CAPÍTULO 33

138 7 0
                                    

NARRA NATALIA:

La verdad es que a mi también me hacía ilusión ver la Sagrada Familia porque nunca había estado y todo el mundo hablaba maravillas de ella. Admiraba a Antoni Gaudí, el famoso arquitecto que diseñó aquel edificio y muchos más, reconocido mundialmente. Lo que más ilusión me hacía de todo aquello era que iba con Alba. Estábamos muy lejos de casa, pero con ella me sentía segura y sin darse cuenta, ella hacía que mi ansiedad no se manifestara. Pasamos una tarde maravillosa entre besos, risas, caricias y abrazos. Había mucha gente pero se nos pasaron volando esas dos horas, hablando y haciéndonos muchas fotos porque el sitio lo merecía. Cuando vimos que eran las 8 decidimos volver al metro para que nos diera tiempo a ducharnos y a cambiarnos de ropa para ir a cenar con Chiara y Violeta.

-A estas dos no las dejes sentarse juntas porque son peligrosas- Dijo María esta vez siendo ella la que hizo una carrera para coger dos asientos que había libres. 

-Que mala eres- Le respondió Vicky riéndose y sentándose a su lado.

-Si queremos podemos hacer lo mismo, estemos sentadas o estemos de pie María- Exclamé envidiosa porque nos había quitado el sitio. Realmente aunque yo hubiera llegado primero se lo habría cedido a ellas porque yo había ido sentada antes.

-No seréis capaces-  Nos retó María. 

-Hay demasiada gente- Dijo Alba girándose y observando que detrás nuestro había entrado bastante gente. Después me miró haciéndome entender que no.

-Alba tiene razón, esto está casi lleno, y además no es sitio para...- Dije dándole la razón a mi pareja.

-Para ponerte muy cachonda- Dijo María prácticamente susurrando para que solo lo escucharan las 4 chicas.

-Básicamente- Añadió Vicky asintiendo con la cabeza.

El trayecto en metro hasta el hotel se me hizo eterno porque estaba a tope y además el vagón olía como una clase de la ESO después de educación física. Llegamos al hotel a las 9, teníamos media hora para ducharnos, vestirnos y bajar a cenar. Cada pareja nos encerramos en nuestra habitación para prepararnos. Entré detrás de Alba cerrando la puerta, ella se sentó en la cama mirando el móvil y yo fui directa a mi maleta para ver que me podía poner para ir a cenar. 

-Tú que te vas a poner?- Dije rompiendo el silencio y esperando su respuesta durante unos segundos. -Alba?- Volví a repetir esta vez un poco más fuerte al ver que no se había dado cuenta de que le estaba hablando.

-Que? Perdona, no te estaba escuchando, que habías dicho?- Se disculpó Alba por no haberme prestado atención.

-Que si sabes lo que te vas a poner- Le dije de nuevo en un tono calmado.

-No lo he pensado todavía, y tu?- Me dijo rápidamente y volviendo a mirar el móvil sin prestarme mucha atención.

-Pues estoy entre esto y esto- Añadí con dos prendas, una en cada mano. Vi que Alba no levantó la vista del móvil.

-Ah vale- Respondí todavía sin mirarme.

-A ti cuál te gusta más?- Pregunté.

-Sí- Dijo Alba haciendo evidente que no me estaba prestando atención.

-Me voy a duchar- Dije en voz alta mientras me iba a la ducha con la ropa que acabé eligiendo. 

Ella no dijo nada más y seguía mirando el móvil. No le di importancia, me di una ducha rápida y me vestí. Cuando salí, seguía con la misma postura que estaba antes, no se había movido ni 1 centímetro, seguía absorta con el móvil. No le dije nada porque no la quería molestar y fui a mirar que hora era, solo habían pasado 10 minutos así que íbamos bien de tiempo. Pensé que igual estaba hablando con sus amigos porque tenía el rostro serio y cuando escribía se la veía molesta. 

No me sueltes nuncaWhere stories live. Discover now