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Estábamos todas esparcidas en la playa, ya eran las 12 de la noche.

Habíamos comido los snacks y hablado un poco hasta que Frangie se fue a un lado con Keisly, yo me moví a una silla un poco alejada de ellas.

Sentí la silla hundirse.

-Hola ¿Puedo?- pregunta.

-Claro- me moví un poco para que tuviera más espacio.

Hubo un silencio por algunos segundos y luego escuché su risa.

-Mariana y Macarena están muy junticas- mire a donde ellas estaban y las vi jugando entre ellas mientras sus pies descalzos se mojaban con el agua de la playa.

-Se ven lindas juntas- dije.

-Sí- murmuró.

El silencio volvió a crearse y yo viré mi atención al cielo, específicamente a la luna.

-Cuando era niña mi mamá me decía que siempre que estuviera inquieta mirara las estrellas, que ellas me guiarán a hacer lo correcto- dijo Victoria.

-Mi mamá me decía lo mismo de la Luna, siempre que estoy inquieta o algo perturba mi paz me dedico a observarla, me da mucha paz- ella río y luego asintió.

-Que loco- opino lo mismo.

Reímos juntas, sentí su mirada en mi perfil y volteé a verla.

Sus ojos del color del mar llegaron a los míos color miel, chocando entre ellos. Sentí su mano acercarse a la mía y brindarme un rico calor.

Salgo de mi aula viendo a Frangie hablar por llamada, me acerco arreglando mi mochila y escucho algo de lo que dice

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Salgo de mi aula viendo a Frangie hablar por llamada, me acerco arreglando mi mochila y escucho algo de lo que dice.

-Pero... Amor tienen que calmarse porque si no Victoria se pondrá peor- ¿Victoria? ¿Qué tiene? Sigo mirando a mi amiga esperando que diga algo más- Iremos para allá, tranquilízate tú también- corta la llamada y suspira.

-¿Qué pasa?-.

-Las chicas tienen partido y Victoria está nerviosa-.

-¿Un ataque?-.

-Es posible si no se calma pronto, vamos-.

Llegamos hasta la cancha y nos encontramos con Mariana que nos llama a los vestidores. Veo perlas de sudor decorar su frente quizá por los nervios.

-¿Ella no tiene pastillas para los nervios?- mi amiga le pregunta a Mariana.

-Tomaba pero ya no lo hace, dice que la debilitan- entramos al vestidor y veo a Keisly en cuclillas hablándole a Victoria que está en el piso agarrando su cabeza y moviendo una pierna.

Yo me acerco poniéndome a su lado, viendo su frente brillar por el sudor, sus labios están muy maltratados casi con sangre brotando de ellos.

-Vic... Hey mírame... Mírame- le señalo a Keisly que me de espacio para ponerme frente a Victoria, agarro sus manos para que deje de jalar su pelo y ella me mira- Okay, vamos a inhalar y exhalar diez veces-.

Contigo - Young miko Where stories live. Discover now