Jimin como tu novio, y Jeon como su hermano te desprecia.

9 | Penúltima.

Jeon estaba esperandome afuera del baño con los brazos cruzados.

-¡Dios, que susto!-. Él me miraba sin decir nada. -¿Que sucede?-. Pregunté.

Por fin habló. -Te ves jodidamente sexy-.

-Ya no empieces por favor-. Caminé a la cama y vi la hora en el celular, cuando Jeon me abrazó por detrás y dejó un beso en mi hombro.

-Deberías darte prisa, vamos a llegar tarde-. Habló.

Me arreglé lo más rápido que pude, y me puse un vestido celeste ajustado, mientras él solo me observaba.

Ya estaba lista, por lo tanto salimos de casa con nuestras cosas y que tomamos el vuelo.

(Al rato después).

Llegamos y todo era demasiado bonito, aún no podia creer que estabamos en Estados Unidos.

Fuimos al departamento que arriendo Jeon, perfecto para los dos, tenia una vista demasiado bonita.

Acomodamos las cosas y nos sentamos en el sillón un rato.

-¡Bonita!-. Jeon me habló.

-¿Dime?-. Lo miré.

-¿Quieres aventurarte en el nuevo departamento?-. Me miró con malicia.

-Eso no se pregunta-. Él dio una sonrisa.

Me subí arriba de él y comencé a darle besos en el cuello, él también.
Pase mi lengua lentamente mientras que él subía mi vestido y ponía sus manos adentro de mis bragas, apretandome.

Puse mis manos en su rostro y él sonrió. Cuando le di una lamida en su boca él me dio una bofetada en mi trasero.

Me sacó el vestido y él se sacó la polera, quede solamente en ropa interior... Él me sacó mi sosten.

-¡Son hermosas!-. Las tocó suavemente con sus dos manos.

Mientras lo besaba le desabrochaba el cinturón y el cierre de su pantalón.

Se lo sacó lo más rápido que pudo, y me apretó a él.

Pude sentirselo duro y ladeado, pero cuando comencé a moverme arriba de él se le iba parando aún más.

Me sentia demasiado exitada que me afirmé de su cuello y comencé a moverme aún más rápido... Sentía como se le movia y rozaba con mi parte.
Después de un rato comencé a sentir escalofríos en mi cuerpo, y mis bragas se mojaron por completo, di un pequeño gemido temblando.

-¡Te has corrido bonita!, ahora siéntate tú aquí y déjame quitarte tus bragas húmedas, si-. Le obedecí y él se arrodilló.

Sacó mis bragas. -Abre tus hermosas piernas para mi-. Él se inclinó y comenzó a meter dos dedos en mí, después tres.

-¡Ah, Jeon, eso duele!-. Trataba de quitarlo pero no habia solución, él los metía aún más rápido.

Me volví a correr y él comenzó a lamer mi zona, hacia movimientos con su lengua.

Le acariciaba su cabello apretandolo, mientras gemia.

Puso sus dos manos entre mis piernas para afirmarse mientras seguia haciendo lo suyo a la perfección.

Después de un rato se levantó. -Bien, has quedado limpia-.

Me senté en el sillón y él se acercó a mí, poniendome su miembro en mi cara, le di pequeñas mordidas suaves, mientras él se quejaba.

Después baje sus bóxer y lo metí en mi boca.

Así estuve un buen rato hasta que él pudo correrse en mi boca.