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-¿Segura que no te pasa nada?- niego mirando a otro lado- Ross.

Me quedo en silencio intentando disipar mi enojo, pasaron unos segundos y sentí como tomaba mi cara con su mano y me hacía mirar a ella. Me topé con sus ojos y por dios. Tomó mi cara con sus dos manos y se acercó tanto que podía sentir su respiración en mi rostro.

-Mami... ¿Qué pasa?- la miro fijo y suspiro.

-¿No te diste cuenta?- la miro interrogante y veo su cara confundida- La mesera María-...- ¿Es que no ves como te miró?

-Mami...- veo como estalla la risa y yo me le suelto y me cruzo de brazos acomodándome en mi asiento- Ma no me di cuenta, no estoy pendiente a más nada ni nadie que no seas tú- sigo en la misma posición mirando a otro lado.

Victoria se encontraba divertida al ver a su novia celosa de la manera en que estaba, ya sabía que Rosaline era celosa pero nunca le había hecho una escena de celos cómo tal y le resulta muy gracioso cómo la cara de su novia se arrugaba en una mueca molesta cuando la chica se acercaba y se le insinuaba, aunque no le paraba bola porque seamos sinceras, teniendo a su novia en el mismo lugar que otras mujeres ellas ni existían.

-Permiso, aquí tienen su orden- escucho esa voz y ruedo los ojos- ¿Algo más?- mira a Victoria preguntando y yo dirijo mi vista a ella y luego a la mesera- Si necesitas algo más me llamas- Oh no. Eso si que no, la tocó? Oh no.

La chica toco a Victoria en el brazo y ella abrió los ojos por la sorpresa y al saber que venía, Rosaline no iba a tolerar eso.

-¿Sabes que? Si, quisiera que dejes de ver a mi novia de la manera en que lo estás haciendo, necesito que dejes de decir las cosas que has estado soltando desde que llegamos porque nos estás incomodando y si se te hace muy difícil de hacerlo me avisas que creo que conozco al gerente- Victoria la mira y me mira a mi. La mesera murmura un disculpa y se marcha.

Suelto el aire por mi boca y muevo mi pelo con una mano, dirigí mi vista a Victoria y la veo sorprendida y entre guardando una sonrisa.

-¿De que te ríes?

Estábamos de brunch en una cafetería mexicana nueva que acaba de abrir y queríamos probar los tacos de birria a ver qué tal lo hacían y ya ven como vamos, excelente.

-Coño me haces mojar viéndote así.

Consecuente a lo antes dicho las mejillas de Rosaline se podían confundir con el fuerte rojo de la cafetería, y es que vamos, es María Victoria.

Estuvieron un rato más conversando y engullendo los platos pedidos sin más interrupciones más que para la cuenta luego de todo.

-Mami me dijo que hoy fueras a casa, te tiene algo pero no me quiso decir que.

Me lleno de ternura al escucharlo y la calidez embarga todo mi cuerpo en el momento que entro a casa de los Ramírez y Evelyn captura mi cuerpo con sus brazos.

-¿Cómo estás mami?

-¿Bien y usted?

-Yo estoy bien gracias a dios mi vida ¿Comieron? Ahí Juanpa hizo unos brownies, a ti Ross que tanto te gustan, te guardé poquitos- la materna voz de Evelyn suena exponiendo su marcado acento.

- Comimos antes de venir pero si quieres ve y no sé mami, cómo quieras.

La voz de Victoria me hizo caminar a buscar los brownies porque sé que los quiere y no lo quiere decir.

-Te hice este vestido, checa si te sirve y me dices.

Agarro el vestido luego de dejar los brownies en las manos de mi novia, y cuando lo pruebo en mi quedo encantada.

Es un vestido en una tela un poco gruesa de color beige con flores rojas y verdes a su alrededor, llegando más abajo de mi trasero y pegado a mi piel con cuello cuadrado que aprietan un poco mis senos sin llegar a ser incomodo o doloroso. Paso mis manos por el en un gesto de alisarlo mientras quedo maravillada con lo bien que me queda.

Salgo y el rostro de mi novia y suegra se iluminan con la misma sonrisa.

-Diablo que bella estás puñeta.

-Ah viste, sabía que te quedaría hermoso mi amor.

Río dando agradecimientos bajos y Victoria llega a mi pasando sus ojos por todo mi cuerpo haciéndome sentir ansiosa y pequeña.

-Estás -beso- bellísima -beso- mami, tan perfecta.

Segunda vez en el día que mis mejillas se encienden por culpa de esta mujer, que peligro.

-Muchas gracias Eve, me encantó.

Miró detrás de mi novia a mi suegra y le sonrió agradeciéndole por el hermoso gesto.

-Siempre hija.

Victoria me jalo a su cuarto haciéndome quitar el vestido y ponerme un tshirt oversized, para supuestamente estar cómoda pero ya sabía que me haría quedarme a dormir aquí.

Igualmente no me quejaría.

Me encanta pasar tiempo con mi novia y su familia.

Todo está maravillosamente bien cuando estoy con ellos.









Nada más quisiera que así permaneciera siempre.








En el momento que mis ojos abren tengo el reflejo de moverme pero los brazos de Vicky me lo impiden, mis ojos buscan su rostro y lo veo en descanso con todo su pelo cómo un revulu, y aún así se me hace la mujer más hermosa de mundo.

Luego de segundos admirando el rostro de mi novia y haciendo imágenes mentales del más mínimo detalle de ella me quito su cuerpo suavemente de encima mío, cepillo mis dientes y bajo a la sala de estar donde me encuentro a Juan y Eve preparando desayuno.

-Buen día Eve- dejo un beso en su mejilla y voy donde Juan que me espera con una sonrisa mientras entra los tappers en su lonch- Buen día mi corazón, ayer no pude saludarte cuando llegué.

-Oh si, andaba en casa de Jonu y unos amigos de la academia y llegué un poco tarde, mami me dijo que comiste los brownies.

-Más Victoria que yo -río- Pero si, estaban delicious.

Agarro los ingredientes para prepararle un sándwich de pavo a mi novia y en un tapper le pongo las frutas que acabo de picar para ella, escucho pasos en la escalera mientras Juan y Eve siguen hablando de cosas y me hacen opinar de vez en cuando.

-Buen día familia- Vicky le da besos a su madre y hermano y llega hasta mi pasando los brazos por mi cintura hasta mi abdomen y dándome un beso en la mejilla- Buen día mi amor.

-Hola bebé- acercó un pedazo de piña a su boca y ella lo toma, se desvía a la cafetera- Hoy saliendo me quedo en casa Vi.

-Hmm... Ta bien.

Contigo - Young miko Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum