ALICE DOLL: ORIGEN🍂

5 4 0
                                    

Alice Doll

Todo estaba tranquilo ese día, había sol, las aves cantaban fuera de la ventana de mi cuarto, pero aun así... nada de eso cambiaba el hecho de que mi familia me odiara por haberles arruinado la vida naciendo. Observe mis muñecas, sabía que no eran mías, y que tampoco me las había dado mis padres... menos amigos, porque no tengo ninguno. Honestamente, no recordaba de donde había sacado esos juguetes, pero siempre me dieron una mala espina por lo que no jugaba con ellos. Me levante de mi cama a ver por mi ventana, habían unos cuantos chicos de mi escuela jugando, la verdad era muy difícil para mí acercarme a ellos, pues siempre temí que me juzgaran mal solo por tener a veces ideas muy locas que las solía expresar a través de mis manualidades. Me gustaba fabricar muñecos, ya que lo encontraba bastante relajante. Aunque tenía que ocultarlos, ya que mi madre cada vez que los veía se espantaba, me tomaba y me llevaba al hospital psiquiátrico para que me inyectaran un extraño liquido que aun no investigo que es, probablemente sea solo un suero, y si se preguntan por qué no estoy dentro de ese hospital, es porque no tienen más vacantes, pues donde vivo está lleno de locos.

Ahora me dirigí al baño, tome una corta ducha aprovechando que solo estaba mi padre, que a veces no hacía nada, solo me ignoraba. Salí y me vestí con lo primero que vi, un vestido negro y unas botas militares. Me gustaba ese color, me hacía sentir que siempre estaba en luto por alguna muerte de alguien. Y no es que adorara a la muerte, solo pensaba que era una buena salida al sufrimiento. Además, hoy sería mi día en que todos estarían de luto por mí. Pues ya estaba decidido, ya que no soportaba un día mas con mi madre gritándome y golpeando, o gritándole a mi padre y este golpeándole, además que no quería seguir siendo ignorada por mis compañeros, o siendo utilizada para terminar en un circulo de humillación. Tome mi mochila, coloque la pistola, si, me volaría los sesos contra alguna pared, y así que nadie me reconociera, luego metí un poco de ropa para que la mochila se viera llena y disimulara un poco.

Ya todo listo, salí de casa, y comencé a caminar hacia la ciudad, ya que vivíamos en un barrio que quedaba cerca de ella. Muchas veces había oído que la ciudad era peligrosa, pero lo veía como un punto a favor, si no me atrevía a matarme, quizás otra persona lo haría por mí. En medio del camino pase por un lindo bosque que me hizo reflexionar un poco más si iba a matarme, pero no, estaba decidida. Divise el primer edificio de la ciudad que estaba algo abandonado, y no me refiero de gente, si no de cuidado, estaba lleno de tierra, algunas grietas y quizás hasta tenía arañas. Normalmente esas cosas me tocaban, ya que la gente siempre vivía en pobreza, no como yo, que aunque me maltraten, por lo menos tengo que comer, donde vivir y donde bañarme. Quizás mis padres no sean tan malos, ya que si no, me habrían abandonado en algún orfanato o internado. Sumida en mis pensamientos, salí del trance y me encontré con el bendito callejón, vació, lleno de basura. Lo pensé y lo pensé, me quede un buen rato mirando como un gato negro pasaba caminando, y me miraba, pero con una extraña mirada. Decidí darme vuelta y volver a casa pero todo se volvió oscuro, olía a saliva y pescado. Saque todas mis fuerzas para liberarme. ¿Que estaba ocurriendo conmigo? fue lo último que pregunte hasta que un fuerte golpe me hizo caer en la inconsciencia.

Cuando desperté, todo se veía borroso, me sentía mareada y trate de enfocar la vista. Aterrorizada, note que estaba amarrada fuertemente con cuerdas que irritaban mis muñecas sobre un colchón sucio que olía a sangre descompuesta y alcohol. En eso, miro mi alrededor, cansándome por forzar mis ojos aun estando mal físicamente, frente a mi estaban otras dos chicas, una rezaba y la otra lloraba desconsoladamente, ambas estaban muy golpeadas y maltratadas. Comencé a llorar, entendiendo lo que ocurría, me habían raptado, quien sabe para qué… quizás eran pedófilos o recolectores de órganos, pero no me quedaría a investigarlo. Espere un rato a que mi cabeza reaccionara y cuando llego el momento, busque algo con que desarmar o cortar las cuerdas, pues no podía pedirle ayuda a las chicas porque también estaban amarradas. Al ver que no había nada me rendí, justo entro un hombre algo viejo, lleno de arrugas, completamente descuidado que te llegaba a dar asco.

𝘊𝘙𝘌𝘌𝘗𝘠𝘗𝘈𝘚𝘛𝘈𝘚⬳"𝘌𝘭 𝘕𝘶𝘦𝘷𝘰 𝘓𝘪𝘣𝘳𝘰"(completo) Where stories live. Discover now