Capítulo 1.

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Me despierto sobresaltada, con el sudor frío cubriendo mi frente. El sueño es tan vívido y palpable que aún siento la neblina etérea envolviéndome. La voz susurrante resuena en mi mente: "Hallátame", una palabra que me persigue incluso despierta.

Visualizo una biblioteca antigua en mi mente, con estantes repletos de libros antiguos, bañados en una luz dorada. La sensación de familiaridad es desconcertante; es como si hubiera estado allí antes, en otro tiempo, en otro lugar.

El repentino despertar hace que mi corazón lata con fuerza mientras lucho por recuperar el aliento. Miro a mi alrededor, buscando consuelo en la familiaridad de mi habitación, pero la inquietud persiste, como si algo importante estuviera a punto de revelarse. El silencio reina, interrumpido solo por el suave murmullo de la respiración de las otras chicas dormidas en las camas cercanas.

—¿Lio? ¿Qué sucede? —pregunta Victoria con su dulce voz, haciendo que gire la cabeza hacia ella, su rostro dormido iluminado por la luz de la ventana. Es la más pequeña de aquí y la más encantadora.

—Soñé de nuevo con la biblioteca —respondo.

—¿Otra vez? Ya es la tercera vez esta semana. ¿Quieres que duerma contigo?

—No te preocupes. Iré a darme un baño. Duerme tú.

Me levanto de la cama con la imagen de la biblioteca aún fresca en mi mente, sintiendo una urgencia creciente por descifrar su misterio.

Al mirarme en el espejo, veo mis ojos azules profundos que parecen capturar la luz del día. Mi cabello rubio cae en suaves ondas alrededor de mi rostro, dándome un aire de frescura y juventud. Mi nariz, delicadamente esculpida, se equilibra perfectamente con mis labios bien formados, que se curvan en una sonrisa ligera. Pero lo que realmente llama la atención son mis ojeras.

Mientras el agua tibia del baño envuelve mi cuerpo, los recuerdos de mis sueños regresan a mi mente. La primera vez, me encontré frente a una puerta de madera antigua, rodeada por un bosque en llamas que iluminaba el horizonte con su resplandor infernal. El calor abrasador y el olor a humo se entrelazaban en el aire mientras luchaba por encontrar una salida.

En el segundo sueño, el fuego no estaba a mi alrededor, sino detrás de mí, devorando todo a su paso mientras corría sin rumbo fijo, con el corazón latiendo con fuerza en mi pecho.

Y ahora, esta última vez, me veo frente a la misma puerta de madera, pero en lugar de huir, siento una inexplicable atracción que me empuja hacia ella. Con paso vacilante, extiendo la mano y giro el antiguo pomo de bronce, cruzando el umbral hacia lo desconocido. La oscuridad me envuelve, y una sensación de vértigo me hace tambalear. Pero, a pesar del miedo, sé que es el momento de enfrentar lo que se esconde detrás de esa puerta.

Al día siguiente, mientras desayunamos en la cocina del internado, la directora entra con un par de personas desconocidas a su lado.

—Buenos días a todas —anuncia con una sonrisa amable—. Hoy tenemos el placer de recibir a esta encantadora pareja que está interesada en adoptar a una de ustedes. Saludén.

Mis emociones se mezclan entre nerviosismo y desesperanza. Mientras la pareja sonríe y se presenta, observo cómo señalan a Victoria y a otra chica llamada Danna, antes de salir por la puerta junto con la directora. Su elección ha sido rápida y sin contemplaciones.

Antes de irse, la directora me indica que me acerque a su despacho después para hablar con ella. Las miradas de todas se centran en mí en ese momento, sintiendo el peso de la expectativa sobre mis hombros.

Decido salir afuera para tomar un poco de aire fresco y despejar mi mente. La idea de ser adoptada ha dejado un sabor amargo en mi boca, y necesito un momento a solas para procesar mis pensamientos y emociones.

LioraOnde histórias criam vida. Descubra agora