Naruto - Cambios ✔️

18 - La misma misión de siempre

Descargo de responsabilidad: No soy dueño de Naruto

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Capítulo 18

Era bastante habitual que los agentes de ANBU fueran y vinieran de sus misiones con la mayor rapidez posible. Esto era tanto para mostrar su eficacia al cliente como para poder realizar más misiones durante su estancia en el cuerpo, normalmente limitada. Por eso, cuando Naruto se encontró deambulando a un ritmo más bien lento por las carreteras de la Tierra del Fuego hacia el País de las Olas, no pudo evitar disfrutar. Le recordaba mucho a sus días de Genin, con laboriosas misiones de escolta, entregas de paquetes y la ocasional caza de bandidos. También le divertía ver las miradas esperanzadas y expectantes de los rostros de sus Genin.

Miró brevemente al viejo constructor de puentes al que escoltaban, Tazuna; parecía un buen hombre, aunque un poco bebedor. Sin embargo, Naruto había estado percibiendo extrañas vibraciones de aquel hombre durante todo el día y hacía tiempo que había aprendido a confiar en ese tipo de instinto visceral. Tazuna pareció sentir su mirada y miró nerviosamente a su alrededor, pero para entonces Naruto ya había vuelto al pergamino que tenía en la mano, leyendo las notas originales del Nidaime sobre el Hiraishin que había recuperado. O al menos fingía hacerlo; en realidad mantenía un ojo vigilante constantemente en el camino y el otro en sus alumnos.

Cuando el Sandaime le había mostrado por primera vez la breve lista de rangos C que tenía a su disposición, había estado a punto de elegir una misión de enviado bastante normal al País de los Colmillos. Sin embargo, cuando vio el expediente al final de la lista, con el símbolo del País de las Ondas, tuvo que aceptarlo. Normalmente, Naruto no creía en las coincidencias, rara vez se daban en el mundo shinobi, pero que la primera misión de sus alumnos fuera al mismo lugar que la suya era demasiado. El hecho de que hubiera estado pendiente durante unos días antes de que llegaran no hizo más que sellar el acuerdo; era como si esta misión fuera específicamente para él.

Tras unas horas caminando, parecía que sus sospechas eran en vano, al menos hasta que divisó un charco poco profundo a ambos lados del camino... en un día de verano... en el que hacía días que no llovía. Enarcó una ceja, aunque sólo fuera un instante, antes de que la más pequeña de las sonrisas se dibujara en sus labios.

Perfecto.

"Chicos, seguid adelante un momento". Su genin y el cliente le miraron sorprendidos antes de que hiciera un gesto hacia el bosque. "Tengo un asunto que tratar con un arbusto". Sakura frunció la nariz, disgustada, y resopló mientras se volvía hacia el camino.

"¡Sensei! No necesitamos saber esas cosas". Sasuke se limitó a poner los ojos en blanco, mientras que Ami parecía un poco nerviosa ante la perspectiva de que su Sensei les abandonara, aunque sólo fuera por un momento. Naruto se limitó a calmar sus preocupaciones con un saludo despreocupado mientras se desviaba por el camino, asegurándose de pasar justo por encima de uno de los charcos, golpeando con el pie justo en el medio con un poco más de fuerza de lo que lo habría hecho normalmente.

"Mantened los ojos abiertos, chicos, y proteged al cliente; ahora vuelvo". Por el rabillo del ojo, Naruto captó que Sasuke le miraba con extrañeza antes de bajar la vista hacia el charco que acababa de atravesar, con el ceño fruncido. Sin embargo, cuando levantó la vista, Naruto ya había desaparecido en el bosque circundante.

"Tomaré la delantera". El joven Uchiha se puso tranquilamente en cabeza, pero no pudo evitar que su mirada se desviara hacia el otro lado del camino, donde había otro charco fuera de lugar. Sus ojos debieron de detenerse demasiado tiempo, porque, sin previo aviso, pareció levantarse y transformarse en un hombre en un solo instante. Los ojos de Sasuke se abrieron de par en par cuando, de repente, se vio obligado a retroceder de un salto, con un guantelete de metal reluciente pasando a pocos centímetros de su cara. Tan cerca, eran visibles todos los riachuelos del virulento líquido púrpura que recubría las garras.