🌼 | C A P I T U L O 40| 🌼

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ִ ࣪𖤐| ¿Yo hice eso? |ִ ࣪𖤐

| Athena Ferris |

Por más que quisiera o tratara de ignorar esas palabras, aún no salían de mi mente. ¿A qué se refería? ¿Me conocía? ¿O había algo... Mas?

Estás dudas y curiosidades eran muchas para mí pobre corazón, podría morir por tener tanta curiosidad.. ¿Pero quien se resistiría? ¿Yo? No.

Tantos biomas que se han mezclado en mi vida, y sobre ninguno he podido descubrir algo..

Actualmente me encontraba a una esquina, al lado de papá quien hablaba con sus antiguos compañeros clase.

Gala, Kesar y Nikolas Sokolov, los padres de los siete chicos más estraños que he visto en toda mi vida.

«¿Por estraños te refieres a guapos? Pues si.»

No me refería a eso, pero si. Las auras a su alrededor eran raras y fascinantes a la vez. Era como ver a siete ángeles caídos del cielo.

Si el mundo perfecto existiera ellos serían parte de el definitivamente.

Suspire y dejé de jugar con los anillos en mis dedos perdida en mis pensamientos.

Nunca imaginé estar aquí, pero no era tan malo después de todo. Las miradas ya se habían dispersado y nadie se me habia acercado, cosa que agradecía internamente.

— Cielos, mis bebés ya deberían estar aquí... — La voz de Gala me saco de mis pensamientos.

Ella me estaba mirando, de una extraña manera... Cómo antes.

— Tienes razón... ¿Que estarán planeando esos mocosos ahora? — Añadió Nikolas con duda.

Si, ellos no habían aparecido, menos el cumpleañero, Zakhar. Hoy se supone que era el día de su mayoría de edad o algo así escuché de Vero.

— La fiesta ya debio haber empezado pero sin Zakhar no puede empezar. ¿Dónde carajos están? — Kesar miro a su alrededor con el ceño fruncido.

La gente estaba empezando a murmurar cosas sobre: 'tal vez no vengan' 'dejar plantados a sus padres sería algo muy vergonzoso' y cosas así.

Pero a los tres presentes no parecía importarles esos murmullos. Hasta que un camarero se acercó a Gala y le tendió un teléfono murmurandole algo que no pude escuchar.

Gala asintió y cogió el teléfono alejándose un poco de nosotros. Separé mi mirada de Gala y la fijé en otra cosa.

No era algo de mi importancia después de todo, suspire cuando recibí una mirada de papá.

— ¿Todo bien? ¿Estás incómoda? — Negué rápidamente.

— No... Solo estoy ansiosa, eso es todo. — Le ofrecí una sonrisa a media para tranquilizarlo.

El lugar se estaba volviendo realmente incómodo, los murmullos, que aunque no se trataban de mi llegaban a incomodar mucho.

— Si necesitas algo me avisas.. ¿Okey? — Asentí lentamente.

— Quisiera tomar aire fresco... Iré al jardín. — Lo mire esperando alguna respuesta.

Cuando asintió me echo una mirada para ver si necestaba compañía pero yo negué y me di vuelta y me marche.

(...)

De alguna manera llegue al jardín y quedé fascinada al ver la decoración neon y las flores de igual modo.

Víndal | Narcolepsia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora