Hackeando la Justicia 2: A las calles de Detroit

Capítulo VII: Más allá del bien y del mal

Como bien dijo Nietzsche:

“Todo lo que es profundo, ama la máscara.”

Esta frase de Nietzsche parece apuntar a que las cosas más profundas y valiosas en la vida, como la emoción o el significado, se manifiestan de forma oculta, a través de metáforas y máscaras. La verdad, en cierto modo, no es directa ni simple. La verdad se encuentra en los acertijos, en la poesía, en el arte. Es necesario interpretar y mirar más allá de lo superficial para encontrar la verdad y la profundidad. Todo lo que es auténtico, significativo y real se encuentra a un nivel más profundo que la superficie. Es como si el mundo exterior, la realidad aparente, fuera una especie de fachada detrás de la cual hay una realidad más profunda. Un mundo de emociones, pasiones, significados y sentidos.

Hoy, en aquella gran mesa se encuentran múltiples máscaras, cada una cuestionada y ocultando una parte de si mismo, o tal vez no. Si tienes que ocultar, es decir, eres honesto hasta al mentir, la gente temerá con seguridad cuando saques al lobo; al escuchar el plan de Azazel, tanto Marcello como N, Zeta, Helena y Diana quedaron helados. Pero eso no quitó un exaltación, principalmente de N:

—¡¿Tú que derecho tienes a decir eso? Trabajas y formas parte del círculo del mismo hombre que ha asesinado a muchos de mi pueblo, ahora te atreves a decir que quieres su caída cuando claramente no eres más que un esclavo!— resaltó, golpeamdo la mesa.

—Si lo que dices es cierto, mejor entreganos la cabeza de Lucifer, o mejor, si tanto quieres su caída, ¿porqué no lo haces tú mismo? Eres un ser omnipresente y querido— dijo Zeta con ironía.

—¡Después de haber matado a los nuestros para tus baños Azazel, vienes con tus modales a decirnos esto, deja la estupidez cuando eres una persona igual de culpable!— insultó Helena.

—Sir Azazel, soy una persona consciente de que se le conoce por su honestidad, pero si somos razonables, lo que usted dice es lo que más deseamos tanto N y yo, como todos los refugiados de nuestro pueblo. Actualmente, si decidimos atacar tendremos que enfrentarnos a la ola de los partidarios y el ejército de los perros del Diablo. Y ellos efectivamente son más que nosotros, aunque tenemos un gran ejército, tendríamos que adentrarnos en el área más conflictiva como lo es el Área 7 o explorar terreno desconocido como lo es el Área 5, y recuerdo que no podemos hacer la misma gracia de atravesar hasta Detroit nuevamente, si su plan es mover un ejército sin ser consciente de los riesgos, o al menos que tenga un As bajo la manga, pero... Si es así, no estoy entendiendo nada— resaltó Marcello.

—Parece que el único razonable en esta mesa, y con algo de educación es el Príncipe Exiliado, en cambio— mirando a N— El Desterrado solo piensa con ira y resentimiento para ocultar su miedo, mientras que apenas la más importante, como lo es la Heredera Legítima no se dispone a hablar, y su sierva no hace más que decir palabras basándose en los comentarios de los demás, no en lo que de verdad está sintiendo, ¿o me equivoco?

—Si tanto le molesta que Helena no hable con lo que siente o no, no creo que le vaya a importar si mi yo de ahora tampoco le importe una mierda lo que usted está diciendo, me prometí a mi misma que lucharé porque tengo algo que proteger, pero atrévete a mencionar algo que llegue a una fibra y yo misma me encargaré de quitarte esa cara bonita de máscara y haré que te la tragues— dijo Akira, provocando a Azazel.

—Señor Azazel, porfavor, vaya directo al grano— sosteniendo la mano de Marcello, le expresó Diana— Sé muy bien que la manzana de la discordia, de la ira, de la venganza, y del rencor están aquí, pero si peleamos perderemos los minutos valiosos que nos está usted ofreciendo.

—¿Vieron? Esto es reciprocidad completa Príncipes. Va para todos ustedes, pero no puedo irme del tema. Los he reunido porque los he invitado a esta fiesta de Gala, ya es momento que tomen carta en la guerra tomando en consideración de que ustedes así como siguen, van a perderla.