Las mentiras siempre salen a la luz

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A v i o n   R e a l 

- C h a r l e s  L e c l e r c - 

Tenia la mirada perdida en la ventana del avión, lo que tanto deseaba estaba por suceder y mi más grande miedo era que esa prueba diera positivo. Sentía una leve preocupación porque Saint Mleux había tenido un accidente lo que hizo que el parto se adelantara, aun le faltaba un mes para llegar a termino pero era de urgencia sacar al bebé antes. 

El sonido del avión me hizo salir de mi trance para colocarme el cinturón para el aterrizaje, la pantalla de mi celular se encendió dejándome ver el fondo de pantalla donde salía Lilibet con los mellizos con sus pequeños trajes de Ferrari. 

Esperaba que ella aun me amara, que no se diera por vencida en este amor, que no quisiera dejarme, no estaba listo para perder lo que más amaba por eso mi corazón anhelaba con todo mi ser que estuviera libre de culpa. 

Las calles de Mónaco estaban cubiertas por una leve lluvia que caía sobre el, baje del avión minutos después de que este aterrizara, subí a la camioneta de mi buen amigo Pierre quien me esperaba, sin decir nada condujo hasta la clínica donde entramos por la parte trasera para evitar cualquier rumor o chisme de revista. 

Entramos a la clínica y subimos al elevador, donde nos encontramos con una sala vacía, las paredes blancas me llevaban de viaje a cuando mis hijos nacieron, no podía perder a mi familia por esto, no quería hacerlo. 

¿Leclerc? -Dijo una doctora con un traje quirúrgico- La paciente pide verlo -Dijo ella haciéndome señas para que caminara junto a ella 

Camine detrás de ella, cada paso que daba sentía como mi vida iba derrumbándose poco a poco. Mi corazón latía con fuerza, parecía que se saldría de mi pecho, di una ultima mirada a Pierre quien me dedico una leve sonrisa y entre a la habitación donde se encontraba Alexandra.

Gracias por estar aquí -Dijo ella mirándome apenada

¿Como te sientes? -Dije al ver los ligeros moretones que tenia en su rostro 

Bien, un poco adolorida -Dijo ella

¿Y el bebé? -Dije mirandola detenidamente 

Esta induciendo el parto, algo no esta bien con el -Dijo ella preocupada- Aun no puede nacer, Charles -Dijo ella y las lagrimas comenzaron a correr por sus mejillas 

Solo le falta un mes, mis hijos nacieron antes de tiempo y ahorita están perfectos -Dije tratando de hacerla sentir mejor 

Solo quería que quisieras a este bebé como quieres a los mellizos -Dijo ella entre lagrimas- Pero no soy la mujer que amas como para que ames a tu hijo -Dijo ella

Me limite a quedarme en silencio, la miraba llorar y en cuestión de minutos la doctora entro a la habitación para llevar a Alexandra y dejarme un traje quirúrgico para que entrara a quirófano junto a ellas. 

Me coloque el traje, cada movimiento me pesaba, me sentía tan mal por estar pasando esta situación pudiendo estar en Londres con mi familia escuchando a Lilibet hablar emocionada sobre la visita de Meg y Harry pero del contrario estoy aquí junto a una mujer que esta a punto de dar a luz a un bebé que no se si sea mi hijo y que puede estar al borde de la muerte. 

Entre al quirófano ya vestido, y me pare al lado de Alexandra, mientras le hacían chequeos mire la expresión de la doctora, algo no iba bien. 

Antes de tíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora