El ataque de los magos

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Al regresar al camper luego de una dura batalla contra el guardián del templo, la familia Tennyson estacionó el helicóptero de los caballeros eternos a unos metros del camper.

Bajando de este se dirigieron al camper no sin antes destruir el helicóptero en caso de que más caballeros vengan en su busca.

Conduciendo varios kilómetros lejos de esa ubicación para prevenir posibles ataques, y mientras Max conducía, hablaba con sus nietos, disculpándose de sus acciones.

-Realmente lo lamento niños, nada de lo que hice estuvo bien, me obsesioné tanto con la máscara, que dejé de prestarle atención.

-Y lastimar lo más importante en mi vida, ustedes.

-A pesar de sus capacidades, su bienestar es mi responsabilidad, pero no volveré a fallarles, se los prometo. Se disculpó el hombre con sinceridad.

A lo que el par escuchaba atentamente, notando como su abuelo realmente se notaba decepcionado de sí mismo.

Por lo que dándose una mirada entre ambos asintieron antes de sonreír de acuerdo.

-Está bien abuelo, te perdonamos, nos alegra que todo haya terminado y que vuelvas a ser el mismo de siempre. Dijo Gwen.

Alegrando a su abuelo, aunque punzada de dolor por lo dicho por Ben.

-Si abuelo no te preocupes, ya todo terminó, seguro que las chicas también ya lo dejaron pasar.

Alegrando al hombre por lo compasivos que eran sus nietos, o por lo menos pensó eso hasta lo siguiente que dijo Ben.

-Peeero, si realmente estás arrepentido demuestralo, no cocinando ninguno de tus extravagantes por una semana. Sentenció Ben.

Viéndolo con una sonrisa socarrona, golpeando el orgullo de Max quien veía al par con el retrovisor.

Notando como lo veían directamente, Ben con su gran sonrisa, y Gwen aunque leve, igualmente sonreía con sus brazos cruzados.

Preguntándose mentalmente donde aprendieron a actuar así, pero no teniendo de otra de aceptar derrotado.

-De acuerdo, creo que me lo merezco. Dijo Max.

Mientras que el par victorioso chocó sus puños con diversión. Y así pasó el tiempo hasta que comenzó a atardecer.

Deteniendo el camper a unos cuantos metros lejos de la carretera, mientras Max decidió tomar un descanso antes de preparar la cena.

El par salió del camper con su ropa de deporte, con la intención de entrenar un momento, con el detalle destacable que las chicas los acompañarían también.

Aunque internamente Gwen hubiese preferido entrenar a solas con Ben, pero sabía que era una buena oportunidad de aprender cosas nuevas.

Razón por la cual, se podía ver en el amplio terreno desértico, a todo el equipo de héroes realizando distintas actividades.

Cómo Xlr8 y Batorex, quienes se desplazaban a gran velocidad por kilómetros alrededor de la zona.

Con la velocista corriendo esquivando las arremetidas y rayos de la batería, en un intento por atraparla.

Ambas pareciendo estar divirtiéndose al poder usar sus habilidades libremente, sin contenerse.

-Jajaja, no la atraparás, esto no es nada para mí. Decía Kinecia con un tono retador.

reencarnado en Ben 10 chaquetrix Donde viven las historias. Descúbrelo ahora