Lucifer confundió a Alastor con Lilith.
Y ahora Alastor va a tener un hijo del que quiere deshacerse.
(Todos los eventos ocurren después del último episodio de la primera temporada)
Créditos de la portada para mí querida: "Kukaloca" te salió estupe...
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De hecho, Lucifer podía estar seguro de que había cometido un error muy profundo.
¿Y qué había pasado después de exponerse así? Bueno, básicamente Alastor le había preguntado a que se debía ese repentino deseo de estar cerca y que era mejor que dijera la verdad porque sabía que la propia Charlie no lo había estado presionando nuevamente sobre el tema de trabajar juntos, vinculando y confiando.
A lo que él, que había entrado en pánico, solo respondió lo primero que se le paso por la cabeza.
—Clauneck no tiene padre... bueno, lo tiene pero no sabemos quién e..No te lo estoy presionando para que lo digas! Es solo que... Creo que le vendría bien otra figura y que... tal vez, sólo tal vez... ¡podría ser un excelente candidato para ser padre! ¡Realmente lo creo! ¿Que piensas?—
Ahora lo que pensó. Esas últimas palabras podrían haber sido lindo añadido a su apresurado argumento, pero obviamente sus nervios no se lo permitieron y cuando menos lo esperaba, Alastor ya estaba retrocediendo enojado. Y desde entonces no había vuelto a hablarle, ni siquiera por las apariencias y todos se habían dado cuenta.
Mierda, Io había jodido.
Incluso su propia hija le afirmó que así lo había hecho cuando se atrevió a contarle lo sucedido y las cosas que dijo sin pensar demasiado en la mentalidad independiente y el gran ego del demonio.
Lo único que lo consoló fue que después de eso, Charlie le había dado un fuerte abrazo y un consejo de que todo lo que ha dicho sin pensar se puede arreglar, solo tenía que buscar el momento exacto para volver a establecer el tema y pedirle las débiles disculpas.
El problema ahora era encontrar ese momento.
Y ya estaban en su segunda semana sin encontrar ese momento.
—Dime, ¿crees que tu mamá querrá hablar conmigo si mencionó el tema cuando regrese?—
Clauneck, que estaba recostado en su silla de bebé portátil, observó a Lucifer que llevaban unos minutos sentado en el suelo mientras le mostraba sus nuevas creaciones de patos de goma. Al principio todo había Sido divertido pero con el paso de los minutos la energía del rubio se fue apagando hasta adoptar una postura pensativa casi melancólica.
