Liora

Capítulo 7.

Me meto en las primeras páginas del libro que Cedric me pasó y me topo con que el vínculo es algo súper profundo entre dos personas, es como una conexión que va más allá de lo que se ve y lo que se piensa. Es como si las almas se fusionaran y te permitieran compartir poderes y sentimientos de una forma que casi ninguna relación puede. Este rollo es super fuerte entre los que controlan los elementos, porque les potencia la onda con sus fuerzas naturales.

Sigo devorando el libro, y me engancho mal con la parte de los elementos de fuego. El fuego no es solo para quemar cosas, también representa la pasión, el cambio y empezar de nuevo. Los que están en onda con el fuego son re intensos y decididos, pueden hacer cosas increíbles gracias a su voluntad de hierro y su movida para adaptarse y renacer de lo que sea, tipo el fénix de las leyendas.

Interesante.

—Ya saciaste tu curiosidad o necesitas que te muestre.

Asustada dejo caer el libro. Me giro y me lo encuentro a centímetros, su mirada es intensa. Por un instante, nuestros rostros están tan cerca que puedo sentir su respiración. Su mirada baja a mis labios y se queda un segundo ahí.

Me quedo mirándolo fijamente, sintiendo cómo mi corazón late con fuerza.

—No necesito que me muestres nada—respondo con un tono desafiante, aunque en el fondo, la curiosidad me recorre. —Ya he visto suficiente para saber que hay algo que no me estás diciendo.

Él sonríe de medio lado, como si mi respuesta le divirtiera.

—Eres valiente, eso hay que reconocerlo—dice con una sonrisa que no llega a sus ojos —pero la valentía sin conocimiento es solo temeridad.

—Prefiero ser temeraria a vivir en la ignorancia— replico, cruzándome de brazos. Hay un brillo en mi mirada que desafía cualquier advertencia que él pueda darme.

Por un momento, parece que va a decir algo más, pero en su lugar, se da la vuelta y se aleja. Sin embargo, no puedo evitar notar la forma en que sus ojos se demoran en mí antes de partir, como si también él estuviera luchando contra si mismo. 

Desgraciado vinculo.

La puerta se cierra con un clic y me quedo sola, con el eco de las palabras de Cedric resonando en mi cabeza. Me agacho para recoger el libro y, de repente, una foto se desliza y cae al suelo. La examino y veo a un hombre que parece salido de las sombras, su cara no se ve bien pero hay algo en él... algo oscuro.

No tengo ni idea de quién es, pero no puedo negar que la curiosidad me pica. Hay una vibra rara en esa foto, como si el tipo tuviera secretos que podrían volarle la tapa a la olla a cualquiera.

Con la foto en mano, siento una mezcla de ganas de saber más y un cosquilleo de advertencia en la nuca. Es como si esa imagen fuera una pieza clave que me falta para entender todo este embrollo. Pues ya me estoy volviendo loca.

Suelto un quejido. Tres horas más tarde me encuentro comiendo en la mesa larga, no sé qué clase de alimento es esto pero sabe a carne y tomate.  Es delicioso. Me da mucho intriga saber si alguien esta buscándome y si ellas, están bien.

—¿No es de tu agrado, princesa?

—¿Liora? 

Un toque en mi brazo me hace salir de mis pensamientos. 

—Mmm..¿Qué?

—¿Te gusta? Puedo prepararte otro plato

—No, no, esta rico.

Ragnar asiente con la cabeza inseguro.

—¿Y ese suspiro a que se debe?

—Estaba pensando en unas compañeras del orfanato, no se si..—me detengo al verlos mirarme atentamente. Un silencio es acompañado —solo me preguntaba. Tal vez..

Blaze se levanta de la silla abruptamente. Me sobresalto un poco ante tal acción, confundida miro su espalda alejarse.

—¿Qué?

—Tuvimos una discusión hoy con un reino y esta molesto. Tranquila. Sigue comiendo, sino se va a enfriar.

Esta mintiendo.

Puedo jurar mi maldito orgullo que no se fue por ese problema.

Hay gato encerrado.

Y no hablo de uno de verdad.

Aprieto el tenedor. 

No me está gustando esto. Y investigar por mi propia cuenta será la única calma que tendré.

Debo saber porque estoy acá realmente, que secretos me están ocultado y quien demonios es el de la foto.

Agh.

Trabajo. Más trabajo.

Muerdo otro pedazo.

—¿Es algo grave?

—No, no debes preocuparte. Ya te contamos que hay diferentes manadas, y las diferencias siempre están, los del congreso no están presionando mucho y Blaze, como nosotros, esta agotado. Y no controla su fuego en esta circunstancias.

Si, claro.

Fingiré que le creo.

—Cómo no....

—¿Qué? —La voz de Ragnar me hace soltar una maldición por lo bajo.

—Digo como no puede controlarlo, si es de fuego. Es que estaba leyendo un libro y no me quedo muy en claro esa parte. ¿Es difícil? No es ya parte suyo. 

—Si, a veces depende de nuestras emociones. Es más intenso cuando estamos enojados o cuando...hay cierto clima.

Salvada.

—Entiendo. Esperemos que lo controle —le doy una sonrisa que creo que parece una mueca porque ambos sonríen.

—Lo hará.

Después de la cena, me retiro a mi habitación con la mente revuelta. La foto del hombre misterioso sigue dando vueltas en mi cabeza, y la sensación de que hay algo importante que no me están contando es cada vez más fuerte. Decido que no puedo quedarme de brazos cruzados y me dirijo a la biblioteca en busca de respuestas.

Las luces están bajas y el silencio es absoluto. Empiezo a revisar los libros uno por uno, buscando cualquier mención del hombre de la foto. Finalmente, encuentro un libro que habla sobre antiguos guardianes del fuego y, bingo, ahí esta la misma foto pero tachada en negro su rostro y unas extrañas palabras debajo. Mierda, desearía tener un traductor. Un ruido en la ventana me hace cerrar el libro. 

Con la foto y el libro en la mano, salgo de la biblioteca. Justo en ese momento, Cedric aparece de la nada, como si supiera que iba a estar allí.  Su mirada viaja a mi mano izquierda. 

—¿Quién es él? —le pregunto directamente, mostrando la foto.

Cedric la observa en silencio durante un momento que se siente eterno, y luego me mira con una expresión grave. 

—Ese hombre es Armandius. 

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