In the army now

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Pasaron dos largos meses tras la caída de la colonia de Jaunosek, sin sus padres. El gobierno iba a enviar al pequeño Issei a vivir con su tío. El hermano menor de su madre, llamado Saito. Un teniente en la armada que se encontraba luchando en el frente de Harvest. Fue notificado de la muerte de su hermana y su cuñado, por fortuna su sobrino estaba vivo. Pero las malas noticias volvieron a caer sobre Issei luego de que un oficial viniera a él para contarle que su último familiar había muerto en una ofensiva contra el covenant en las ruinas de la colonia.

Ahora, el ultimo de los Hyoudou se hallaba en el funeral de su tío. Con varios soldados, oficiales, amigos de su pariente y conocidos. Él se mantenía cabizbajo, observando a los soldados colocando la bandera roja de la UNSC con el águila negra en medio y el escudo detrás sobre su ataúd. Detrás, los tres entrometidos guardaban silencio ante tal recuerdo doloroso del humano. Rias sentía cada vez mas lastima por el spartan.

-¡Atención, escolta de honor! -grito el oficial que dirigía la ceremonia de entierro. Los siete soldados vestidos de gala, con rifles de asalto en sus manos, tomaron postura listos para dar los disparos de despido -¡Saludad!

¡Bang!

Con la primera oleado, vino a la mente de Issei cuando perdió a sus padres.

¡Bang!

Recordó como termino el mundo en el que creció, convertido en ruinas y vuelto al polvo.

¡Bang!

Aquel hombre con la armadura color verde, siendo uno solo acabo con todo un ejercito sin sufrir daños. Quería tener ese lugar, ese don. El poder para matar a quienes le quitaron todo.

Mas tarde, cuando el funeral termino. Todos los presentes se habían retirado, Issei permanecía delante de la tumba, la cual fue enterrada a lado de sus padres. Las tumbas eran distintas a las que usaban los demonios y demás razas, los humanos habían puesto una delgada columna de roca con fuego saliendo de ella, así era con la tumba de todos, civiles o soldados. Para que su llama no desaparezca.

-Se como te sientes -un oficial de la UNSC apareció a lado del pequeño -yo también perdí a mi familia cuando tuve tu edad -Issei no le miraba -yo tuve que esperar muchos años para poder enlistarme en el ejercito para poder vengarlos como era debido. Pero, tal vez tu, no tengas que esperar mucho. ¿Sabes que es un spartan? -entonces consiguió que lo mirara -¿no te gustaría convertirte en uno y vengar a tus padres?

-Quiero matarlos... -dijo el niño -quiero matar a cada uno de ellos, por cada vida que han tomado... quiero matar a diez de ellos.

-Tomare eso como un si -sonrió el oficial.

Menos de una semana después, lo llevaron a una instalación secreta de la UNSC en una colonia interna. Para ser enlistado en el proyecto Spartan III - Beta Company. Su cabello fue cortado, casi dejado calvo, su ropa fue cambiada por un pantalón de camuflaje militar, y una camisa ajustada color negra que tenia impreso en blanco: B-312. Puesto en una enorme batallón hecho de niños y niñas de la misma edad, cerca o un año mayor. Los candidatos al proyecto. Al igual que él, todos compartían la misma mirada que Issei, una mirada llena de venganza.

Las puertas del campo donde estaban se abrieron, el oficial que los recluto entro, con una spartan detrás de ellos, y un grupo de ODST como compañía.

-¡Atención oficial presente! -grito uno de los soldados de choque. Todos tomaron formación.

Tanto el oficial como el spartan caminaron delante de los niños, presentándose y dando a saber sus intenciones.

-Tal vez me conozcan, pero no formalmente. Soy el coronel Franklin Mendez, líder del proyecto Spartan III. Ustedes fueron elegidos para ser parte de la compañía Beta de spartan. Puede que no entiendan nada de lo que les estoy hablando, pero no es momento para dar explicaciones a detalle -no paraba de hablar, se detuvo en medio y enfrente de los reclutas de la nueva compañía -el motivo por el que estén hoy aquí no es por simple deseo de venganza, sino porque son especiales. Son distintos al resto de los niños que han perdido a sus familiares en curso de esta guerra. Y estamos de perderla así de poco -apenas si distancio su dedo meñique de su dedo índice -Ustedes serán quienes no ayudan a cambiar el curso. Spartan S-019 -llamo a la spartan.

The last standDonde viven las historias. Descúbrelo ahora