Capitulo 2 : Ginny, y su miedo de perderlo

380 37 0
                                    

Para Ginevra Weasley, de veinticinco años, era un asunto mortificador el saber que Harry nunca le hubiese dado bola, si seguía con esa tremendo fijación o obsesión para ella, que éste tenía con Draco Malfoy.

— ¿Aún piensas en eso? — le preguntó Harry cuando entró a la habitación — Ginny, eres mi esposa, la mujer con la que he hecho mi vida.

— Lo sé, lo sé — contestó ella dejando su libro a un lado —. Pero, Harry, seamos sinceros. Si algún día ves a Malfoy en una de tus visitas a Azkaban. No podrás evitar toparte con él.

Harry sabía que la pelirroja tenia razón, por más de tener un año entero visitando Azkaban y evitaba con su vida pasar por la celda 1928, que era en la que habitaba Malfoy, él sabía que un dia tendría que pasar por ahí.

— Tienes razón — le dijo —, pero, no lo he hecho, y no debes de preocuparte, linda. Tú eres a quién amo, y con quién estoy compartiendo mi vida; tenemos veinticinco y veintiséis, Ginny. Somos unos adultos, no los chicos estupidos de hace unos años.

Ella dió un suspiro y besó los labios de su esposo.

— Te amo, ¿sabes? — el de lentes asintió con una sonrisa —, bueno, vamos a dormir...o sino, Albus se despertará..y no lo podremos hacer.

Casa Granger-Weasley

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Casa Granger-Weasley ....

En la casa de Ron y Hermione era normal sentir el aroma a miel de maple y waffles, ya que a Ron le encantaban. Aunque últimamente a Hermione le han dado náuseas debido a su embarazo.

— Buenos días...— dijo Ron, abrazando a su esposa por la cintura y ella sonrió —, ¿cómo amaneciste, princesa?

— Umm, amanecí muy bien, señor Granger-Weasley — dijo ella volteándose hacia él y enredando sus brazos en su cuello —, el bebé también..

La sonrisa que se dibujó en el rostro de Ron dió indicios de ternura, que Hermione amo. Todo estaba siendo tal y como ella lo imaginó, su matrimonio con Ron era una maravilla, no quería que fuese perfecto, pues; lo perfecto no existe.

— ¿Sabes? — cuestionó el pelirrojo y ella negó —, estoy subido en una nube... tú y yo, ¡un hijo juntos!

— ¡Es alucinante! — dijo ella y un olor a quemado se hizo presente — ¡los waffles, Ronald!

Con rapidez Hermione apagó la estufa, pero fue muy tarde, los waffles habían quedado muy quemados. Suspirando con pereza, y con el sueño a un palpandole los ojos, la castaña se recostó en la meseta de la cocina. Se sentía frustrada.

— Amor, tranquila — le dijo Ron, tratándola de calmar —, esto le puede suceder a cualquiera. A Ginny le sucedió no hace apenas dos días, ¿recuerdas? — rió risueño, al momento que la imagen del rostro de la pelirroja cuando notó que se le habían pasado los huevos del desayuno, pero agregó —: a mi mamá también le ha pasado millones de veces, ni es nada que te pase una o dos, o cinco o diez, e incluso veinte. Para mí, eres perfecta, es más, ve a la cama que yo haré el desayuno.

Hermione levantó la mirada y negó con el entrecejo fruncido.

— Si lo haces se te hará tarde para ir al ministerio, Ronald — advierto con voz mandona — además, recuerda que Harry te pidió que lo acompañaras a Azkaban...de hecho; no me gusta esa idea.

Ron no le contestó y siguió con su trabajo de hacer el desayuno.

Casa Potter

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Casa Potter...

— ¿Irás a azkaban hoy, amor? — preguntó Ginny, dándole de desayunar al pequeño Albus.

— Huujum — contestó él —, le pedí a Ron que me acompañe, a Hermione no le gustó mucho que digamos la idea.

— Cuídate, ¿si? — dijo ella y él sabía a que se refería, pero se hizo el desentendido — Harry, es enserio.

Él dió un suspiro y sin decirle nada se fue al ministerio.

— Siempre es lo mismo — susurró ella —, cada vez que quiero sacar el tema, me ignora..

Noches En Azkaban | Drarry  Where stories live. Discover now