ZERO⭕

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Zero

Una chica joven con el pelo de color canela y ojos verdes se sentó en su jardín delantero. El sol caliente del verano caía sobre su piel cubierta de moretones y algunos rasguños. Pensar que esta dulce joven fue golpeada brutalmente por sus compañeros de clase apenas unas horas antes. Alicia, ese era el nombre de nuestra protagonista. Ella era una chica con un gran intelecto, sin embargo, no parecía tener muchos amigos, por lo que a menudo pasaba tiempo a solas creando sus propios amigos, a los amigos imaginarios si se les quiere. Ella tenía muchos de estos amigos inventados por ella, de hecho, tuvo que nombrarlos a todos, con un número solo para llevar la cuenta y nombrarlos. Fuera de todos ellos había una que se destacaba, en particular, su nombre era Zero. Ella fue la primera de todos los amigos imaginarios inventados por Alicia, creada para proteger a Alicia de todos sus matones. Cada vez que se burlaban de ella o cuando la herían físicamente, Zero estaba allí para protegerla. Ellas eran mejores amigas y pasaban todos los días juntas, contando sus historias, chistes, chismes y hasta se burlaban de la vecina de Alicia, que estaba a cargo de vigilarla cada vez que sus padres tuvieran que salir por su ocupación en los negocios. Para Alicia, la vida no le era solo deprimente... Hasta ese día.

Mientras, Alice se sentó en la suave hierba de su jardín, mirando hacia cabizbaja hacia la calle, sintió una extraña sensación, una necesidad. Algo en el fondo de su mente la ordenaba cruzar hacía al otro lado de la calle. Cuando la idea finalmente la consumió, caminó hacía a la pequeña calle de su barrio, sus pies descalzos golpearon el pavimento caliente, observando cuidadosamente cada paso mientras cruzaba. Cuando levantó la vista vio venir algo hacia ella, un gran camión blanco. Sus ojos estaban desorbitados de horror, se quedaron allí, sin realizar movimiento alguno, estaba en estado de shock. Preparándose para el gran impacto que se iba a ocasionar. Hubo un fuerte chillido estridente que produjo la goma contra el hormigón. El vehículo giró en otra dirección cayendo abajo de la colina grande situada frente a su casa. Oyó el crujido de metal y el grito de una mujer, ya que siguió rodando hasta que chocó contra un gran árbol en la base. Solo bastó un momento para que el desmantelado vehículo estallara en inmensas llamas, el humo escalaba el lado del árbol.

Los pálidos ojos de Alice se quedaron mirando la tragedia, y como la puerta del conductor se abría, alguien salió arrastrándose desesperado, agarrando el suelo del bosque. El padre de Alice se quedó mirando a la colina, a su hija amorosa, cubierto de su propia sangre carmesí y las brillantes llamas rojas que lo rodeaban. Gritó desesperadamente, no podía hacer movimiento alguno, su pierna se encontraba atrapada entre la rueda y el metal, el dolor que fluía a través de su cuerpo era demasiado. Sus gritos se silenciaron y él dejó de moverse.

Mientras las llamas rojas consumían la escena, Alice vio a alguien en el asiento pasajero, su amorosa madre, la cuál también moría consumida por las llamas. Alice cayó de rodillas, con lágrimas cálidas que fluyeron por sus mejillas y nariz chorreando por la barbilla.

"¡MAMÁ! ¡PAPÁ!" Grito ella horrorizada, siendo testigo de toda la horrible escena. El dolor y la tristeza llenaban todo su cuerpo, la reproducción de la escena una y otra vez en su mente. Las llamas rojas y la sangre carmesí... fue lo último que vio de sus padres ese día de verano caluroso.

Después del accidente de sus padres, a su vecino el Sr. Rogers, le tomó en un sentimiento de culpa. Lo odiaba, era un mujer sucia y estaba borracha casi cada minuto de cada día. Pero ella la odiaba aún más por no estar vigilándola ese día, a causa de ella, mató a sus padres. Pero no había nadie más, ni familia ni amigos, la dejaron sola, la miseria de ser su única compañía.

Muchos años después, la morena luz se sienta en su clase de historia, garabateando gente pequeña de dibujos animados en su cuaderno de bocetos. A medida que dibujaba el pelo de alguien, algo violentamente la sacó de su concentración. Una mano arrugada en un concurso con un gran cero en él cubrió su trabajo.

𝘊𝘙𝘌𝘌𝘗𝘠𝘗𝘈𝘚𝘛𝘈𝘚⬳"𝘌𝘭 𝘕𝘶𝘦𝘷𝘰 𝘓𝘪𝘣𝘳𝘰"(completo) Where stories live. Discover now