1. El divorcio.

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- ¿Están seguros que quieren hacer esto? – Preguntó por milésima vez el juez de divorcio frente a ellos, Pete sabía que dejarlo ir era lo mejor para ambos, después de todo éste solo había sido un matrimonio por conveniencia.

Tomó el documento frente a él y firmó en el lugar marcado, fueron semanas de reuniones con sus abogados y de los de su ahora exesposo, estaba exhausto y solo quería ver a su hijo. Tem firmó por su parte y solo le lanzó una mirada vacía, su mejor amigo de toda la vida ahora podía seguir haciendo su vida fuera de su intervención como debió ser desde el principio.

En un mundo donde los omegas solo pueden ser esposo y los alfas proveedores, Pete era un caso raro de omega dominante que mientras cuidaba a su familia que incluía a su esposo y su único hijo había prosperado un pequeño negocio de diseño de ropa, nadie creería que lo hizo él solo sin la ayuda de nadie, en especial de la familia de su exesposo.

En realidad después de la muerte de sus padres, todo se le había venido abajo, salió del juzgado de familia portando los documentos donde le daban la custodia compratida de su hijo junto con Tem, no pudo evitar recordar en como todo esto había comenzado.

La fiesta estaba en su máximo apogeo, Pete no quería venir en primer lugar, pero su grupo de amigos de la secundaria habían insistido ya que se estaría aquí uno de los herederos de una cadena de hoteles mas famoso de la ciudad, famoso por su vida de lujos y extravagancia, la reputación de este joven heredero solo era opacada por la del joven dueño de una agencia de publicidad que desde muy joven había alcanzado el éxito. De quien se sabía muy poco ya que toda su vida era un misterio, incluyendo el como había amasado una gran fortuna siendo tan joven.

El alcohol estaba prohibido para los menores de edad, pero eso no había sido impedimento para el grupo de Pete quienes se las arreglaron para conseguirle una bebida. La cabeza le daba vueltas y no podía sostenerse en pie. Pete se disculpó para ir al baño a aclararse un poco el malestar y fue sostenido por unos brazos que lo guiaron a donde el creía era el baño. Lo último que recuerda es despertar en la cama de un extraño cuyo rostro no puede recordar, meses después dar a luz un hijo que no esperaba a su corta edad y ser rescatado por su mejor mejor amigo Tem, quien le cuidó todos estos años.

- ¿Regresarás a casa solo? – preguntó Tem, quien siempre había mostrado preocupación por él incluso en estas circunstancias.

- ¿Crees que a tu nuevo novio le provoque una embolia si hago que me lleves a casa? – Sonrió Pete. El nuevo novio de Tem era un omega gruñón y atevido, a quien no le importó el hecho que estuviera casado para seducirlo.

- Lo siento... - Tem ya se había disculpado cientos de veces, Pete ya se estaba cansando.

- Si vuelves a mencionarlo voy a golpearte. – Advirtió Pete.

- Quizá lo merezca. –

- Quizá. –

Por la noche Pete se encontraba en un apartamento vacío, el silencio era ensoredecedor sin las travesuras de su hijo. Lo extrañaba tanto, lo amaba, pero al mismo tiempo esta especie de libertad podría darle un respiro de sus obligaciones. Recibió una llamada de su gran amigo y solo bastó dos segundos para que lo convenciera de ir a un bar.

Porsche podría ser un modelo de revista, pero cuando quería pasar desapercibido era cuando llamaba mas la atención, vestido con pantalones de mezclilla y camisa tallada al cuerpo destillada sensualidad donde pasaba, Pete solo podía sentirse como el actor secundario en la película de su vida, eso cada vez que se encontraba con su amigo. ¿Cómo se conocían? Los diseños de Pete eran famosos y Porsche era uno de sus mejores modelos.

En el bar la música llenaba sus oídos y el alcohol ahogaba los recuerdos de su primera noche en un bar, recordaba las luces, la música, las personas que bailaban pegadas unas a otras, pero no podía recordar el rostro de la persona quien le había robado su virginidad.

RecuérdameWhere stories live. Discover now