Eva ll (Hazbin Hotel)

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• Nota: el vídeo de arriba es una canción del compositor y violinista Italiano Niccolo Paganini, quien se rumoreaba que eran tan bueno tocando el violín que había hecho un pacto con el diablo para alcanzar la maestría.

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Desperté cansada Adán al parecer había salido antes a hablar con los ángeles. Me había besado los labios antes de irse y me susurró que me quería.

Desperté y lavé mi cuerpo en el arroyo, suspiré pensando en Adán. ¿Me quería? ¿Por qué padre no hablaba conmigo? Adán dijo que yo también era su hija, pero ni una vez vino a hablar conmigo. No sabía nada de este tal "padre" que supuestamente me amaba y adoraba. Aquello era contradictoria ¿Verdad? Acaso el amor de una mujer era diferente al suyo.

Algo de pronto tocó mi hombro y me giré asustada... Luzbel:

- Buenos días Eva

Luzbel sonreía, tenía un aura clara y una mirada inteligente, casi con una sonrisa burlona. Era hermoso, seguramente la criatura más hermosa que jamás había visto:

- ¿Qué haces aquí? ¿Saben tus hermanos que estabas espiandome? - pregunté divertida por sus atenciones.

Él era el único ángel del Edén que parecía realmente tener un interés en mi:

- Pensé que te aburririas sola todo el día, si quieres puedo irme y te dejó hacer coronas de flores.

Rápidamente alcance su brazo sosteniéndolo con fuerza. Tenía razón, me aburría. Adán siempre estaba fuera.

- T-tienes razón, me aburro - dije aquello con la vergüenza de un niño al que acababan de pillarle siendo más valiente de lo que realmente era.

- ¿Sabes lo que son los instrumentos musicales?

Negué con la cabeza un par de veces ¿Música? ¿Como los pájaros que cantaban por las mañanas?

Luzbel hizo aparecer entre sus manos un instrumento de madera, tenía 4 cuerdas estiradas en el medio:

- Esto es un violín te voy a enseñar como suena, mis hermanos dicen que soy bastante bueno en ello. Gabriel a veces me pide que toque para él, fue mi regalo por parte de padre

¿Regalo? Pensé en ello ¿Cuál era mi regalo? ¿Había algo destinado para mí? ¿Algún talento?

Me senté a su lado en el suelo y miré maravillada, el sonido era hermoso y suave, sus dedos recorrían las cuerdas con maestría (escuchen el audio de la multimedia). Mientras tocaba sus ojos se posaban en mi, yo quedé en una especie de trance.

- ¿Quieres aprender? Aunque tu mano es muy pequeña no creo que se te dé bien - se burló

- Se me olvidaba que don perfecto ve a los demás por debajo de su nariz - respondí a su provocación

Sus manos rozaron las mías mientras sujetaba el instrumento. Él se posicionó detrás mío, como si me diese un abrazo por la espalda. Podía oler su perfume. Lavanda y eucalipto. Olía igual que el bosque del Edén. Había un olor que no distinguía bien, se parecía al olor del fruto del árbol que me advirtieron que no tocase... Olor a manzana.

Su cara se acercaba cada vez más a la mía y yo me perdía en sus ojos. Él seguía tocando el instrumento con mis dedos:

- ¿Eva alguna vez has pensado que no perteneces aquí? Tus ojos no parecen haber sido creados por padre, parece que lo crearon las estrellas.

Su voz eran tan suave como un susurro. Iba a separarme de él, Luzbel era peligroso, nunca había conocido a ser tan cautivador como lo era él. Bello e incomprendido como una obra de arte.

- ¡Luzbel!

Un grito interrumpió nuestro momento. Adán corría hacia nosotros, parecía enfadado, pero más que enfadado podía ver desesperación en sus ojos. Me agarro del brazo y me separó de un tirón del ángel como si fuese a quemarme por tocarle:

- ¿Qué crees que haces con mi mujer? ¿También quieres quedarte con ella? - la voz de Adam era áspera y sus ojos estaban muy abiertos

Luzbel le dedicó una media sonrisa como si se burlase de él:

- Solo le enseñaba a tocar el violín Adán, cálmate, ella se aburría.

- ¿Crees que soy tonto? ¿Crees que no sé que ella estaba contigo la noche antes de dejarme?

¿Ella? Miré a Adán ¿A quién se refería? Los ojos de Adán se posaron en los míos con nerviosismo, como si acabase de decir algo que no debía, empezó a temblar casi en medio de un ataque de pánico.

Luzbel avanzó hasta quedar pegado y a él y lo agarró del cuello de la túnica:

- Vigila lo que hablas y a quien acusas Adán. Sabes que no tenemos permitido hablar sobre el incidente

Agarré el brazo de Luzbel, Adán parecía estar luchando por respirar:

- ¡Suéltate! - el ángel frunció el ceño ante mi petición - ¡Qué lo sueltes! ¡Suéltalo o romperé el violín!

Finalmente lo dejó ir. Adán cayó al suelo luchando por respirar y yo me agaché a Socorrerlo :

- Eva...

- Piérdete Luzbel - empujé el violín contra su pecho para que lo agarrarse

El ángel abrió la boca para decir algo más pero al final optó por callar y se desvaneció delante nuestro.

Adán se aferraba a mí con las dos manos, aún hiperventilando y sudando:

- Eva por favor no me dejes nunca

Ocultó su rostro en mi pecho, jadeante, yo acaricié su pelo. Parecía aterrado:

- Por favor Eva eres lo único que tengo, fuiste creada para mí, yo... Me sentía tan solo antes de ti.

Nunca le había visto ser sincero sobre sus sentimientos. Es decir, sí, me repetía que me acaba y besaba mi frente todas las mañanas, pero por algún motivo no se sentía genuino, sin embargo, aquel día Parecía distinto. Quizá había sufrido.

Me incliné y besé sus labios para reconfortarle sin embargo, por el rabillo del ojo vi a la serpiente blanca que me habló el día de mi creación, molesta observaba la escena.

Estaba allí parada, en lo alto del árbol y me miraba mientras Adán besaba mi cuello desabrochaba mi túnica. Me dijo aquella era una forma de hacerme suya... Para toda la eternidad.

( Sí, lo hicieron delante de la serpiente ;-)