¡No te metas con mi hijo!

187 29 9
                                    

Pete al fin logró tener un dia libre, había dado los últimos detalles y la campaña de publicidad iba de viento en popa, habían carteles por toda la ciudad, tenía que reconocer que Vegas era excelente en lo que hacía y eso lo hacía recordarlo cada vez que veía un maldito cartel con los modelos usando sus diseños. Estaba agotado tanto física como mentalmente, no podía seguir ocultandose, pero necesitaba tiempo. Por otro lado Phayu era extremadamente intuitivo y siempre adivinaba cuando se sentía triste.

Llegando con su hijo a su apartamento fueron directo a la cocina por algo de beber. - ¿Quieres comer algo en especial? - Phayu hoy venía extrañamente callado, era inusual ya que siempre le contaba todo lo que hacía durante la semana que no lo veía.

- ¿Phayu? - EL niño seguía distriado. - ¿Pasa algo cariño? - Su hijo negó con la cabeza y Pete pensó que tal vez traía sueño, era todavía muy temprano.

- Te daré un baño y luego podemos ver televisión ¿te parece? - Phayu levantó su cabecita y sus ojos parecían asustados, negó fervientemente con la cabeza.

- Baño... no... Phayu quiere dormir. - Hizo una gran mueca de bostezo, Pete entrecerró los ojos a su hijo porque nunca había actuado así. Hace mucho había dejado de refererse a si mismo como Phayu.

- Bien entonces te pondré tu pijama para que duermas más comodo. - Pete fue a tomarlo en brazos y Phayu se alejó de él "Ok ahora sí eso es raro" frunció el ceño nuevamente.

- Bien ¿qué pasa? - Estaba empezando a preocuparse.

Phayu seguía callado, quizá si se calmaba un poco, su hijo parecía que tenía miedo. - Hijo, sabes que mamá te ama y no importa lo que pase siempre te va a amar y proteger, puedes decirme lo que sea. - Aún seguía callado.

Peter suspiró y fue a tomarlo en brazos, Phayu era un niño muy independiente y rara vez había que cargarlo, pero Pete sentía la necesidad de consolarlo hoy. Cuando lo abrazó rozo su espalda y Pahyu soltó un "ouch" fue cuando entendió. - Déjame ver. -

Levantó su camisa de vestir y vio moretones por toda su espalda y subió a su hombro derecho, también en su brazo hasta el codo. - ¿Cómo te hiciste esto? -

- No mami no te enojes, Phayu se lastimó solo. - Su hijo empezó a llorar desconsoladamente.

- Cariño no estoy enojado contigo, te prometo que no va a pasar nada, pero dime ¿quien te hizo esto? No debe haber secretos entre nosotros ¿recuerdas? - Phayu lo pensó por un momento y mil escenarios se pasaron por la mente de Pete, se peleó en el kinder, un bullying o pudo haberse caído.

Jamás nada lo habría preparado para lo que su hijo le dijo. - Fue P'Jay, dejé... caer un adorno que a él le gustaba y se rompió... se enojó mucho. -  Pahyu hipaba cada vez que completaba una frase, no podía creer que esto había pasado, su sangre empezó a hervir de la rabia.

¿Cómo se atrevía? Este era su hijo. - Mamá ¿estas enojado con Phayu? -

- No cariño, no estoy enojado contigo. - Abrazó a su hijo más calmarse él mismo que para consolarlo. Phayu había dejado de llorar, pero su rabia aún seguía ahí.

Llamó a Porsche después de que Phayu se durmiera y su amigo corrió a su casa, siempre era así en cualquier emergencia, apenas llegó se enteró de todo y estaba igual de furioso. - Déjame ir a darle una lección. - Porsche ya iba a salir cuando Pete lo detuvo.

- Cuida a mi hijo, iré yo mismo a tratar con él. - No esperó que su amigo respondiera, sabía que Porsche cuidaría a su hijo. 

Al llegar a la casa de su exesposo estacionó su vehículo en la acera, ésta solía ser su hogar, recordaba a su hijo jugar en ese jardín, si este ya no era un lugar seguro para Phayu y si Tem tuvo algo que ver o lo había permitido, Pete juraba que le quitaría todos los derechos, ¡Phayu era su hijo! Solo suyo.

RecuérdameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora