La constante del cambio -juantin

3. ECOS DEL PASADO

JUANJO

Llegamos a casa bastante rápido. Una de las formas que tenia de calmar mis nervios era conducir, cosa que habia descubierto al dejarlo con Martin. Una de muchas.

-Mi niño... ¿estas bien? -preguntó Denna cuando apagué el motor y me vio con la mirada perdida.

-Pues no sé, Denna. Creía que cuando nos volviésemos a ver tendría tiempo de prepararme mentalmente, pero me ha pillado por sorpresa y no sé cómo sentirme. -Me sinceré, apoyando la cabeza en el volante.

Denna alargó su brazo desde el asiento del copiloto y acarició mi nuca, intentando reconfortarme.

-Ya...pero no ha sido tan raro ni tan incómodo como me imaginaba. -Afirmó. -Y, por como me miraba Rus, ella ha pensado lo mismo.

-De alguna forma se tenia que notar que ya no tenemos veinte años. -Rei débilmente. Ella imitó mi gesto. -Encima fumando...lo que tiene uno que ver.

-Pues mira, después de todo se nota la madurez. Algo es algo.

La miré asintiendo.

-Y ahora Álvaro también... llevo sin verle prácticamente el mismo tiempo que a Martin, y no sé si eso es bueno.

Denna intuyó rápido por donde iban los tiros.

-Juanjo, no debes creerte lo que dice la prensa. Yo dudo mucho que eso sea verdad. Ninguno seria capaz de hacerte eso. Sobre todo, Martin. -Me dejó algo más tranquilo.

-¿Le has visto diferente? -pregunté después de una pausa.

-Le he visto más...mayor. Pero es normal, ha pasado mucho.

-Supongo...pero ¿no te ha parecido que le faltaba...luz? -Esta vez la miré para poder fijarme en cada detalle de su expresión.

Me miró y suspiró, para después desviar la mirada hacia abajo.

-Creo que conocimos a un Martin muy inocente. -Explicó. -Ahora tiene su esencia, pero con la experiencia que le ha dado una ruptura, estar rodeado de cámaras, de fans, comentarios hirientes de gente que no le conoce... -Ahora era ella la que me miraba a mí. -No es el Martin que conocíamos en la academia, no es el que salió de ella, y, sobre todo, no es el que estaba contigo. Ha madurado y aprendido, igual que tú. -Asentí. -No le falta luz...solo brilla de otra manera.

Me tomé un tiempo para digerir sus palabras, que eran justo las que necesitaba escuchar, como siempre. Creo que nunca le he llegado a agradecer lo suficiente todo lo que ha hecho por mi desde que somos amigos. Me habia visto llorar, reír, enfadarme, borracho, y nunca se habia ido de mi lado. Era tremendamente afortunado de tenerla.

-Gracias, Denna. Por todo. -Empecé a notar como las lágrimas se amontonaban en mis ojos. -Siempre sabes lo que decir. Te quiero.

Hizo un puchero antes de contestar.

-Yo te quiero más.

Nos abrazamos durante varios segundos, en los que acarició mi espalda con cariño, y nos dijimos todo lo que no podíamos expresar con palabras.

-Venga, vamos. Que Alex tiene que estar aburrido.

Asentí sonriendo y me limpié las lágrimas rebeldes que habían conseguido escapar de mis ojos y ambos bajamos del coche.

Los demás no tardarían en llegar.

...

MARTIN

Denna nos abrió la puerta con una gran sonrisa y tras esbozar un tímido "permiso" ambos entramos en su piso. Era mas grande que el que yo recordaba, y estaba adornado con mil y una fotos de ella con Alex. No pude evitar pensar en las que alguna vez adornaron mi salón.