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No paso ni un segundo en que la puerta principal del apartamento se abriera, Miyeon estaba presente y tiro su chaqueta en cualquier lado seguida por sus pasos apresurados, Minnie al abrir la puerta supo que Miyeon recién se encontraba.

-Donde esta? - Miyeon pregunto mirando fijamente a la tailandesa con preocupación que se notaban en el fondo de sus ojos. En el baño, estaba sangrando demasiado y sudando - Ambas no dijeron más y fueron hacia el baño del apartamento, encontrando a una Shuhua con los ojos Con los ojos cerrados y la respiración agitada, las dos mayores del grupo apenas podían soportar ver el estado de la chica pálida.

Miyeon sugirió hacerse cargo de la situación por el momento y que Minnie se quedara para informar a las demás sobre el estado de Shuhua; ellas debían saberlo, quisiera Shuhua o no. Minnie asintió y rápidamente salió del baño en busca de su teléfono.

Miyeon llegó para ayudar, encontrando a la más joven encerrada en él baño, con lágrimas y mejillas enrojecidas por el llanto, acurrucada en posición fetal y sujetándose la cabeza.

A la mayor le dolia ver a Shuhua así porque la chica nombrada era la persona que a Miyeon le importaba mucho incluso en esos días donde Shuhua la trataba como mierda, ella no le importaba, amaba a su Shuhua tanto que no le molestaba si la misma taiwanesa nunca supiera de sus verdaderos sentimientos encontrados hacia ella, la adoraba a tal punto que incluso la seguiría adorando y queriendo, aunque la chica pálida nunca sintiera lo mismo y siguiera llamándola su Unnie.

Ambas cegadas por sus sentimientos y destruyéndose mutuamente con mentiras, nunca se preguntaron si realmente sentían lo mismo y nunca se atrevieron a hacerlo. Era previsible que alguna de las dos explotara, liberando finalmente esos sentimientos de angustia, dolor, desesperación y amor que se mantenían encerrados.

Shuhua cerro sus ojos en busca de descanso, para dejar que su mente se relaje poco a poco, aunque el dolor siga ahi, el palpito agitado y fuerte que sentía en su cabeza estuviera presente.

Miyeon se remangó las mangas de su camiseta y se ató el cabello antes de acercarse a su chica pálida. Tocó sus mejillas y su cabeza, que ahora contenían sangre seca y sudor en abundancia, mientras su cabello se adhería a su cuello y rostro y sus ojos permanecían cerrados.

- Shuhua, cariño estoy aca -Miyeon susurró, acercando su rostro al de Shuhua, frente a frente. El contacto de Miyeon y su voz angelical resonando cerca la tranquilizaron al instante, calmando su respiración agitada y, poco a poco, Shuhua abrió los ojos.

- Miyeon.. - La taiwanesa susurró débilmente debido a su garganta irritada; muchos pensarían que la chica pálida parecía un desastre, pero para Miyeon, se volvía más hermosa con cada día que pasaba.

- Estoy aca y no te dejare -Miyeon sonrió, lo que hizo que Shuhua abriera los ojos ligeramente, su visión estaba nublada y borrosa. Miyeon, sin darse cuenta, estuvo a punto de dejar caer una lágrima de su mejilla visible. Rápidamente, secó las lágrimas y susurró algo a la taiwanesa.

-¿¿Quizá me odies por esto, pero déjame ayudarte estará bien?? - Miyeon incluso si quiera ir full sobreprotector sobre Shuhua, ella consideraba el permiso de la taiwanesa muy importante en ocasiones como estas.

-Esta. . . bien, haz lo que quieras - Shuhua dijo con dolor que sintió otra vez no solo de cabeza, pero de su pecho, al tratar de forcejear por aire. Miyeon empezó a desvestir a la taiwanesa empezando por su camiseta blanca, llegando a ver su top deportivo mientras la chica en frente suyo estaba cubierta en sudor haciendo su cuerpo pálido brillar, Miyeon maldijo internamente tratando de no ruborizarse y pensar en cosas inapropiadas en una situación delicada y en ayudar a Shuhua, después de ello bajo sus pantalones de mezclilla junto con desatar y sacar sus zapatillas y medias del camino.

Troubled love | MishuWhere stories live. Discover now