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Abrí los ojos totalmente alarmada, me senté de golpe en la cama y me dio un mareo repentino, recordé todo; mi hermana, el Boss, Antoni, Vladimir… los Romanov.

Me levanté como pude, no estaba en mi casa, no estaba en el hotel y mucho menos en un clima caluroso, afuera había nieve.

Abrí la puerta y la cabeza me palpitaba, la imagen de Emma… me sentía tan jodida.

—¿Usted es italiana? —me preguntó un hombre

Me acerqué a la cocina y tomé un cuchillo, tomé el cuello del hombre y apunté a su yugular.

—¿Dónde estoy? —murmuré

—Si me suelta quizá le responda.

Presioné más el cuchillo y él se alarmó.

—Si no fuera por el Vor la habría matado yo mismo. —me dijo con su acento ruso

—Inténtalo y vas a ver qué no me cuesta nada enterrarte el cuchillo.

—Boris, ¿Sabes si-

Christopher se quedó paralizado y yo fruncí mi ceño, ¿Qué hacía él aquí?

—Suéltalo. —me dijo serio

—Déjame ir entonces.

—¡Que lo sueltes! —me gritó y por alguna razón estaba molesto

—Púdrete.

—Ya veo porqué te gusta tanto, es una fiera. —dijo el otro

Sin poder evitarlo caí de culo cuando un fuerte mareo me invadió y me entraron ganas de vomitar, Christopher corrió hacia mi y lo empujé.

—¡No me toques! —le grité totalmente mareada

—¡Mira como estás!

—¿Qué parte de “no me toques” no quedó clara? —me levanté cómo pude

Nuevamente las imágenes de Emma me torturaron, una y otra vez, mi mente creaba sus gritos, su llanto, su dolor… sus ganas de ser salvada y no pude ser yo quien fuera por ella.

—¿Qué pasa? —la voz de Christopher se había tornado suave

—Déjame en paz. 

—¿Es por Emma?

—Me entregué a mi misma a Antoni para salvarlas y… el maldito ruso me la jodió, me jodió a la menos culpable de todo esto. —me cubrí los ojos cuando las lágrimas se me vinieron

Sus brazos me rodearon y acepté el abrazo, lo necesitaba, él acarició mi espalda y yo dejé que mis sollozos salieran.

—Estos años han sido una tortura sin ti. —me dijo en un susurro

—Christopher-

—Y cuando me enteré que estabas del brazo de ese maldito infeliz me volví loco, bebé. —besó mi cuello

Lo aparté de mi bruscamente.

—Pues acéptalo y compréndelo, porque yo no soy Cora, soy la Dama de la Mafia. —me levanté tratando de irme pero no me dejó

—¿Te borraron la maldita memoria o que? Ese hombre te ha jodido yo-

—¡¿Crees que no es una tortura tener que vivir con él, tener que dormir con el, tener que acostarme con él y fingir estar conforme con lo qué vivo día a día?! ¡Pues es una mierda pero aún así me mantengo en pie porque en estos años he aprendido a hacerlo! —le grité— ¡Estoy cansada, cansada de todo y de todos, pero no me voy a rendir hasta a acabar con ese maldito apellido!

Abrí la puerta el fuerte frío me recibió, empecé a correr sin fuerza, estaba descalza y la nieve me quemaba los piel, estábamos alejados de todo pero necesitaba irme de su lado porque si no volvería a perder la razón.

La nieve se manchó de sangre y me di cuenta que me sangraba el brazo, se me había abierto la herida y me ardía. Caí de rodillas soltando el vómito… vómito rojo y me di cuenta de lo jodida que estaba. Estaba realmente mal.

—¡Deja de hacer estupideces y déjame ayudarte! —me gritó Christopher detrás de mi

Me alzó poniéndome una manta encima.

—Te he extrañado, mi amor. —le dije en un susurro sin mirarlo— Pero no puedo permitir que tú o alguien me distraiga de mi objetivo.

—¿Y quién te dice que no podemos cumplir tu objetivo juntos?

Entramos a la casa y me quedé dormida en sus brazos, necesitaba descansar tranquila, hace mucho no lo hacía.

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Anhelo. "¿Juntos O No?" #3 (EN PAUSA)Where stories live. Discover now