Capítulo Seis.

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—Así que...— ojos iguales a los míos me observan con diversión.
—¿Qué hace este animalito en la habitación de mi nieto?

Otra semana pasó desde que ese chico me dejó con mi madre. Estoy tranquilo aquí y tengo toda la comida que quiero, pero me siento inquieto por alguna razón. De seguro es mi ansiedad por saber que me sucedió.

—La señora dió la orden.

Se sienta en el sofá y deja el bastón a un lado. Me hace un gesto para que me acerque y lo hago, me siento a su lado.

Cómo pensé, mi abuelo sabe porque estoy así. Mi cola se mueve involuntariamente y espero paciente a que hable.

—Es un lobo, lo hubieran dejado en el bosque.— tira de mi oreja y gruño ante su sonrisa.
—Salgan.

Todos salen ante su orden.
Mi abuelo, Alexander Müller, es un mafioso reconocido en todo el mundo.

—No esperaba que sucediera tan temprano. Mi preciado nieto está creciendo.— cubre sus ojos con una mano y finge llorar.

Lo golpeo con mi pata para que deje de jugar y hable de una vez. Al menos puedo estar más relajado al saber que él está al tanto de esto.

—No sé si recuerdas, pero te hablé sobre esto cuando eras niño. Antes de traerte aquí, te conté nuestra historia.— me mira y sacudo la cabeza. No recuerdo nada.
—A mí también me pasó, aunque no era tan grande como tú.— se queja por lo bajo y ruedo los ojos.

Me bajo del sofá y me siento en la alfombra frente a él.
Su mirada se torna nostálgica y sé que está pensando en mi abuela, quien murió antes de que yo naciera.

—Le hubiese gustado ver esto.— sonríe con pena y estira la mano para tocar mi cabeza.
—No estés asustado, pasará cuando sea el momento. Luego lo podrás controlar como si nada.

~¡Ya dime qué me sucede!~ gruño con fuerza y me levanto.

—Ya, ya, no te alteres.— mueve la mano y también rueda los ojos.
—Como sabes, nuestra familia es de aquí, mis padres vivieron y murieron en este lugar y así con sus padres...

Sí, eso lo sé. Los Müller pertenecen aquí, a Wolf Hill. Mi abuelo fue el único de la familia que abandonó el pueblo y su razón fue mi abuela.

—Decidí traerte aquí para que estuvieses cómodo, habría sido un gran problema en la ciudad. Gabriel...— apoya los codos en las rodillas y deja descansar la barbilla en sus manos. Su mirada se torna intensa y puedo ver cómo sus pupilas se dilatan hasta hacer desaparecer el verde.
—Eres un lobo, al igual que tu abuelo. Es una maldición que persigue a nuestra familia desde hace muchos años.

¿Una maldición?
Inclino la cabeza, curioso por la historia.

—Es una maldición hecha por un corazón roto. Al parecer, uno de nuestros antepasados jugó con alguien que no debía y todo terminó en desastre, esta maldición afecta sólo a los hombres de la familia, por eso tu madre no sabe nada.

Aparto la mirada y dejo salir un gruñido.

—Fue una maldición para todos, pero para mí fue una bendición. Gracias a esto, pude conocer al amor de mi vida y también protegerlo hasta el final.

Regreso la mirada a él y veo que tiene una suave sonrisa en su rostro.
Es extraño que hable de mi abuela, es un tema sensible, tanto para él como para mamá.

—Gabriel, sólo te queda esperar. No te preocupes, hablaré con tu madre para que esté tranquila también.— agarra el bastón y se levanta. También lo hago y bloqueo su camino.

Black Wolf.Where stories live. Discover now