Diez

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Bastaba con saber que el reencuentro tomaría lugar después de la escuela para que Caleb se predispusiera inútilmente al desastre venidero. Solo que, ¿Se estaba adelantando a los hechos? Por supuesto que sí, pero no había manera de culparlo, no cuando anteriormente se había metido en tantos problemas con sus padres por la misma razón.

Si bien habían acordado la salida durante la primera competencia de Neo, ninguno había tenido el tiempo para discutir los detalles, siendo Christian el primero en mandarle un mensaje. En este aseguraba que él (junto con Eric) pasarían por él apenas terminaran sus clases, por lo que el chico termino por aceptar sin poner ningún tipo de excusa. No podría negar que algunos días atrás se había alegrado de ver que había sido del Pelinegro, no obstante, algo en su interior temía por lo que pudiera revivir con la reunión.

Haciendo su mejor esfuerzo para ocupar su mente en otros temas, Caleb se deshizo de la bata escolar para después abandonar los laboratorios, a la vez que sacaba su celular y marcaba el número de su mejor amiga. Si bien, en las primeras horas el chico había creído que June iba retrasada, se descubrió equivocado al momento de ingresar a su última lección sin saber noticias de la Pelirroja. De acuerdo, la chica no alardeaba de ser la más responsable en la escuela, pero de eso a desaparecer sin decirle nada... Más tarde volvería a probar suerte.

Encontrándose con sus otros dos amigos, Caleb saludo a Neo con una palmada en la espalda, siguiendo hasta Maeven la cual intercambió una sonrisa simple. Ya que, tal como había prometido a June, el chico había hablado con la Peliazul apenas vio la oportunidad de estar a solas en el inicio de semana. En ningún momento mintió con respecto a sus sentimientos, dejando en claro que había alguien más, por lo que no quería lastimarla con falsas ilusiones. Ante la declaración, Maeven dejo escapar algunas lágrimas, en donde se evidenciaba la autenticidad del cariño que le tomó a Caleb en el tiempo que estuvieron saliendo.

Después de todo, Maeven había esperado desde su primer semestre para salir con el chico y de no ser por la intervención de June, este jamás se habría animado a dar el paso para dejar atrás sus males amorosos. Tal parecía que su mejor amiga siempre estaba ahí para empujarlo a tomar las decisiones más complicadas. ¿Dónde estaría en estos momentos?

Sin una respuesta, el chico retomo sus propios pensamientos. De no ser por el repentino regreso de Ailinne, Caleb habría seguido su relación con la Peliazul, pero el destino había tenido planes completamente diferentes para cada uno de ellos. De momento lo más adecuado que podían hacer era regresar a esa amistad a la que estaban habituados desde que se conocieron, pues apenas y habían tenido un par de citas, en donde no pasaron de intercambiar varios besos superficiales. Pronto Maeven terminaría por superarlo, estaba casi seguro de ello.

Como quiera que sea. Los tres avanzaron por entre los estudiantes que tenían el mismo objetivo de abandonar las instalaciones tan pronto como fuera posible, dejándose envolver en una charla hasta que se vieron interrumpidos por el celular de Caleb. El aparato no tardo en hacerle saber la llegada de un nuevo mensaje perteneciente a Eric, el cual anunciaba que ambos habían llegado al instituto tal como habían acordado la noche anterior.

Siendo acompañado por sus amigos de la escuela, estos ayudaron a Caleb a localizar el automóvil de color plata que pertenecía a Christian. Les tomo unos minutos descubrir que el par había estacionado en la calle paralela a la escuela, debido a los numerosos padres que aguardaban a que sus hijos salieran de sus clases. Estando cara a cara los cinco intercambiaron saludos agradables, debido a que todos ya se conocían entre sí. Claro que el saludo más efusivo se lo llevo Caleb, el cual sintió una lluvia de palmadas que aterrizaban en sus hombros y su espalda por parte de Eric y Christian.

—¿Nos acompañaran? —Christian quiso saber, al tiempo que descansaba su enorme brazo en los cuellos de sus amigos, similar a como lo hacía en el pasado.

INEVITABLE ERRORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora