Besos (18/03/24)

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Sus manos en mi cuello, las mias en su nuca. Nos caracteriza el frenetismo en la toma de decisiones. Si nuestras mentes son rápidas, nuestros cuerpos lo son más. Sabemos la meta y como llegar allí, nuestras acciones no son titubeantes, sabemos ya lo que hacemos. Al fin y al cabo, ya no somos unos adolescentes. 

Cuando acabamos, le doy un beso en el cuello de su camisa. Camisa la cual se lleva al trabajo cada mañana donde la secretaria le acomoda el cuello cada vez que le acompaño. Pero esta vez cuando le acompaño ella antes de tocarle el cuello le agarra de la mano.

- No, Rebeca. Me lo ha hecho mi amor y si lo tocas tengo miedo de que lo manches. 

Yo que llevo el mismo pintalabios que ayer sonrío y esa tal Rebeca me mira con cara de pocos amigos. Antes de irme, le doy un beso de despedida manchando de rojo sus labios y me voy contenta de lo que he conseguido.

Relatos diariosWhere stories live. Discover now