ABEL THE DEVIL HUNTER🪓

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Abel the devil hunter

El se acercó al umbral del cementerio, sus pasos eran tranquilos, sabía que ahí encontraría a quien estaba buscando, la oscuridad que había invadido parte de su corazón y su alma se lo decía. En un movimiento veloz extendió su ala y pasó a través de la reja en la entrada, su ala estaba podrida y corrompida por la misma oscuridad que yacía dentro de su ser pero aun conservaba parte de su divinidad,  dentro del cementerio solo se podía escuchar el leve susurro de las hojas de los arboles al ser movidas por la helada brisa de la noche.

Comenzó a adentrarse lentamente en el cementerio, sus pasos eran sigilosos y ligeros como los de un gato, con cada paso dejaba detrás de él un rastro de sangre que emanaba de sus heridas maldecidas que no podían sanar. El lugar estaba completamente oscuro, la única luz que se podía apreciar era la que producían las llamas de su espada, llamas azules inmisericordes que eran capaces de quemar el mal y la oscuridad misma, esta espada antes había pertenecido al arcángel Gabriel.

La oscuridad que cubría el cementerio era tan densa que ojos normales no podrían distinguir ni una silueta, pero él había sido despojado de sus ojos hace tiempo, en donde deberían estar solo había cuencas vacías que parecían llorar sangre cubiertas por una pañoleta blanca, pero él no necesitaba ver con ojos físicos, la oscura posesión que habitaba su cuerpo le permitía ver a través del limbo, una visión de la realidad mezclada con el dolor y el sufrimiento del mundo.

A pesar de que no lograba verlo él sabía que estaba ahí, se acercó a una de las tumbas y leyó el mensaje inscrito en ella, un mensaje que solo él podía ver, “El te matará, te matará y yo me quedaré sola con él, no quiero estar sola”, en la tumba que estaba al lado había otro mensaje escrito, “Mátalo, mátalo por favor”, el cementerio era habitado por un demonio que se alimentaba atormentado por la eternidad a las almas sin dejarlas alcanzar el descanso que tanto ansiaban.

De un momento a otro fuertes sollozos se escucharon en todo el cementerio, eran lamentos de sufrimiento y desesperación que pronto fueron acallados por una terrible risa que se comenzó a escuchar entre la oscuridad, una risa proveniente de un ser cruel e irracional causada por el sufrimiento de almas inocentes, por fin aquel demonio tomó forma física, su forma era humanoide y alta, su piel estaba cubierta en llagas y su huesos resaltaban en codos cadera y columna, tenía una cara perversa que reflejaba el frío y la oscuridad de su existencia.

Aquel demonio se acercó a Abel con la intención de herirlo, pero Abel no se inmuto en lo más mínimo, el demonio colocó su largo brazo con garras sobre su cabeza pero antes de asestar su letal golpe.

-¿Quién eres?- pregunto aquel demonio con voz incrédula.

- Mi nombre es Abel, hace años uno de tu estirpe destruyó todo lo que amaba y me convirtió en lo que soy ahora, no permitiré que ninguno siga existiendo- dijo Abel con una voz tranquila y a la vez llena de dolor y resentimiento.

En ese momento el demonio sintió la oscuridad que poseía el corazón de Abel y supo de quien hablaba, no podía creer que él hubiera sobrevivido ante su presencia y que hubiera asimilado su diabólica posesión. Aquel demonio estaba experimentando por primera vez lo que era el miedo, pero antes de que pudiera reaccionar la luz de las llamas azules segó su alma y la consumió hasta que no quedó absolutamente nada.

𝘊𝘙𝘌𝘌𝘗𝘠𝘗𝘈𝘚𝘛𝘈𝘚⬳"𝘌𝘭 𝘕𝘶𝘦𝘷𝘰 𝘓𝘪𝘣𝘳𝘰"(completo) Where stories live. Discover now