La Verdad de Phayu.

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Contrario a lo que temía Pete, la reunión salió muy bien, tenían un plan de marketing muy sólido y sin vacíos o huecos que después le tocaría resolver, al contrario Vegas había expuesto los detalles que se encontrarían en el camino y la manera mas fácil y rápida para solucionarlos. Estaba sorprendido de su profesionalismo y su capacidad de gestión, la parte creativa era su fuerte, pero Vegas había abordado cada detalle a la perfección, le gustaba el plan, no podía decir lo mismo de Vegas, era arrogante y engreido, pero nadie maneja este tipo de negocios sin serlo.

La firma del contrato por un año se dio de forma natural, Pete debía soportar trabajar al lado de este hombre por un año, no cabía duda que sería una completa tortura. Vegas no hizo ningun otro comentario sobre nada personal y la reunión terminó con un apretón de manos de parte de ambos. - Será un verdadero placer trabajar con usted Khun Pete. - La mirada de Vegas era penetrante, audaz y había algo en esos ojos que le hacían flaquear, si en efecto será una completa tortura.

Dos minutos mas tarde entró a su oficina y lo primero que notó es que Phayu no estaba en su lugar habitual, buscó por toda la oficina y no había rastro del niño. Llamó a su asistente y ésta le informó que el nuño encontraba con las empleadas, lo cual lo tranquilizó, sus empleados, tanto alfas, omegas y demás siempre cuidaban a su bebé, lo llenaban de mimos y Phayu siempre estaba suguro con ellos, ese niño sería un rompecorazones cuando estuviera grande.

***
Vegas salió de la sala de juntas con una sonrisa en sus labios que no podía disimular, había aprendido tanto de Pete el día hoy, era un diseñador muy talentoso y se había ganado la fama de uno de los mejores del país con justa razón, su profesionalismo y seriedad al momento de trabajar fue lo que lo hizo mantener la boca cerrada a asuntos personales por un tiempo, pero se sentía intrigado por este omega, ¿Quién era realmente? su apariencia y la forma de su mirada le decía que era alguien con mucha experiencia, pero a la vez le transmitía cierta incencia, no lo entendía.

Caminaba tranquilamente hacia la salida hasta que se topó con un pequeño niño, recordaba a la criatura, se trata del hijo de Pete, el niño que valientemente había defendido a su madre de Vegas, admiraba la valentía del pequeño. - Hola. - le dijo el pequeño, venía vestido de forma elegante para ser un niño, Pete se esforzaba en el cuidado de su hijo.

- Hola pequeño ¿Cómo te llamas? - Vegas se agachó hasta la estatura del pequeño y lo observó con atención. Ojos rasgados y un cabello negro y abundante.

- Phayu ¿y usted? - Quizá le niño ya había olvidado el altercado de ayer.

- Soy Vegas trabajo con tu madre. -

- Mamá es lindo. - El pequeño al parecer apreciaba mucho a su madre.

- Por supuesto que lo es y ¿tu padre dónde está? - Sabía que era hacer trampa usar a un niño pequeño, pero esa era una espina que debía quitarse de encima.

- En casa, estaré con mamá esta semana. - Vegas frunnció en ceño, ¿qué queria decir el niño?

- ¿Tus padres no viven juntos? - Tanteó porque ya se lo imaginaba.

- No, viven en casas separadas y ahora me toca doble regalo. - El alfa sonrió ante la lógica de este pequeño, normalmente tener padres separados era perjudicial para los niños, pero el pequeño Phayu lo tomaba a bien.

- ¡Phayu! aquí estás. - La voz fuerte de Pete los sorprendió a ambos, Vegas y Phayu se giraron hacia el pasillo donde venían Pete y su amigo.

Pete tomó al pequeño en sus brazos y la imagen que presentaban hizo que el corazón de vegas diera un vuelco, de repente le llegó un olor muy familiar a sus sentidos, vagamente recordaba este aroma, solo debía ubicar donde.

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