~CAPITULO FINAL~

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Maddie tomó a Shadow cuidadosamente, abrazándolo con fuerza, aliviada y feliz de ver a su pequeño con vida, tenerlo en frente era un sentimiento que inundaba todo su ser de pies a cabeza, llenando cada espacio vacío con alegría y orgullo.

—Shadow...pequeño...porfavor, p-porfavor, no vuelvas a irte así, nunca más—le faltaba el aire — seré una buena madre, te comprare los libros que quieras, hare lo que me pidas pero porfavor...no de nuevo...— enterró su rostro en el cuello del azabache, humedeciendo el hombro del joven con sus lágrimas, agradeciendo a todo lo bueno en este mundo por tenerlo una vez más en sus brazos.

—N-no lo haré...nunca más me iré, te lo prometo...— correspondió al abrazo, aliviado de tenerlos a todos una vez más reunidos, dejando caer lágrimas amorosas, lágrimas de victoria tras pasar tantos disturbios en su vida y aún tener fuerzas para abrazar a su madre adoptiva, madre que jamás volvería a dejar sola mientras este con vida.

Tom también estaba listo para hablar con Shadow, no tenía tiempo para comportarse con serenidad, en serio se sentía abrumado, definitivamente su corazón estaba agitado de ver al azabache, lo suficiente para provocar lágrimas traicioneras de alegría y alivió, la paz volvió a su vida en cuanto el erizo oscuro llegó a Green Hill's una vez más, no podía contener la emoción.

Esto lo notó Maddie quién después de abrazar a su pequeño otro poco más, se separó dejando en su frente un beso de amor puro, dándole a entender, que tenía alguien más con quién hablar.

Shadow se dió cuenta y al ver a Tom no pudo distinguir entre sus emociones, no sabía si sentir alegría, nervios o solo sentir el típico terror que le tienen ciertos muchachos a sus suegros. Estaba muy confundido pero lo que podía asegurar era que sí estaba muy feliz de ver a Tom, de poder admirarlo de cerca como el hombre valiente y amable que es.

—Y-yo no estoy seguro si leíste mi carta Tom, realmente no sé cómo expresar- — En ese instante, aquel hombre se abalanzó hacia él para abrazarlo, golpeando sus rodillas contra los duros escombros en el suelo, apretando su cuerpo tan cansado como feliz contra su pequeño, lo tomo en sus brazos y de hombre a hombre le juro eterno respeto a Shadow.

—Eres mi hijo Shadow, n-no me importa nada, te juro que no me interesa nada de lo que diga el resto— Aquel tono de voz era único en su clase, era la voz de un hombre que acababa de recuperar a su familia, que agradece volver a ver a su hijo una vez más y no dejarlo ir, un indiscutible tono de amor puro que solo a de dar un padre contento.

El azabache, con mucha fuerza correspondió el afecto de Tom, sintiendo en su pecho dichas palabras, provocando suspiros, aliviado de tener a un hombre tan digno como ejemplo, sabiendo que su admiración estaba completamente justificada y aun mejor, correspondida.

Por un lado, Sonic acariciaba a Ossie con alegría quién también veía la escena muy contento, moviendo la cola, a pesar de ser un can, podía entender de principio a fin la situación en la que se encontraban, por ello esperó su turno para recibir a Shadow.

El azulado se sentía más revitalizado que nunca, tan vivo como siempre, podía sentir como todo era de color nuevamente, estaba lleno de satisfacción al sentir paz una vez más, puesto que ya no le importaban las horas que paso lejos del azabache, tomó por alto el dolor que apuñalo su alma al tenerlo lejos por lo que parecía una eternidad, dejo de lado ese evento tan catastrófico en su vida para mantenerse en su magnífico presente, observando y grabando en su mente la imagen de su amado llegando una vez más a su vida para hacerlo sentir dichoso.

Sabía que Shadow nunca más se apartaría de su lado, así como el mismo nunca se apartaría él.

Ambos unidos por la eternidad, destinados uno al lado del otro por el solo hecho de existir.

.☆IN MY DREAMS☆. Sonic movie/Shadonic Where stories live. Discover now