, él limpiará. No voy a mentir, eso es sexy. Y mis nuevos "amigos" también lo piensan. El lunes pasado, cuando Jake y Jungwon vinieron sin avisar para una degustación improvisada de un vino muy caro regalado a HeeSeung por un cliente, se quedaron fascinados al ver a SungHoon y a su sexy ser de 1,80 metro de altura fregando una sartén. Todo es muy de pareja, y necesito que alguien me dé información para poder salir de aquí antes de que empiece a creer la mentira.

—¿Te gusta la lila o la mandarina? —pregunta Jake, doblando la esquina de mi cocina donde la central de catering ha sido instalada desde el amanecer para nuestra fiesta de inauguración de esta tarde. Él sostiene una servilleta de lino en cada mano, esperando mi elección. Ves, esa es la diferencia entre nosotros, yo habría dicho púrpura o naranja. Nunca he hecho algo así, así que no sé nada de entretenimiento.

—Las dos son encantadoras, pero lilas —Me fijo en el coordinador del catering —Me gustaría que las mesas de afuera también estuvieran iluminadas con velas de té —Me oigo decir. Para evitar que alguien entre en las áreas de acceso de nuestra casa, es una fiesta en el patio trasero —Además, el clima es perfecto, y sería una pena quedarse en casa un día como hoy —Jake sonríe, satisfecho, como si hubiera pasado una pequeña prueba.

—¿Dónde está tu marido? La gente llegará pronto.

—Trabaja unas horas en su oficina de arriba antes de que empiece la fiesta. Bajará en cualquier momento.

—Ah, bueno. HeeSeung es igual, siempre trabajando. A veces no lo veo en días. Una vez, cambié mi color de cabello y le llevó una semana darse cuenta —Bueno, eso es solo... triste. Como muy triste —Un consejo de casados, asegúrate de apreciar las pequeñas cosas —Se supone que no debo sentir ninguna emoción por los objetivos, pero no puedo evitar sentirme un poco mal por Jake. Tal vez por eso se ha aferrado a mí, porque está solo. Desafortunadamente, no hay tiempo para entrometerse en lo de él y HeeSeung, porque el timbre de la puerta suena. La siguiente hora transcurre en una confusión de conocer a varias personas y ser anfitrión como si hubiera nacido para hacerlo. Actualmente, lo estoy haciendo solo. SungHoon finalmente apareció pero ahora ha desaparecido, dejándome a mí para que me las arregle solo. Todo, hasta ahora, ha sido superficial. Todos los principales sospechosos están aquí, pero también lo está la mitad del vecindario, y solo necesito pasar tiempo personal con Beomgyu. Es un poco más distante que los otros, así que mi objetivo es estar solo con él. SungHoon está seguro de que los Choi no están en la cima, y estoy de acuerdo en que Beomgyu está un poco fuera de lugar, pero no tenemos ninguna prueba sólida. Necesito conseguir algo. Como si pudiera leerme la mente, se me acerca, con el vino tinto en la mano, y ahí es cuando me doy cuenta: una raqueta de oro y un colgante con una pelota de tenis de diamantes alrededor de su cuello.

—¿Juegas al tenis? —pregunto. Él irradia, tocando los costosos adornos.

—Yo no juego, domino —Bueno, está bien entonces.