🌼 | C A P I T U L O 23| 🌼

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ִ ࣪𖤐| De Charla a una discusión |ִ ࣪𖤐

| Athena Ferris |

Mi mente aún procesaba toda la bendita información. ¿Qué era ese sueño? ¿Y porque lo soñé? Tenía muchas preguntas. Pero ninguna podía responderlas con lógica.

‹Solo era un sueño›

Si, solo era eso... ¿El problema? Que soñé con las personas de las que tanto me advirtieron no acercarme...

‹Que desastre...›

Aún así, ese 'desastre' aún no comenzaba... A duras penas empezaba.

(....)

Estaba a punto de hablar Pero Dasha me interrumpe por quinta vez.

— Es que no tiene sentido... ¿Cómo es posible que ni se fije en mi? ¿Está ciego o que? — Hablo ella con frustración.

Estábamos en la cafetería, era el primer receso. La mitad de los estudiantes estaban aquí y para mí alegría nadie se fijaba en mi... Cosa contraria a los primeros días que vine.

Pase la cuchara de cereal por mi boca antes de sacarla completamente vacía. Mi merienda de hoy había sido técnicamente cereal con leche... No me juzguen. Adoro el cereal, Pero más el de las bolitas de chocolate.

Cuando era niña solía comerlas una vez en dos o tres meses. Esos eran días en los que ella estaba de ánimos.

‹Pero nunca estuvo de ánimos para darme afecto›

Aún así me conforme con la comida con el paso del tiempo. Me fue importando muy poco su afecto y preferí estar sana y lista para salir de aquel lugar.

— Athena, ¿Me estás escuchando? — Asentí brevemente hacia Dasha.

Dando un resumen de lo que estábamos hablando. Hablábamos de uno de esos 'Sokolov' que le gustaba a Dasha.

Aún no había dicho quien le gustaba pero sonaba estresada porque este no le hizo ni caso.

— No te preocupes... Seguramente te hará caso... Eres muy linda. — Murmuré tratando de tranquilizarla.

‹Aunque no se porque lo hago›

Dasha me miró por unos segundos antes de girar su mirada hacia la entrada principal a la cafetería. Sabiendo perfectamente porque giraba voltee un poco.

Eran ellos, los Sokolov, haciendo su magnífica entrada... Solo estaban cinco de ellos. Los había visto antes pero nunca pude ver a los dos mayores.

Gire de nuevo y mire mi plato aún con leche

‹Eso no debería importarme›

Agarre la cuchara escuchando los jadeos y casi parecidos gemidos de las chicas en la cafetería. Para ese entonces el lugar quedó en completo silencio.

Pero el silencio fue roto cuando esos Sokolov se sentaron en la mesa que estaba en el centro.

‹Igual a ese sueño›

Volví a saborear la leche con la cuchara mientras Dasha soltaba pequeños gruñidos al ver que su amado no estaba entre los Sokolov.

‹Debe ser uno de los mayores...›

— Pensé que iba a venir hoy... Que triste. — Hizo un puchero exagerado.

Mire a Verónica quien se había mantenido en silencio todo este tiempo. Su mirada estaba perdida y pequeños rastros de dolor se reflejaban en sus ojos.

Víndal | NarcolepsiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora