【 décimo octavo 】

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Beomgyu sale de la clase tres bastante agotado. ¿Quién se inventó la mentira de que explicar movimientos literarios no era extenuante? Prefiere hacer cardio. Si alguien le hiciera todo el trabajo administrativo, se atreve a venderle su alma.

El salón de profesores está más silencioso que de costumbre, lo que le da la tranquilidad que necesita para empezar a trabajar. Debe planificar un par de lecciones, corregir unos ensayos y mandar correo a familias en donde los chicos están quedando rezagados. De nuevo llora internamente: nadie le dijo de esto en la universidad.

—Usted es la favorita de la señora Hong, así que le esperan muchos regalos —entró diciendo la maestra de Historia a la de Ciencias.

La profesora Go rió modestamente, pero se detuvo en cuánto divisó a Beomgyu.

—Al final siempre triunfan las cosas correctas, ¿no es así, profesor Choi?

Beomgyu no quiso responder. Se sentía más cómodo ignorando a esas mujeres. Su miedo a las personas adultas no iba a mejorar de esa forma, pero si quería conservar su trabajo era lo mejor.

—Eunchae debe estar muy feliz de ver a su madre —dijo la profesora de Historia siendo suficiente para que Beomgyu saliera corriendo de allí.

¿La madre de Eunchae estaba allí? ¿Habrían llevado a la niña a ella? Los nervios lo carcomían. El señor Kang había confiado en él para cuidar a su hija de la persona que probablemente la estaba viendo ahora. Y, ¿sabría Eunchae defenderse?

Observa por el ventanal y ve lo que teme: la menor está ahí frente a su madre y aquel hombre al que no quería volver a ver. Da unos pasos atrás asustado, desvía la vista y cierra los ojos con fuerza.

Está allí, eso lo hace temblar de terror.

Sin embargo, ¿quién más que él hará que pare esa situación? Solo él puede llevarse a Eunchae de allí. Puede arrancar a la presa de los brazos del depredador. Puede hacerlo. Debe hacerlo.

Se lo repite tantas veces que le da impulso a su cuerpo de seguir corriendo hacia allí. Esquivando los pensamientos invasores y el prejuicio acerca de una situación que realmente desconoce. Aunque su corazón le indica que es cierto, de verdad debe ponerle frente.

—Buenos días, señores —interrumpe intentando mantener la compostura.

—¡Oh! ¿Usted es el maestro de Eunchae? —Beomgyu asiente hacia la señora—. Si nos disculpa, estamos en una plática familiar.

Beomgyu mira a Eunchae quien parece una estatua plantada en la tierra con la mirada gacha y las manos sujetas delante.

—Están prohibidas las reuniones en estos horarios sin previa cita y autorización —dice intentando solo mirar a la señora o a la menor.

—Es nuestra niña, la podemos ver cuando queramos —intervino el hombre mandando escalofríos por el cuerpo de Beomgyu.

—S-soy su tutor aquí —debes mantenerte firme, se recuerda—. Eunchae no debe perder clases a menos que sea un caso de emergencia así que, señorita Kang —llama a la menor— acompáñeme adentro.

—¡No puede llevarse a mi hija! —grita la señora Hong logrando desestabilizar un poco a Beomgyu quien le tiene pánico a los alaridos de enojo—. Su padre no está aquí para evitarlo.

Su pecho empieza a sentirse pequeño en comparación a los latidos acelerados de su corazón y la sudoración se hace presente. Quiere huir, encerrarse en el baño y llorar. Necesita refugiarse, pero esta vez no está solo, debe ayudar a Eunchae.

—¿Choi? —escucha a lo lejos y teme lo peor—. ¡Profesor Choi! ¿Qué pasa ahí? —la voz de Yunjin se hace cada vez más cercana. Aunque lo calma, ruega internamente porque se aleje. No inmiscuir a más personas es lo mejor o quedará en evidencia.

—¿Ella también es tu maestra? —escucha a la madre de Eunchae preguntarle—. Profesora Huh, estamos intentando tener una pequeña reunión familiar, pero el profesor de Literatura parece mal entender algo.

—Beomgyu, ¿qué es lo que sucede?

Lo sabe, Yunjin solo intenta ayudar. Ella no sabe nada. Y aunque es mejor así, en este momento no es de ayuda. Porque lo dice claramente: Beomgyu. Lo llama por su nombre haciendo que ese hombre abra los ojos y le dedique una sonrisa.

—¿Choi Beomgyu, eres tú? —inquiere aparentemente feliz el hombre—. No pensé verte nunca más, pero mira todo lo que has crecido —dice acercándose.

—Señor, l-le pido que guarde las distancias, esta es una escuela.

—¿Acaso no recuerdas lo mucho que nos divertíamos antes? Eres un muchacho muy malagradecido.

—Aléjese, por favor.

—¿Aquí finges que no eres así? ¿Tienes miedo de que se enteren?

Beomgyu siente un nudo en la garganta. Ya no puede más. Su cuerpo no reacciona. Es presa del pánico y del que una vez fue su mayor depredador.

"Lo siento, Eunchae."

Se disculpa en silencio.

No puede salvarla.

"Siéntase en la libertad de decir lo que quiera con tal de mantenerse a salvo". Recuerda esas palabras del señor Kang y piensa en un acto tan egoísta como salvarse a sí mismo. Siempre pensó que lo único que me faltaba era protección. Si alguien hubiera dado la cara por él, nada de eso hubiese ocurrido.

Además, ¿tendrán ellos miedo del señor Kang? Sus únicos acercamientos a Eunchae lo hacen en la escuela como si este fuera un espacio alejado del padre. Si es así, puede que lo salve a él también.

—Si me pone un dedo encima mi prometido no estará contento —las agallas le han salido desde su miedo más profundo—. Ven, Chae, le contaremos a Taehyunie de todo esto aunque no sé si pueda pararlo de tomar represalias.

Ante la simple mención el hombre de echó hacia atrás. Entonces el señor Kang tenía el efecto deseado. Les provocaba miedo. A él también, lo hizo en algún momento. Pero ahora se sentía protegido.

Lo que no se pudo controlar fue el estallido en toda la escuela. Los cuchicheos surgidos y las miradas furtivas hacia Beomgyu no se hicieron esperar. De repente todo el mundo lo sabía.

¿Cómo había logrado el profesor Beomgyu salir con alguien como él señor Kang?

Había metido la pata.

🧸

Esta historia me encanta. Lo que daría para que fuera de otra persona y yo solo ser lectora. Pero, tocó soportar.

¿Cómo están?

Miren que les estoy dando capítulos seguidos. Milagros.

Recuerden que les quiero mucho y más si le dan pre-save al álbum de los chicos en sus plataformas favoritas además de recordar hacer stream cuando salga el cb.

¡Moatori se despide! <3

Pdt: estoy leyéndote este webtoon llamado "hello baby" y este hombre me recuerda tanto a Terry que les juro lloroooooo!

Pdt: estoy leyéndote este webtoon llamado "hello baby" y este hombre me recuerda tanto a Terry que les juro lloroooooo!

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Cute Inside | TaegyuWhere stories live. Discover now