Naruto - Cambios ✔️

22 - Las mismas viejas invasiones

Descargo de responsabilidad: No soy dueño de Naruto

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Capítulo 22

Ami se estremeció contra su voluntad al ver cómo Neji Hyuuga golpeaba a una desafortunada Kunoichi Suna con su propia y brutal interpretación del Jyuuken. La dura mirada de sus pálidos ojos llegaba incluso hasta las gradas de la arena donde se celebraba la tercera ronda de los exámenes Chuunin. Era calculador y despiadado mientras esquivaba sus ataques de viento, casi invisibles para la multitud, pero aparentemente demasiado claros para su Byakugan. La chica, Temari si Ami no recordaba mal, parecía poderosa por derecho propio; sin embargo, mientras Neji seguía desmontándola viciosamente golpe a golpe con la palma de la mano, parecía completamente superada.

"Son monstruos..." Susurró en voz baja para sí misma, aunque pareció llegar a oídos de sus compañeros de equipo situados a su derecha. Sakura asintió cojeando, pues ya se había sorprendido por la actuación de un tal Rock Lee y Sabaku no Gaara. Sasuke, por su parte, tenía una mirada más bien hambrienta, aunque parecía recelar de la destreza del atrofiado Suna-nin con lo que parecían ser sus características técnicas de arena. Ami no le culpaba después de ver cómo esa misma arena prácticamente paralizaba al ya monstruosamente rápido y fuerte genin de Konoha. Todos los finalistas parecían estar en la cúspide de su rango y Ami a menudo se encontraba con la mano tamborileando nerviosamente la empuñadura de su espada, preguntándose cómo se suponía que iba a alcanzar ese nivel.

"¿Veis ahora por qué quería que esperarais un poco más?" Al parecer, Naruto, sentado con su novia en una fila detrás de ellas, la había oído y decidió intervenir con su habitual sonrisa cómplice. Sakura y Ami asintieron rápidamente, reafirmando de repente que a partir de ahora escucharían cada palabra de su Sensei, lo que provocó que éste soltara una risita. Sasuke, por su parte, seguía mirando al frente casi sin pestañear, embelesado por la gente fuerte de su edad a la que observaba. Para él, los próximos exámenes Chuunin no podían llegar lo bastante rápido.

"Y cuestionaron mi juicio". exclamó Naruto, llevándose una mano al corazón de forma juguetonamente dolida, lo que le valió una rápida risita de su novia mientras se echaba hacia atrás. "¿Qué te parece?" Se volvió hacia Anko, viendo sus orbes color chocolate fijos en el suelo de la arena, con un brillo de diversión en abundancia. Obviamente, ninguno de los participantes estaba a la altura de los Jounin, pero a menudo resultaba nostálgico ver a la generación más joven luchar por su derecho a avanzar.

"Sobre todo por el dango y el sexo". Anko respondió despreocupadamente con lo que algunos llamarían una voz demasiado alta, lo que se comprobó rápidamente cuando Sakura y Ami adquirieron un saludable color rojo en las mejillas. Sonrió descaradamente mientras cruzaba las piernas y se recostaba aún más en los incómodos asientos del estadio. Sin embargo, tras unos instantes en los que Naruto la miró inexpresivo, se rió tímidamente y le hizo un gesto con la mano para que se fuera. "Vale, vale; no hace falta que me mires como Tenzo". Naruto cedió y ella se volvió hacia el suelo de la arena, donde Neji parecía haber acorralado por fin a la chica Suna, habiendo inutilizado sus manos para eliminar el enorme abanico que la chica llevaba para ayudarse con sus técnicas de viento.

"La chica parece bastante fuerte, probablemente también tenga buena cabeza para las tácticas si esa pequeña maniobra en los árboles sirvió de algo. Lástima que la emparejaran mucho con el señor miradas fijas, esos ojos suyos hacen que la imprevisibilidad de sus técnicas sea redundante y ella sólo parece pasable en el cuerpo a cuerpo". Se encogió de hombros con abatimiento, antes de llevarse a la boca una bola de dango que parecía haber sacado de la nada. "Candidatas fuertes, mala combinación". Naruto asintió, estando de acuerdo con ella en su mayor parte; aunque, para ser sinceros, si la chica renunciaba a intentar conseguir una victoria táctica y se lanzaba a por todas con algún Jutsu generalizado que no dejara lugar a la evasión, podría acabar con el Hyuuga. Parecía que era sobre todo el orgullo lo que la retenía.